Tiharett comía aquel trozo de sandía que le había regalado Bastian, quien jugueteaba con sus propias manos.
—Sandías transgénicas, es curiosos como menos
— Es solo una sandía, no trates de sacarle la quinta pata al gato, además con lo pálido que estás te viene bien hidratarte
—No estaría tan pálido, sino me hubieses sorprendida afuera de mi hotel
—Pues no creí que te disgustara tanto ver a un viejo amigo
— Viejo si, amigo no
—Tiharett santo cielo, Valenka y yo ya no trabajamos juntos
—¿Entonces que carajos era ese puto niño que traías en nuestro primer encuentro?
—Se quedó sin hogar...
—Carajo, te tiene lavado el cerebro, ese niño está mejor muerto que con esa bruja
—Tiharett el vive conmigo solo...
—¡No Bastian, es otro peón en su ejército, igual que tú!
Bastian era un hombre de carácter afable, su rostro reflejaba real preocupación, pero Tiharett sabía que no haría nada al respecto, ya sea por miedo o por todo ese popurrí de sentimientos anormales que tenía por esa loba.
La nieve caía, adornando aquel hermoso parque, ya sea por los árboles sin hojas, los olores inconfundibles y el frío que azotaba su rostro .Tiharett era capaz de perdonarlo,para con ello mantener esa imagen de supuesta normalidad, esos recuerdos imperturvados y el calor que se acomodaba en su corazón.
—Extrañaba Rusia
—Me imagino- Bastian le sujeto la mano y la apretó antes de soltarla y darle una de sus muchas sonrisas, una de esas que deja ver los dientes y que dedicas sin pensar en si te vez bien o no, una sonrisa confidente.
—Los chicos te extrañan
—No quiero pensar en eso
—Yo te estrañaba-Bastian comenzó a rodearle con sus brazos, Tiharett estaba tenso y el cuerpo comenzó a temblarle.
—Pobre ya no aguantas el invierno
— Lo que no aguanto es tu puta hipocresía
—No es hipocresía, en verdad te adoro, eres mi niño
—entonces serias un pésimo padre
—Tiharett - le sujetaba con aún más fuerza
—si en verdad me quisieses querido, me abrías buscado- le susurró quería herirlo, recordándole su calvario
— Valenka me dijo que estabas en un buen internado, teniendo una vida normal — sus ojos estaban abiertos como platos, su rostro se contrariaba por la incertidumbre, no sabía nada, Valenka habían callado su infierno, había mentido, haciéndoles creer que había estado en un internado inglés de niños acomodados, que mal que estaban, pero no podía culparlos y menos a Bastian, esperaba que los otros se cuestionasen más esa historia.
Una sensación horrible cruzó por su cabeza, recordó esa el roce áspero, ese olor a alcohol etílico, sus ojos de loco y luego nada.
—Eres un idiota
—Creí que estarías mejor
—Espero que te mueras - le grito mientras se zafaba de su agarre.Bastian le miraba con ojos suplicantes y Tiharett deseaba cerrárselos a golpes, se colocó en pie y se marchó, el hombre no le siguió, ni siquiera hizo el amago.Tiharett botó la corteza de su sandía y abandonó aquel parque.
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Los tiempos de otros
FantasiaTiharett no recuerda muchas cosas y tampoco le apetece hacerlo.Tiene poco por lo que vivir, pero el odio ante la omisión de seres queridos con respecto a las atrocidades de su pasado, le llevaran en un camino de venganza y descubrimiento.