Cápitulo uno

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Para Anita Snape,

Si este fic consigue sacarte una risa, me daré por satisfecha.

EL ÚLTIMO AÑO

Han vuelto

-Lo han encontrado.- Susurró con una voz apenas audible entrando en el salón de Grimmauld Place, su rostro estaba pálido y ojeroso, y un pequeño sudor recorría su frente.- Lo han encontrado, Hermione.

-¿Qué?- Preguntó suavemente levantándose del sofá y acercándose a su amigo mientras lo obligaba a sentarse.- ¿A quién?

-A Sirius.- Su voz se quebró, las lágrimas pugnaron por salir de sus ojos, pero hizo un esfuerzo en contenerlas.- Lo han encontrado.- Y entonces Harry rompió a llorar mientras se abrazaba a su amiga con fuerza. Hermione sollozó junto a su amigo y lo abrazó con toda la fuerza que fue capaz.

-Lo siento Harry...

- Está vivo.- Susurró. Entonces la joven lo apartó lentamente.

-Harry se que piensas que puede...

-Está vivo.- Insistió. Hermione entristeció su mirada, no le gustaba ver a su amigo aferrándose a algo que no era posible.- Está vivo de verdad, Hermione.

-Eso no es posible, Harry.- La bruja trató de suavizar su tono, aquel era un tema muy delicado y lo sabía.- Bellatrix le lanzó un stupify, Sirius desapareció tras el velo. Murió.- Le recordó con una nudo en la garganta.- Habrán encontrado su cuerpo.- Susurró tratando de tener el mayor tacto posible.

-No está muerto. ¡Está vivo!.- La lágrimas de Potter salieron a borbotones, alzó la cabeza mirando directamente a su mejor amiga a los ojos y sonrió.

-Eso no es...- Titubeó y negó con la cabeza varias veces.- Eso no es posible...- Insistió. Harry asintió.- ¿Dónde está? - Preguntó la joven en estado de shock. No se esperaba aquello. – Cómo...

-No se sabe, nadie lo sabe.- Susurró el mago limpiándose la cara con la manga.- Les he mandado una lechuza a los Weasley, vienen de camino.- Explicó Harry nervioso.

-Vamos Harry, te prepararé un té.- Insistió la joven agarrándolo de la mano y llevándolo a la cocina. –Siéntate.- Hermione estaba colocando la taza sobre la mesa cuando un montón de cabelleras rojas asomaron por la chimenea. Las miradas se centraron en él.

-¿Es cierto?- Preguntó Arthur. Harry asintió con la cabeza.- ¿Qué... Cómo...

-No saben que ha pasado, ni cómo ha pasado, un funcionario lo encontró vagando en el departamento de misterios.- Explicó.- No sabían quién era hasta que alguien lo reconoció, han confirmado que es él.

-Cómo... ¿Cómo está?- Preguntó Molly con prudencia.

-Su cuerpo está en relativamente buenas condiciones, pero psicológicamente estaba muy desorientado y aturdido, lo han traslado a San Mungo, de momento no se atreven a decirme nada más. He tratado de verlo... -El joven estaba feliz, aunque se le veía triste y enfadado a la vez. Quizás por no estar ahí ya con él, o por la poca información que tenía.- Pero hasta que no sepan que ha pasado, lo mantienen aislado en cuarentena. Tienen miedo que pueda ser algún truco de los últimos mortífagos que quedan escondidos, o que sea alguna clase de magia oscura, poción multijugos, no sé...- Explicó visiblemente nervioso pero contento.

Molly se acercó al joven para abrazarlo.

-Tú no te preocupes.- La mujer le sonrió mientras le cogía maternalmente de la cara.- ¿Por qué no procuras descansar un poco? Mandaré a Arthur a San Mungo, y cualquier cosa que sepamos te avisamos. ¿Te parece?

El último añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora