III- Límites

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Me había pasado toda la maldita semana estresada por los trabajos y para colmo mi hermana se la pasaba con Manuela, me alegro de que se arreglaran, la verdad ya no soportaba a Regina en modo nostalgia, lo que si me molestaba era que no se diera tiempo de estar conmigo y se que es mi culpa por haberla rechazado al comienzo, pero ya recapacite ¿no es lo que cuenta? En fin, traía un dolor de cabeza insoportable que solo aumentaba con el sonido de la voz de Kathy, que no hacia más que burlarse de las amigas de Manuela con comentarios de mal gusto, sus criticas ya carecían de sentido y ya me estaba cansando.

- ¡Ya! Kathy, ya se que no las soportas pero por amor de Dios, solo cállate por cinco minutos que no aguanto tus comentarios estúpidos..- y estallé.

- ¿Sabes qué? Renata, estás más insoportable que la lencha de tu hermana, yo mejor me voy así te descargas con otro. Te me cuidas.- Dijo y la vi perderse entre la gente.

Estaba muy molesta y la verdad ya estaba comenzando a hartarme de la actitud de Kathy, Creo que Regina tuvo razón al alejarse de ella. Estaba completamente sola en una fiesta, eso era increíble, todavía que la defiendo y mi hermana no es capaz de pasar tiempo conmigo, y Kathy era mejor que se haya ido o terminaría golpeándola si seguía diciendo estupideces. Decidí que no me amargarían la fiesta, había venido a divertirme y eso iba a hacer, aunque no tuviera con quién. Fui a la barra de tragos y me serví un shot de Tequila, necesitaba algo que me hiciera olvidar de todo por una noche, seguí tomando y bailando sola en medio de la pista, ya estaba un poco borracha cuando kathy volvió junto con otro chico que creo que era de segundo, todo iba bien hasta que el chico intentó propasarse conmigo, lo empuje completamente enojada y el solo reía.

- ¿Qué carajos te pasa, idiota? - le grité enojada pero casi ni se escuchó por el volumen de la música.

- Tranquila bonita, solo quiero que nos divirtamos un rato..- dijo acercándose de vuelta a mí. Se notaba que estaba peor que yo. Traté de alejarlo de nuevo pero me tomó por la cintura, así que le di un rodillazo en la entrepierna y cayó de rodillas al piso.

- Nunca más te vuelvas a acercar a mí o te va a ir peor, ¿me escuchaste?- traté de acercarme de vuelta para golpearlo, pero sentí que alguien más me tomaba de la cintura para detenerme.

- Tranquila Xena, creo que ya entendió.- me dijo al oído y reconocí su voz.

- No te metas, - le dije soltándome de su agarre.- No es tu problema.- le dije enojada.

- Que curioso, me suena familiar esa frase .- Dijo levantando una ceja.- Vámonos de aquí, ya bebiste demasiado y no quiero que te expulsen, ese es mi trabajo.- dijo y me tomó del brazo para jalarme entre la gente y sacarnos de ahí.

- Espera... Machu, espera.- dije ya estaba muy mareada y ella caminaba muy rápido, se detuvo y puse una mano en mi frente, tenía muchas ganas de vomitar.

- No vomites aquí, ¿Crees poder llegar a tu habitación? - me dijo tomando mi brazo y pasándolo por encima de sus hombros para ayudarme, no le presté atención a eso y solo asentí, tenía que concentrarme en no vomitar a mitad del pasillo.

Llegamos a mi habitación y yo corrí al baño, ni siquiera me dio tiempo a cerrar la puerta, cuando terminé sentí que la borrachera empezaba a bajar un poco, así que me lave la cara y la boca.

- ¿Ya terminaste? - me dijo Machu que estaba parada en el marco de la puerta observándome.

- ¿Qué haces ahí? -le dije de mala gana.

- Pues ayudándote a salir de una posible pelea Xena.. - me dijo con una sonrisa divertida.

- Puedo cuidarme sola, gracias.- dije y me giré para encararla.

Twin DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora