—Es caso perdido —se quejó Sachi cayendo en uno de los dos sofás en la sala de Beka que cocinaba algo.
La azabache había llegado dos semanas atrás a la aldea y se había tirado con todo para conquistar el corazón del manda más rubio de esa aldea sin lograr absolutamente nada.
—Tengo cuatro meses intentando hacer caer a tu hermano y no he logrado nada —señaló la peliplata burlándose de la impaciencia de la chica U—, pero lo cierto es que no se ve muy alentadora tu situación.
—Y todo por culpa de esa tal Hinata. Naruto Sama solo habla de lo maravillosa y perfecta que es esa mujer. Te juro que la detesto —dijo la azabache haciendo un puchero.
Beka sonrió enternecida. A todas las chicas del clan las adoraba, eran su familia, después de todo y, pensando en familia, no pudo evitar pensar en su hermana gemela.
—¿Chika habrá llegado ya a la arena? —preguntó más para ella que para su acompañante y vecina que en realidad vivía con ella.
A la azabache también le parecía mucho lo que ahora tenía.
—Creo que sí, salimos juntas de la guarida y está más cerca Sunagakure que Konoha.
Beka suspiró. Saber eso le hacía sentir un poco, pero solo un poco, más segura, pues Beha tendría un apoyo ahora, alguien que le permitiera tener un respiro de fingir no ser una farsante tramando una atrocidad.
» Y —habló la chica U sacando a la chica H de sus pensamientos—, ¿cómo vas con mi hermano?, ¿en serio es tan difícil?
—Lo difícil es tener que ganarle a la pelirrosa sin chiste que tiene como casi novia —declaró Beka—. No sé, a pesar de que no parece estar enamorado de ella, le tiene demasiadas consideraciones. Ella es la excusa de que no podamos empezar nada.
—¿Quieres que la desaparezca? —preguntó la desconocida hija del clan Uchiha alzando las cejas.
—No —dijo la peliplata sonriendo, poniendo el plato que había servido en la mesa justo frente al lugar que ahora ocupaba Sachi—. Quiero que comas y no pienses en tonterías para ayudarme. Encárgate de tus propios asuntos.
—¡Oh! —hizo de pronto la azabache—, puedo desaparecer a Hinata Hyuga y luego consolar a Naruto Sama.
—No digas idioteces —pidió la peliplata—. No vinimos aquí para hacerle daño a las personas; además, no le ganarías a Hinata ni siquiera si estuviera drogada y atada. No somos kunoichis en realidad, ¿recuerdas?
Sachi asintió comiendo un poco de arroz sin dejar de mirar a la chica que adoraba y agradecía tener como senpai.
—Y, ¿qué piensas hacer con mi hermano? Deberías anotarme lo que te funciona, tengo que insistir con Naruto Sama. No creo que a Krista le valga como excusa que él esté enamorado de alguien más.
—Pues, hasta ahora, nada ha funcionado. Estoy a nada de drogarlo para que caiga rendido a mis pies.
—Wha, lo bueno es que no vinimos a hacerle daño a nadie.
—Pues si no hago eso Krista me hará daño a mí. Esto se está tardando demasiado.
—Yo agradezco que lo hiciera, así no estoy sola.
Beka sonrió de nuevo y, estirando la mano, acarició el puño de la chica que le sonreía del otro lado de esa mesa para cuatro que ya no se sentía tan grande.
* *
Caminaba a Hokadia para encontrarse con Sasuke y planear su siguiente misión cuando una fuerte mano aprisionó su brazo y la jaló a un callejón. La persona que le atrapó le cubrió la boca para que no hiciera un escándalo.
Con la respiración agitada, mientras sentía claramente como su corazón pelaba con ahínco para abandonar su pecho y salvarse de lo que fuera que siguiera por suceder, Beka miró aterrada al hombre que la aprisionaba.
—No digas nada, solo sígueme —ordenó un azabache mucho más serio de lo que normalmente estaba.
Shikamaru la soltó y ella, aún confundida y aterrada por lo ocurrido, siguió a ese que comenzó a andar en silencio.
Una vez que llegaron a la oficina del chico Nara, este pidió a su acompañante que se sentara y se puso de pie frente a ella, mirándola de una extraña manera.
» ¿Quién eres? —preguntó el hombre logrando que el corazón de la peliplata se detuviera y sus ojos casi se salieran de sus cuencas.
—¿Qué? —preguntó Beka en un susurro, a punto de una crisis nerviosa.
Su cerebro no dejaba de gritar que había sido descubierta y que las cosas se pondrían realmente mal.
—¿Quién eres y por qué hay una chica exactamente igual a ti en la arena? —preguntó Shikamaru y Beka casi vomitó—. La secretaria de Gaara y tú son como dos gotas de agua. Al principio pensé que eras ella, pero no puede ser, porque ella está embarazada y tú no.
—¿Qué? —preguntó Beka cayendo en esa crisis nerviosa, comenzando a llorar también—. Beha, ¿qué?
Continúa...
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EL CLAN
FanfictionEllas fueron concebidas y procreadas con los génes de los mejores clanes para un único propósito: concebir y procrear en secreto descendientes de los mejores clanes existentes. Ellas son la cuarta generación de EL CLAN, y las cosas no les saldrán j...