Encontrando el Amor

Capítulo 3

El día volvió a transcurrir sin novedad, por la tarde-noche viajaremos, lo bueno es que en sí el viaje no será pesado, serán sólo dos horas de camino en auto, por lo que me ofrecí a conducir.

Pin se subió al asiento del copiloto y se acomodó dispuesto a dormir, así que solo lo deje hacer y me concentre en el camino. A las 8:30 p. m. estábamos llegando a nuestro destino, ya había hecho las reservaciones con anticipación, así como una reserva para cenar en el restaurant del hotel, así que llegando solo hicimos el registro de la habitación y el botones subió nuestras maletas.

-Bajaras a cenar conmigo después de darnos una ducha o prefieres el servicio a la habitación- le pregunté a Pin.

-Todavía me siento indispuesto, no te importa bajar a cenar solo verdad, no me sentiría bien si perdieras tu reservación solo por mí -, contestó Pin con un tono de burla en su voz.

-Puedo quedarme contigo, y comer algo aquí si lo prefieres-, traté de ignorar el sentimiento de rechazo de nuevo, pero también quería darle espacio a Pin, así que solo esperé que me lo confirmara con su respuesta.

-No es necesario, solo necesito descansar un poco para sentirme mejor, debería arreglarte de una vez, yo me ducharé después de ti, vamos apúrate -.

No tuve más remedio que hacer lo que me pedía, así que abrí mi maleta y saqué una muda de ropa la cual consistía en unos pantalones de chándal holgados en color blanco y una playera sencilla en color negro, y para completar mi atuendo unas sandalias de playa junto con mi ropa interior. Ya había decidido cancelar mi reservación y decidí también dar un paseo por la orilla de la playa.

Sin demorarme más me metí a bañar, me apresure a cambiarme en cuanto terminé y me despedí de Pin sin esperar respuesta, No es como si lo fuera a hacer, al bajar a la recepción avise de mi cancelación y me fui a la zona de la playa, ahí me dediqué a pasear por la orilla, relajando mi mente y pensando como poder lograr que Pin por fin pueda empezar a quererme, por mas que lo pensaba y analizaba nada de lo que había hecho había funcionado para mí en todos estos años, por el contrario, sentía 1ue Pin me odiaba cada vez más.

No quise seguir pensando puesto que un dolor en mi cabeza estaba empezando, de repente mi estómago urgió y decidí darme una vuelta por los puestos de de comida que hay en los alrededores, Cuando ya llevaba 20 minutos caminando encontré un puesto de pinchos de carne, así que me senté y ordené.

Cuando sentí por fin mi estómago lleno y satisfecho pagué y caminé de nuevo a mi habitación, al llegar, Pin ya estaba dormido así que decidí cambiar los papeles, tomé una almohada, le di un beso a Pin en la frente y me acosté en uno de los sillones de la habitación a dormir.

Al otro día.....

Un ruido de alarma me despertó al día siguiente, me levanté a despertar a Pin pero éste ya no se encontraba en la habitación, al menos dejó una nota avisándome que había salido a hacer ejercicio, que no lo esperará e hiciera mis actividades como mejor me pareciera. Estaba claro como serían nuestros días de luna de miel, resignado me metí al baño a asearme.

Asi pasaron 9 días, en los que apenas Pin regresaba y yo ya iba de salida y viceversa, como podía decir algo, solo es mi esposo de palabra, como podía exigirle algo cuando fui yo el que forzó esta situación. El último día acordamos regresar temprano a nuestra casa, la situación se había vuelto tan incómoda que fue difícil seguir tolerándolo. Esta vez fue Pin quien condujo de regreso, yo solo me entretuve en las vistas.

Al llegar y después de acomodar nuestras cosas en la habitación, una de las muchachas se acercó a entregarme un sobre.
No tenía remitente así que baje a la biblioteca y ahí abrí el sobre.