Capítulo dos

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Para Anita Snape,

Si este fic consigue sacarte una risa, me daré por satisfecha.

El despacho y Grimmauld Place

Sollozó frustrada e incómoda, aquella sustancia se le había metido en los ojos irritándola y ahora provocándole sarpullidos en la piel, además la poción se había empezado a endurecer engarrotándole los dedos y brazos. Por mucho que lo intentaba no daba hecho, no lograba quitarse aquella asquerosa sustancia de encima.

Sintió una presión en el pecho que no conocía. Le estaba empezando a costar respirar...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

-¿Hermione?

-Estará bien, pueden irse.- Ordenó con amabilidad mientras sus amigas se iban de allí.- Si necesito algo les avisaré.- Indicó antes de que desaparecieran.

La bruja respiró un par de veces. Estaba tumbada, no recordaba haberse tumbado en el baño. Era extraño.

-Señorita Granger, puede abrir ya los ojos.- Le ordenaron con calma. No estaba en el baño, no estaba en sus habitaciones. Notó cómo le quitaban la ropa, el brazalete; trató de evitar que se lo quitara pero se notaba cansada y ni siquiera se opuso. Sintió la tela suave y fría del pijama de la enfermería. Notó cómo hacían algo con ella, pero tenía los ojos tan pesados y su respiración era tan agitada que se dejó hacer.- ¿Me oye?- Preguntaron tentativamente. Hermione hizo un esfuerzo y se limitó a asentir.- ¿Me ve?- Abrió los ojos con lentitud y asintió de nuevo.- Pues tiene suerte de no haberse quedado ciega.- Le recriminó.- Puedo curar muchas cosas a tiempo, pero lo que no soy es adivina. A sí que ha tenido suerte de que haya acertado su diagnostico a la primera.- Se quejó mientras le acercaba una poción en un vaso.- Bébasela entera y después me cuenta que ha ocurrido exactamente.- Le reprochó.

La joven obedeció sin pensárselo. El líquido amargo le bajó por la garganta y al momento lo escupió.

-Otra que esperaba zumo de calabaza.- Espetó Madame Pomfrey.- Está en la enfermería querida, ha tenido una reacción alérgica. ¿Me puede explicar que estaba haciendo?- Preguntó preocupada.

-Trataba de preparar la poción matalobos.- Se excuso.

-Santo cielo.- Soltó la bruja asustada.- Esas pociones no son para andarse con tonterías.- Afirmó.- ¿Y su profesor? ¿Dónde estaba que no la trajo aquí inmediatamente? Esto es una falta total de responsabilidad por parte de un docente.- Farfulló enfadada.- Dejar a un alumna en estas condiciones es una barbaridad y muy poco profesional. ¿Quién la dejó sola? Debo informar inmediatamente a la directora de esto. ¡Qué irresponsable!- Gritó mirándole las corneas y sus brazos. Hermione tragó saliva.

No quería que el profesor Snape se metiera en problemas por algo así. Si, había resultado ser un maldito cabrón; un déspota y un mal encarado. Pero tampoco es que pudiera echarle la culpa de que ella hubiera tenido una reacción alérgica a algo que ni ella conocía. Nadie podía haber previsto eso. O quizás sí, si la hubiera ayudado a quitarse aquella porquería del cuerpo a tiempo quizás no estaría ahí. Qué importancia tenía...

Se odiaba a veces por no tener la sangre de un Slytherin para poder tener más picardía en esos asuntos y usar la situación para sacar provecho de algo.

Que se le iba a hacer... Cogió aire y lo soltó de golpe.

-No.-Mintió.- Estaba sola estudiando, ya no estaba en clase.

-Una poción así de complicada...- Poppy chascó con la lengua en señal de desaprobación.- Ha sufrido un shock anafiláctico por algún componente de la poción, ya está todo controlado pero la animaría a que revisara los ingredientes y tomara precauciones a partir de ahora. Le daré las instrucciones al profesor Snape para que le prepare una poción específica para los síntomas de su alergia y podrá marcharse en un par de días.- Hermione quiso protestar pero la mirada de la enfermera la hizo desistir.- Dos días, y sólo dos días, ni más ni menos. Ahora descanse.

El último añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora