Overlord entre dioses

Capítulo 11

En la fría noche, iluminado por la luna, se podía escuchar los ruidos estallando fuertemente, claramente signos de una batalla.

Rias Gremory estaba lanzando su magia a diestra y siniestra a sus enemigos.

Sacerdotes si se les podría llamar así. No, el terminó correcto sería herejes, aquellos que abandonaron el camino justo y de la luz, para complacer sus pecaminosos deseos. Vestían ropas como las de un sacerdote con adornos de cruces en algunos partes, como la espalda y las mangas de los brazos, sin embargo, a diferencia de un atuendo de un sacerdote normal, estos eran negros. Todos equipados con armas que tenían integrado el elemento sagrado, armas para cazar demonios.

A pesar de que Rias estaba solo con Akeno, ambas enfrentando a aquellos sacerdotes que tenían una mirada lujuriosa, ella estaba resistiendo. Obviamente, si ella continuaba expulsando su magia de esa manera, terminaría agotándose antes de que pueda acabar con todos.

Esquivando un corte que iba dirigido hacia ella, se deslizo hacia su izquierda. Ella estaba rodeada, pero no derrotada. Se elevó en el aire y lanzó su característica magia de destrucción hacia abajo, al tonto que se había atrevido a atacarla, causando una explosión y daño colateral al que estaba cerca. Murió instantáneamente. Sin embargo, tuvo que volver a moverse para esquivar unas lanzas de luz, cortesía de los ángeles caídos. Ella pudo ver claramente como la llamada Mittelt tenía una cara de diversión grabada en ella mientras la observaba, claramente disfrutando lo que le sucedía.

Viendo un momento a Akeno por la esquina de su cambo de visión, pudo vislumbrar como ella hacia maniobras para esquivar las lanzas mientras se encargaba de los sacerdotes renegados.

Concentrándose en esquivar todo ataque dirigida a ella mientras lanzaba su magia a cualquier enemigo cerca, ella pensó en una manera de salir de esta situación.

Claro, ella podía resistir ante esta situación. Los sacerdotes no eran el verdadero problema, eran los ángeles caídos. El elemento sagrado innato de ellos les haría un gran daño si la tocara.

El enfrentamiento, sin duda, era difícil para ella.

Si solo fueran los ángeles, ella estaría segura de su victoria, sin embargo, lastimosamente, tenía que gastar su maná en los sacerdotes. A pesar de que eran débiles, un golpe de sus armas le causaría un daño que no sería pequeño.

"Definitivamente..." Pudo escuchar la voz del ángel caído que estaba observando la batalla, la que parecía joven y de cabello rubio, Mittelt; por el tono en que lo expresó, claramente se estaba burlando de burla "Pareces una rata escapando de esa manera."

El insulto claramente era para hacerla perder la concentración.

Akeno seguía ocupándose de los sacerdotes y, de en algunas ocasiones, devolviendo un ataque a los ángeles caídos para que la presión sobre Rias no fuera demasiada.

"Ufufu..." Ella hizo una pausa para llevarse los dedos de su mano derecha a su boca. "Vengan, nos divertiremos un poco más..." Ella tenía un sonrojo en la cara mientras decía esto, y un todo sádico. A pesar de estar rodeada de enemigos, definitivamente ella lo estaba disfrutando.

Mientras vestía su atuendo se sacerdotisa, lanzaba su magia de electricidad, dejando inconscientes a muchos sacerdotes.

Aunque sus enemigos eran muchos, ellos tenían la ventaja en poder, solo tenían que jugar bien sus cartas, sin que se les agote el mana.

Sin embargo, Rias y Akeno no tenían experiencia en batalla. Ellas no lucharon en enfrentamientos de este tipo. Sin embargo, no eran tontas, estaban luchando con ingenio.

Usando la mejor forma, reservando su mana tanto como fuera posible.

Ella eran, en cierto modo, magos. No tenían una forma de atacar con ataques físicos como Kiba. Akeno lanzaba su magia de electricidad, impactando en varios objetivos a la vez, para poder ahorrar maná, Rias también estaba haciendo lo mismo.