"Partiremos mañana al atardecer"
De esa manera había terminado la charla más aterradora que Beka había tenido que enfrentar en toda su vida.
No sabía qué hacer, ni siquiera estaba segura de lo que estaba pasando exactamente, pero sabía bien que le tocaba pensar en algo, algo que en serio solucionara todo lo que se estaba destruyendo justo frente a sus ojos.
—Me duele la cabeza —dijo entrando a su departamento, y la sintió estallar cuando su compañera de piso llegó hasta ella corriendo y con tremendo grito.
—¡Beka! —gritó la chica U atrapando a la que mencionaba de una muñeca para arrastrarla consigo hasta la sala.
La necesitaba sentada para que no se fuera de espaldas con la noticia que le tenía.
—No grites Sachi, me partes la cabeza.
—Necesito decirte algo súper importante.
—¿Importante? —preguntó la chica H mirando a su compañera. La otra asintió con seriedad y un poco de preocupación—. ¿De qué se trata?
—Recibí un mensaje de Nyoko, al parecer su misión fue cambiada —explicó la azabache y la peliplata le miró con intriga—. Ella no va a tener el bebé de nadie, tiene que robarse el hijo del clan Nara.
La pálida piel de Beka se tornó transparente y, con todas sus fuerzas, luchó por contener el llanto que le prometía su pesada, lenta y dolorosa respiración.
—¿Robar? —preguntó la peliplata contrariada.
—Según dijo Nyoko, lo han hecho antes, ya sabes, cuando no se lograba hacer caer a los chicos. De hecho, yo pensé que posiblemente termine haciendo lo mismo con el primogénito del séptimo Hokage. Digo, solo en caso de que ni el sharingan ni las drogas funcionen.
—¡No puedes usar el sharingan! Nadie puede saber que eres una Uchiha. Se supone que Sasuke es el único Uchiha en el mundo ahora.
—Ya sé, pero si lo hago bien tendré un hijo del clan Uzumaki sin que nadie se entere de que soy una Uchiha. El sharingan es demasiado poderoso, tan poderoso que podría arreglar lo que sea. O, al menos, eso es lo que sugiere todo lo que he podido aprender en mi trabajo de secretaria y bibliotecaria.
—No —musitó la peliplata—, es una idiotez. Todo esto lo es. No te puedes exponer, ni robar el hijo de nadie.
—¿Por qué te pones así? Lo que hacemos es justo eso, robar bebés. Sus verdaderos padres ni siquiera se enteran de ellos jamás.
—Pero somos las mamás. Son nuestros hijos. No estamos dejando madres sin sus hijos. Eso no es lo que hacemos.
—Si lo hacemos —aseguró la Uchiha—, solo que no lo sabíamos hasta ahora. Y, por cierto, el mensaje también decía que Krista me quería de vuelta para no sé qué cosas, así que me voy justo ahora que te avisé. Tomate algo para el dolor de cabeza antes de que te desmayes, parece que estás a punto de hacerlo.
La chica U dejó el sofá tras besar la cabeza de Beka, que seguía conteniendo el llanto, luego caminó hasta la mesa para tomar una mochila y salió de un salto por la ventana para desaparecer en la oscuridad de la noche.
Beka, en cuanto sintió que la otra estaba lejos, dejó correr sus lágrimas y se dejó caer en el sofá de la sala.
Pensando en todo lo terrible que lo había pasado la mamá de su amiga Chika, y en lo doloroso que sería para Temari y Hinata si debieran pasar por eso, lloró hasta quedarse dormida.
Algunas horas después, entre sueños, comenzó a escuchar que alguien susurraba su nombre demasiado cerca de su oído, y abrió los ojos para encontrarse en su cama con un ebrio hombre sobre de ella, respirando pesadamente en su cuello mientras pronunciaba repetidamente su nombre.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó la peliplata intentando inútilmente quitarse al otro de encima—. Sasuke, me estás aplastando.
—Déjame hacerte el amor —pidió el Uchiha comenzando a desabrochar la blusa de la chica debajo de él, besando y lamiendo su cuello—. Déjame hacerte mía y embarazarte de mi hijo.
—¿Qué mierda? —preguntó Beka intentando detenerle las manos—. ¿Qué tan ebrio estás? ¿Te equivocaste de casa? No soy Sakura, ¿sabes?
—Sé que no eres Sakura —dijo el hombre incorporándose, permitiendo a la chica debajo de él alejarse y cubrir su pecho ahora desnudo—. No iría a pedirle un hijo a ella.
—¿Por qué no? —preguntó la peliplata bajando de la cama, acomodando sus ropas—. Dijiste que era a ella a quien amabas.
—Es cierto —dijo Sasuke—. Ella es la mujer a quien amo, pero ella no puede tener hijos. Por eso debes ser tú quien me los dé. Porque si no puedo tener un hijo de la mujer que amo, está bien que mi hijo sea de la mujer que me ama.
Beka negó con la cabeza llorando. Esa propuesta era lo único que le faltaba para que en serio todo fuera malo en su vida.
» Te daré lo que sea —prometió el Uchiha—. Haré lo que sea por ti.
"El sharingan es demasiado poderoso, tan poderoso que podría arreglar lo que sea."
Escuchó las palabras de Sachi dentro de su cabeza y decidió hacer una pregunta antes de ceder a la locura que se le estaba ocurriendo.
—¿Traicionarías Konoha por un hijo? —preguntó la peliplata intentando una última oportunidad para elegir hacer lo correcto esta vez.
—Traicioné Konoha por una estúpida venganza —informó el azabache tendiendo su mano al frente, invitando a la peliplata a ceder a su petición—. Por restablecer mi clan le vendería mi alma al diablo.
Beka respiró profundo y, aun temiendo que fuera una trampa, tomó la mano que se tendía frente a ella y le jaló a esa cama donde el Uchiha ansiaba hacerla suya y darle eso que ella había ido a buscar.
Continúa...
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EL CLAN
Fiksi PenggemarEllas fueron concebidas y procreadas con los génes de los mejores clanes para un único propósito: concebir y procrear en secreto descendientes de los mejores clanes existentes. Ellas son la cuarta generación de EL CLAN, y las cosas no les saldrán j...