|Capítulo III - Atrevimiento|

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...

Michael volteó nuevamente hacia su compañero moreno, y notó algo.

—¡Aww! ¡Prince! Exclamó Michael en un pequeño gritito, y se abalanzó a abrazar al ya mencionado, quien se sorprendió bastante.

—Ah ¿Q-qué pasa? Le contestó Prince rápidamente. "¿Y si se dio cuenta de que estaba oliendo su suéter?" pensó el de cabellos cafés.

Jackson se separó lentamente de su compañero. «Te ves muy tierno con mi suéter. Le admitió el rizado muriéndose de la lindura con él» Rogers pudo sentir cómo sus mejillas se sonrojaban poco a poco, pero no pudo hacer nada para evitarlo.

Por suerte el maestro entró al salón, indicando que la clase ya había dado inicio. Se había salvado. Michael se acomodó en su lugar un tanto apenado por lo que había hecho, sin embargo, por dentro se sentía tan bien, era raro de explicar.

Desde ese momento Prince se dio cuenta de que hay una mínima posibilidad de que le guste al rizado, aunque fue tan sólo un abrazo, no hay que adelantarnos.
...

La clase ya había concluido, no pasó nada fuera de lo normal ahí dentro. Lo único que hizo Prince fue robarle el lápiz al rizado. Jackson siempre había tenido la manía de ponerselos entre los dientes y morderlos; es por eso que a Rogers le encantaba tanto quitárselos cuando no se diera cuenta, para tener algo perteneciente a él.

El de cabellos cafés salió del aula cargando su mochila con sus cosas en su espalda, pensando en que clase le tocaba ahora se dirigió al centro del lugar. Lo bueno era que cómo él y Michael estudiaban lo mismo —música— iban a las mismas clases, todos los días.

El rizado ya iba en camino a su siguiente clase, también cargando con sus cosas y mirando directamente hacia el suelo para ver si encontraba su lápiz por ahí tirado. Prince se le acercó y le dio un pequeño empujón, su intención no era molestarlo; pero tenía que hacerlo para que su cuerpo no delatara las grandes ganas que tenía de abrazarlo cada vez que se le acercaba. "Malditos sentimientos".

—Hola, Jackson —le saludó él caminando a su lado—. Vi cómo le veías el pecho a tu novia antes de entrar a la clase ¿Qué tanto la veías, pillo? Le preguntó con un buen fingido tono burlón, cuando por dentro estaba ardiendo en llamas de furia.

—Ah, hola, Prince —dijo Michael regresándole el saludo—. N-no es lo que tú p-piensas. Es que ella se compró u-un nuevo collar y-y lo estaba viendo. Respondió el rizado completamente ruborizado.

El de cabellos cafés sentía mariposas en el estómago cada vez que él lo llamaba por su nombre, se sentía tan bien cuando lo hacía.

—Sí... ¿Haber y cómo era el "collar"? Le cuestionó Prince con tal de asegurarse de que el rizado no le estuviera viendo 'otra cosa' a Charlotte. Los celos en él no se notaban tanto, tenía que ocultarlos con estrategia.

—Umm... El collar tenía mi nombre grabado —comentó Michael cómo explicación—. Por eso me le quedé viendo; Charlotte a veces puede ser... Algo posesiva.

Rogers quedó algo sorprendido con sus palabras, en serio esa tal Charlotte le quería mucho. «¿A qué te refieres con "posesiva"? Siguió con el interrogatorio, mirando el bello perfil del morocho» Jackson tan sólo suspiró un tanto frustrado, le costaba esconder su secreto sobre su "atracción sexual" con los demás.

—Pues... A ella no le gusta que vea a las demás chicas, casi ni me deja saludarlas. Aunque no me gusta mucho hablar con personas, soy algo tímido. Le habló Michael con una pequeña y linda sonrisa.

En ese momento la bombilla dentro de la cabeza de Prince se encendió instantáneamente, pensando: "Debo ser muy afortunado por estar hablando con él ahora". Ambos ya habían llegado a su destino, entraron al salón y tomaron asiento.
...

Las clases habían dado fin nuevamente, los estudiantes ya se dirigían a sus hogares con sus mochilas colgando sobre sus cansadas espaldas. Prince salió de su última clase siguiendo al rizado sin que éste se percatase de su presencia.

Le dio una mirada al suelo para después levantar reiteradamente su cabeza en alto, puesta en esta una linda sonrisa al ver a su gran amorío frente a él. Siempre sonreía cuando lo veía, por eso estaba tan seguro de que lo amaba; de alguna forma u otra tenía que conseguir que fuera suyo, suyo y completamente suyo.

Lo dejó de seguir hasta que se dio cuenta de adónde se dirigía el caminar del morocho, así es, hacia Charlotte. Frunció el seño molesto, haciéndose a un lado. La de cabellos pelirrojos, al ver al rizado acarició su barbilla tiernamente, sacándole una sonrisa al ya dicho.

—¿Cómo te fue, cariño? Le cuestionó Charlotte a su hermoso novio.

—Bien, amor. Respondió cortante, siempre sentía un nudo en la garganta cuando le decía así, la culpa lo tenía de esta forma.

—¿Nos vamos?

—Sí, sí. Vámonos.

Los novios se tomaron de las manos, para posteriormente comenzar a caminar juntos hacia la salida de la universidad. Prince los vió, un pensamiento algo sucio llegó a él para apoderarse de su razón.  "¿Que tan grande será su trasero?" Se cuestionó a si mismo viendo la retaguardia de Jackson mientras caminaba.

Su objetivo estaba claro, tal vez ni siquiera se de cuenta. Una bola de gente se dirigía hacia ellos, era el momento perfecto. Se repartió entre los estudiantes para pasar desapercibido; ahora estaba detrás de la pareja. Preparó su mano derecha inconscientemente, si se iba a arriesgar a darle una nalgada por lo menos lo haría bien. Mordió su labio inferior, la retaguardia del morocho se veía más sensual de cerca.

Miró hacia los lados y hacia atrás, procurándose de que nadie lo estuviere viendo. Contempló el momento exacto y... Dejó caer su mano fuertemente en el trasero de él; tal cómo lo había deducido, Jackson estaba nalgón.

—¡Aah! —se quejó el rizado en un mini gritito, poniéndose rojo de la vergüenza—. N-no me puedes e-estar pegando nalgadas aquí. Le comentó Michael a Charlotte, pues pensaba que ella había sido la responsable de aparente nalgada.

Después de escuchar eso, Prince rápidamente comenzó a alejarse de ahí, caminaba lento y rápido a la vez, pero con la seguridad de que nadie lo había visto hacer tal travesura. Cuando ya se había tomado una buena distancia suspiró, para luego sonreír al ver a Jackson tan confundido.

—Yo no te di una nalgada, cariño —le respondió Charlotte también algo confundida—. Umm ¿Quieres que comience a nalguearte más seguido, eh? Le sugirió ella dándole un codazo pícaro.

— ... —Jackson se quedó pensativo ante aquello. ¿Si no había sido ella, entonces quién lo hizo? Dio un vistazo detrás de él, pero al parecer nadie ahí se veía sospechoso—. ¡No! N-no quiero que m-me hagas eso ¿Está bien? De seguro fue sólo mi imaginación.

Charlotte asintió extrañada ante aquello. Mientras tanto, Prince se hallaba celebrando internamente por lo que había hecho, aunque sabía en el fondo que estaba mal. «Dios, no puedo creerlo, en serio lo hice —decía cubriéndose la cara con pena—. Le di una nalgada a Jackson. Una risita traviesa se salió de si, estaba tan feliz ahora» Michael de mera casualidad le miró, frunció el seño para después ver a su novia.

—Espérame aquí, ahorita vuelvo. Le dijo a la pelirroja soltandola de la mano para posteriormente caminar hacia Rogers.

El de cabellos cafés se percató de ello, viéndolo venir hacia él, pensó: "Oh no, sabe que yo lo hice. Tierra tragame ahora, tragame ahora" decía su cabeza con desesperación y vergüenza, esperando desaparecer en ese mismo instante por la gran pena que pasaría.
...

Lo siento por tardar tanto en actualizar :c últimamente no tengo tanto tiempo para escribir cómo antes.

Espero me perdonen :'v

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Bebés, recuerden que la "perversión" no es algo muy bueno que digamos. Pensar en hacerle algo a alguien está bien, es normal; pero de eso a llegar a pegarle una nalgada a alguien sin su consentimiento o permiso es algo malo. Por favor no tomen ésto cómo un ejemplo a seguir. Todo es ficción.

Universidad Homofóbica I PrichaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora