Capítulo 17 Overlord conoce a Phoenix 2

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CAPÍTULO 17
El sol bañaba con su luz la tierra, dando una hermosa vista de la ciudad de Kuoh. Los pájaros cantaban en aquella hermosa mañana, sin preocuparse de lo que pasaba en ese lugar, todos caminaban en su día a día; los trabajadores asalariados estaban yendo hacia su lugar de trabajo una vez mas, incluso aquellas tiendas de abarrotes, sacaban sus productos como cualquier otro día. Sí, todo era como cualquier otro día… mas no en cierto lugar, más específicamente en cierto territorio de una academia llamada Academía Kuoh.

No, repasemos la situación una vez más. Cada estudiante estaba comportándose como en cualquier otro día, yendo a sus salones respectivos. Cada profesor haciendo su trabajo como cualquier otro día, sí… todo era paz y tranquilidad, excepto por cierto club, excepto por cierta pelirroja y excepto por cierto pelinegro que, sin importar lo que se diga, nunca sería normal, almenos no para este mundo.

En aquel club, donde un grupo de demonios se reunían, más exactamente la nobleza de la familia Gremory, la cual tenía por rey a Rias Gremory, en este momento no estaba en una buena situación.

Desde la perspectiva de Rias Gremory este no era el camino en el que se imaginó que iban a transcurrir las cosas… almenos no tanto. Sí, ella sabía que los del consejo del inframundo eran avaros, y deleznables en cierto sentido y un sinfín de cosas más que le gustaría maldecirlos, pensó que aún respetarían la decisión de su casa, de los Gremory. Sin embargo, nada podía estar más lejos de la realidad. Aquellos que velaban por el inframundo… no, ellos seguían un ideal, deseos que no estaban alineados con la felicidad de ella.

A raíz de todo lo anterior, ella se encontró con su “prometido”, la persona con al que la iban a cazar. En su mente ella no sentía más que solo las cadenas de nombre “fénix” y “problema a su hermano” que la detenían de tomar una acción poco ortodoxa. En el transcurso que ella vivió en Kuoh pensó muchas veces en maneras de salir de este destino que la atormentaba con ser una yegua de cría… sí, eso era en  lo que la convertirían, solo un medio para obtener prestigio.

Pensando un poco más la situación, en la que la persona llamada Satoru Suzuki se encontraba actualmente en un encuentro de diablos, era muy raro. Sí, Rias lo pensó, y todos también pensarían lo mismo, de eso ella estaba segura.

El encuentro de este… esta persona era irregular.

Un humano junto a un Ángel caído y un vampiro, un conjunto bastante irregular. Al principio ella los miró desde lejos, investigándolos, observando sus acciones en secreto, sin embargo, ella no encontró nada raro, mas eso lo hacía aún más extraño de lo que ya era. Un humano junto a un ser de  lujuria entregada-arraigada a sus deseos de la que era la fuente de su caída, y también y depredador de sangre por excelencia… junto a su “presa”, un frágil y débil humano, al cuál muchos de su especia, que ella podría jurar, no dudarían en jugar con aquella frágil bolsa de carne y sangre y complacer sus deseos… aunque ella podría pensar en la posibilidad de esto último pero las acciones de aquellos seres demostraban lo contrario. Ellos no… no lo miraban como un depredador a su presa, al menos no en el sentido más literal de la palabra sino que lo trataban como a un… muñeco si podría decirlo; un muñeco frágil, tan frágil que podría llegar a romperse con el más mínimo trato duro. Ella sentía curiosidad por esas personas así como sospecha.

Pero también ella sabía que ellos eran fuertes, sin hablar del Ángel caído y el vampiro, el humano poseía magia de un nivel bastante fuerte para su especie, al menos de lo que ella conocía, eso sería suficiente para que este, o tenga un artefacto sagrado dado por Dios, o sea descendiente de un héroe de leyenda.

Ella lo había tomado como candidato para que tome su virginidad y hacerlo tomar responsable, pero mirando a sus acompañantes ella dudaba mucho de que este aceptara su oferta. ¿Belleza? Él ya tenía a Albedo la cual era como la personificación de un ideal de hermoso, es como si hubiera sido tallado para que cualquier hombre sin excepción se vuelva loco por ella… y también esa es la razón de la que estaba en la situación actual. Ella solo lo había pensado mas no se había atrevido a hacerlo, incluso su sirviente también era un buen candidato, incluso mejor si tomaba su título de emperador dragón rojo en la balanza.

Overlord entre diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora