Caleb permaneció sentado en la cama de su habitación, mirando hacia la pared delante de él, con su expresión plana y sus ojos perdidos en el vacío.No podía dejar de pensar en su pareja y en la forma en la que había permanecido acostado en esa cama, como una muñeca rota que poco a poco se estaba quedando sin vida.
Esa imágen se repetía una y otra vez en su cabeza hasta tal punto que sentía como si se estuviera volviendo loco.
No quería esperar más, tenía que tener a su pareja con él en ese momento.
Sin embargo sabía que sus hermanos querían esperar un poco más, no porque no quisieran ayudarlo, sino porque sabían que Jasson era un psicópata muy impredecible, y que quizás todo se trataba de una trampa, por lo que querían estar preparados para afrontar todos los escenarios.
Y no era como si Caleb estuviera en desacuerdo con ellos, pero era del secuestro de su pareja de lo que estaban hablando, y entre más tiempo pasaran planeando y deliberando, más tiempo permanecería su pareja siendo torturada por Jasson.
Y Caleb no seguiría permitiendo eso.
Levantándose de la cama, Caleb se cambió de ropa y tomó algunos de los equipamientos que mantenía en su mochila.
Él no necesitaba un ejército para ir a buscar a su pareja, no era el momento de luchar, él solo necesitaba rescatarlo, pero aun así estaría preparado para cualquier eventualidad que pudiera surgir.
Ya sabía en donde se encontraba, y confiaba en sus poderes lo suficiente como para estar seguro de que llegaría al lugar correcto.
Por lo que, sin consultar con nadie y sin decir a donde iba, Caleb se paró en medio de la habitación, cerró los ojos y pensó en el lugar en el que su pareja estaba.
Nunca antes se había transportado tan lejos y menos hacía un lugar que no conocía muy bien, pero no se preocupaba por eso, porque de igual forma lo haría sin importar el costo para él.
Esta vez, Caleb sintió como el mundo se movía a su alrededor y como una brisa fría envolvía su cuerpo hasta entumecerlo.
Cuando su mente dejó de dar vueltas y Caleb al fin pudo abrir los ojos, su corazón comenzó a latir fuera de control mientras observaba la habitación a su alrededor.
Eran las mismas paredes desnudas, el mismo piso de cemento, la misma silla al lado de la misma cama con un pequeño cuerpo acurrucado sobre ella.
Las palmas de sus manos se humedecieron y su mirada se lleno de anhelo y deseo.
Sin embargo, un intenso sentimiento de peligro lo invadió y Caleb solo tuvo tiempo de ver una vaga imagen en su mente antes de moverse lo suficiente como para que el cuchillo que atravesó su pecho desde su espalda solo rozara su corazón en lugar de perforarlo en su totalidad.
Sobre la cama el cuerpo enrollado se estremeció y un gritó doloroso salió de sus labios.
Apretando sus dientes para evitar desmayarse debido al dolor, Caleb estiró su brazo, con una fuente de luz dorada en la palma de su mano dirigida hacia atrás.
Caleb pudo escuchar un gruñido de dolor mientras el cuerpo detrás de él se apartaba.
Él dio media vuelta y caminó hacia atrás rápidamente hasta que estuvo cerca de la cama, nunca perdiendo de vista su objetivo.
El lado izquierdo de su cuerpo dolía como el infierno y su brazo estaba caído y colgando inerte a su lado mientras aun sentía el puñal en su espalda y un rio de sangre que bajaba por su cuerpo, sin embargo, los ojos de Caleb brillaban con un mortal color dorado y sobre su mano derecha pulsos de energía dorada brillaban intensamente mientras observaba a Jasson frente a él.
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El Destino de Morgan. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 4. LGBTQ+
ParanormaleLibro #4 de una serie de libros de temática homoérotica paranormal. La serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses trata sobre un grupo de personas que luchan por salvar su mundo a la vez que descubren el amor y todo el dolor y la felicidad que eso...