❝Las preferencias no son motivo para dejar de amar a una persona❞.
Después de haber tenido sexo por error con uno de sus compañeros universitarios en una noche de borrachera, Michael comienza a cuestionarse su verdadera orientación sexual.
¿Cuál es...
Un singular tono duro sentía que me llamaba, todo se veía tan oscuro, tan borroso. Me levanté lentamente del suelo del sitio en dónde me encontraba, si es que a ésto se le podía llamar 'sitio'.
¿Dónde rayos se supone que estoy?
No había absolutamente nada, la oscuridad reinaba en el lugar. Me di la vuelta tratando de averiguar en qué lugar me hallaba. Nada. Sólo más oscuridad.
Nuevamente giro en contra al ver una luz blanca. Parecía que me llamaba. Camino hacia ella, pero al ir avanzando me di cuenta que sólo se trataba de una puerta de la cuál provenía esa luz destellante.
Tomé la perilla y la giré un tanto nervioso por saber que había del otro lado de esta. Abrí la puerta. Entré y posteriormente la cerré recargando mi frente en esta con pesar. Me di la vuelta para observar el lugar, era una habitación algo iluminada, pero con mucho ¿humo? por todas partes.
Con duda seguí avanzando por el cuarto, esperando no encontrar nada desagradable. En eso escucho esa voz tan familiar, nuevamente.
—Michael... Ven aquí. Le ordenaba la voz, que se oía cada vez más cercana.
Acudí a su llamado, pasé por un muro de humo sólo para encontrarme con mi compañero Prince acostado en una cama, en una posición que logró sonrojarme bastante, haciendo que hasta se me enchinara la piel por los nervios. ¡Diablos! ¿Qué estoy pensando?
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(Por motivos de censura de Wattpad tuve que recortar la foto. Pero pueden ir a ver la imagen completa en mi Instagram: @mjmoonwalker3)
—¿P-Prince? Pregunté con asombro al verlo. Además que noté que estaba completamente desnudo. Lo único que cubría su cuerpo era una fina sábana azulada.
Sus ojos penetrantes me observaban fijamente. No sabía a dónde mover mi vista, pero pronto me hipnotizó con su mirada.
De un momento a otro, él se puso de pie. La cobija se desprendió en el suelo, dejando descubierta su gran desnudez. Reaccioné a los segundos. Me voltee con pena y cubrí mi rostro. Podía sentir mis mejillas ardiendo justo ahora.
Después de un rato pude sentir con firmeza los brazos de Prince en mi cuello, abrazándome por detrás. Además que no fue lo único que sentí por detrás. Él dejó un beso en mi hombro para luego susurrar en mi oído:
—¿No vas a venir a la cama conmigo?
Eso fue suficiente para que algo se prendiera en mi interior. En seguida noté una mancha en mi ropa interior. ¿Cuándo me había quitado el pantalón?
—No pensé que te excitaras tan rápido, Jackson. Mofó Prince. Acarició mi miembro por encima de la ropa con una de sus manos. Sus labios descendieron hasta una de mis clavículas, dejando un chupetón en esta.
