Taehyung, no me olvides. (TAEKOOK)

Capítulo 2

Como de costumbre, Jungkook se despertó  primero, pues le gustaba mirar a Taehyung dormir, siempre despertaba con la boca abierta mientras la baba se le salía, antes le tomaba muchas fotos para reírse con él, pero luego, empezó a gustarle absolutamente todo lo que se relacione con Taehyung, hasta sus caras más graciosas.

Taehyung parecía un osito de invierno, bostezaba como si no haya dormido en días, pero en realidad, últimamente Tae dormía mucho más de lo normal, Jungkook pensaba que era por cansancio; los primeros días que le pasaba esto era algo momentáneo, pero ahora, es más frecuente. Aún así, no le tomó tanta importancia.

-Buenos días Kookie. -Decía Tae mientras bostezaba y se frotaba los ojos que abría con mucha flojera, pues la luz del día lo fastidiaba un poco.

-Buenos días Taehyung. -Sonrió y se levantó de la cama. -Apresúrate, tengo que ir a casa por los libros que necesite hoy, el profesor se pone cada vez más pesado cuando se trata de llegar puntuales- dijo el mayor casi corriendo.

-El profesor nos tiene resentimiento. -Dijo Tae mientras reía, y Jungkook al escuchar esto, no dudo en hacerlo también.

-Cree que soy mala influencia para ti, al que le tiene rencor es a mí. -Dijo Jungkook sentándose a lado de Tae quien aun no salía de la cama. -Tú no podrías caerle mal a nadie ni aunque así el mundo lo dispusiera. -Dijo el mayor tomando la mano de Tae mientras lo miraba con una sonrisa.

-Tú tampoco Kookie, eres un ser tan hermoso. -Dijo algo ruborizado.

-¡Oh!, así que, ¿crees que soy hermoso? -Preguntó Jungkook alzando una de sus dos cejas bailarinas ante el comentario del menor.

-¡Kookie! -Exclamó Tae. -Basta. -Rio.

-Solo te estoy cobrando las que me haces al llamarme "Kookie" -Dijo dando un pequeño golpe en el hombro del menor.

-Cierto, cierto, véngate entonces. -Tae no pudo dejar de ruborizarse, es normal, siempre le pasaba cada que su gran amigo le decía cosas así.

Sin más, bajaron a desayunar con la señora Kim, la cual abrazó demasiado fuerte a Jungkook, le extrañaría mientras ambos se van. A veces, es como si la señora Kim fuera realmente la madre de Jungkook, pero en realidad, los ama a los dos por igual, pues el primero es su hijo de verdad, y el segundo, el que le devolvió las ganas de vivir a Kim, así que lo amaba tanto como al menor.

Jungkook subió a su auto y se dirigió a su departamento para buscar sus cosas mientras que al menor le daba un vaso de leche caliente para que no se impaciente mientras acomodaba sus cosas. Jungkook era algo desorganizado, prefería hacer las cosas al último momento aunque eso le cueste la tranquilidad.

-Jungkookie, ¿Por qué siempre haces las cosas último momento? -Preguntaba Tae asentando el vaso vacío en una de las mesas de Jungkook.

-En verdad, prefiero no desaprovechar tiempo. -Respondió Jungkook apresurado.

-¿Aprovechar tiempo? pero si ahora lo estás perdiendo buscando cosas que pudiste hacer antes mientras hacías nada. -Dijo el menor pasándole un libro al mayor que andaba buscando por todas partes.

-Gracias Tae, creí haberlo perdido. -Sonrió. -Me refiero a que no quiero desaprovechar el tiempo de pasar absolutamente todo el día contigo.

Jungkook realmente hizo que Taehyung se quedara atónito, simplemente dijo eso con mucha seguridad que logró hacer que Taehyung se ruborizará, como si lo que dijera le saliera realmente del fondo del corazón, y así era, pero en realidad, Jungkook estaba tan apresurado que no notó las mejillas rojas de Taehyung.

-Listo pequeño, vámonos lo más pronto posible, o enserio el Profesor se la traerá contra mi aun más de lo que ya la trae. -Dijo casi corriendo jalando a Tae de la mano el cual solo asintió con los cachetes calientes de rojo y obedeció al mayor.