2-Heridas

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Lunes por la mañana, no dormí nada. Creo que no pegue el ojo en toda la noche, aparte de que no dejaba de llorar y la vista al techo era borrosa...

Me arreglé para ir a clases, iba a buena hora. El camino fue solitario, no había ningún animalito y tampoco se veía ninguna alma despierta.

Llegue a la sala y no pude evitar sonrojarme por la mirada que Kath me pegó, me sentía avergonzada por haberme dejado llevar. Me senté en mi puesto sin prestar atención a mi alrededor... quería hablar con Rosse ...

Me paré y fui hasta ella. - Rosse... - me miro algo enojada.

- ¿Qué? - respondió seca y dirigió su mirada al piso.

- Yo... quería disculparme... -

- No tienes de que disculparte - ...Es verdad...

- Eh... yo... Ro~ -  Y sentí sus labios apoderarse de mis palabras. Lo disfruté bastante... aunque toda la clase nos estuviera viendo... me gusta mucho...

- ¡¿Que haces malditacea?! - Y Kath nos interrumpió separando a Rosse bruscamente de mi.

- ¡Lo que debí hacer hace mucho! - Rosse la empujó contra las mesas, empezaron a tirarse el pelo y a golpearse.

¡¿Que hago?! Dios... se mataran...

- ¡Paren ahora o ambas serán expulsadas! - Profesor... nunca había amado al profesor de matemáticas pero empezaré a hacerlo.

Ambas se separaron y se sentaron en sus puestos, Rosse nuevamente se sentó a mi lado y le hizo una mueca a Kath.

- Mica... te amo más que a nadie...- me acaricio mi cabello y la mejilla.

- Creo... que yo también... - me sonrió feliz y me abrazó.

En clases no presté atención, Kath fue mi pensamiento principal, ¿Que haré con ella? Si le intento explicar no me entenderá...

Terminó la jornada de clases y Kath se me acercó.

- Dime ¿Que fue eso? ¡Dejaste que te besara! Pensé que yo era tu novia -

- Kath... Este último tiempo Rosse me a apoyado en todo... en cambio tu sólo te alejaste... -

- No me digas que te gusta esa tipa... -

- ¡NO LA LLAMES ASÍ! -

- Te demostraré que ella es sólo una maldita puta -

- KATH TE ESTAS PASANDO -

- bueno, vete con la zorra - y la golpee. - Realmente te lo demostraré... - tomó su bolso y se fue.

No entendí nada de lo que trató de decirme, me rechaza, se aleja, vuelve y me miente para que no esté con Rosse... realmente no entiendo nada de ella.

- ¿Vamos a mi casa? - Rosse llegó, tomó mi mano mientras yo asentía y salimos a su casa.

Cuando llegamos a su casa vi a Rosse mensajeando a toda velocidad, cuando se.percató de que la estaba mirando me sonrió y guardo su teléfono.

- ¿Con quien hablas? - pregunté

- Nadie, solo revisaba unas cosas -

- Ahh... ok... -

- ¿Vamos a mi cuarto? - levantó una ceja hacia mi.

Dios... que haré...

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Hello~
Sé que es tarde pero traigo una propuesta para ver cuantos siguen de verdad está historia.

Cuando tenga 15 votos o más subiré el próximo capítulo.

Ojala funcione bien esto.

Saluditos a todos~~

¿Dónde quedó mi corazón? [Yuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora