Emociones.

702 41 9
                                    


- Mica... tu me gustas... - gustar... amor... ¿ah?

- Mentira - me voltié y termine de ordenar mi bolso rápidamente.

- ¡Es verdad! Realmente e pensado muchísimo en ti... y creo que sólo se debe a eso... - trató de sujetar mi mano y yo la solté.

- Si realmente fuera amor... tu no me habrías rechazado... - mis ojos se ponían cristalinos y las últimas personas aparte de nosotras salían de la sala.

- Yo te rechace por miedo... - sentía las lágrimas caer. Sujetó suavemente mi mejilla derecha con su mano. - Yo te amo...-

Acercaba su cara cada vez más y yo no la detenía. Dentro de mi había un desorden de emociones y sentimientos que no podría describir. Poco a poco empecé a sentir sus labios sobre los míos, eran tan suaves. Me dediqué a cerrar mis ojos y a sentir los labios de Kath moverse sobre los míos, cada segundo era más profundo. Nuestras bocas abrieron paso a nuestras lenguas ansiosas de más, nuestra respiración agitada, tan dulce y húmedo...

~

Camino a casa estaba tan sonrojada, parecía un verdadero tomate. No es para menos... Luego de ese beso no logré verle la cara y sólo tome el bolso para salir corriendo, soy una cobarde. Tengo que responderle... por mucho que quiera decir que no, no puedo. Yo la amo aún, no soportaría rechazarla para que sintiera lo que yo sentí.

Llegué a casa agotada por el camino siendo que es tan corto y directo a mi cuarto. Ya no era para nada extraño que me quedará ahí durante lo que restaba de día, durmiendo, jugando o haciendo lo que sea pero mi pieza ya era como mi guarida en donde nadie puede molestarme.

- ¿Y tu sólo saludas? - excepto mi madre.

- Si es que... tengo cosas que hacer -

- Ah... bueno, ¿Tienes hambre? -

- No, luego bajaré a comer. -

- Bien... - Entrecerro la puerta pero antes vio que sobre el mueble habían uno regalos, me sonrió y se fue.

Voltié a ver y me di cuenta que aún no los había abierto, eran los de Kath...  sigue pareciendome inadecuado abrirlos pero ahora con mayor razón quiero.

Eran tres regalos no tan grandes. El primero era un pequeño álbum de nosotras, era bastante lindo al hojearlo, eran bastantes momentos que tuvimos, simplemente hermoso. El segundo tenía una caja de dulces y una de chocolate negro, amo el chocolate. Y el tercero era una pulsera, creo que de plata y tenía mi nombre en letritas pequeñas.

Después de todo lo que pasó empiezo a entender un poco a Kath... miedo. Si me hicieran eso yo también entraría en pánico pero... ella me respondió muy mal.

Salí de mi cuarto hacia la cocina para buscar algo comestible, o sí no moriría. Saque unas empanadas que había hecho mi mamá y las llevé para mi cuarto.

Empecé a comerlas y a recordar cosas innecesarias sobre Kath pero de la persona que no había tenido pensamientos hoy era de Rosse.

Rosse... ¿Que haré contigo?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Disculpen la demora!

Prometo demorar menos.

Atte. Misa.

¿Dónde quedó mi corazón? [Yuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora