DON'T FEAR ME, LOVE ━━ SEOK JI WOOK | ABYSS.

iii.

Habían pasado días desde aquel incidente, nadie lo sabía, Haneul estaba teniendo un cambio de actitud, que la llevó al crecimiento de su ansiedad social, que hasta hace unos días estaba casi controlada.

Ya no era como antes, antes estaba traumada por todo lo horrible que había vivido en su secuestro pero ahora, permanecía más callada y se negaba a ir al bufett de abogados o a la fiscalía. Simplemente no quería verlo, y ella no lo sabía, pero al parecer sus extrañas actitudes llevaron a que Ji Wook notara esto.

Ocurrió tres días después del incidente, la volvió a ver cerca del buffet de abogados, ésta se fue rápidamente con la excusa de que Cha Min la estaba llamando al notar como el abogado se le acercaba con la intención de hablar.

Ahora estaban en el hospital, al ir al explorar en el bosque Hee-jin se había lastimado y al llegar al hospital, los doctores avisaron que estaba bien pero que necesitaban verificar si su pie necesitaría cirugía o no.

Minutos más tarde decidió salir con Se-yeon a buscar algo de comida, bufando al caer en cuenta de que ellas siempre serían las responsables de la alimentación, si fuera por Cha Min, nunca comerían, no sabe ni servirse en un restaurante.

Cuando se encontraban de regreso al hospital despues de comprar, la vocecita de Se-yeon rechinó en su cabeza, cuándo esta exclamó un nombre que la hizo detenerse de golpe.

No por favor.

— ¡Fiscal Seo! — Se acercó rápido, olvidando por completo a la chica a su lado, quién aprovechando ésto, se alejó disimuladamente para después salir corriendo a las escaleras, ya que el elevador seguía ocupado.

Iba tan sumergida en su mundo queriendo evitar al abogado, que no se dió cuenta que este venía siguiéndola.

Corría apresurada intentando llegar al piso donde yacía Cha Min en compañía de Hee-jin, pero su respiración no colaboraba.

Al momento de detenerse por unos segundos a descansar, sintió como una mano se ponía en su brazo volteandola, chocó con un fuerte cuerpo y de inmediato levantó la vista, encontrando directamente la mirada fija del fiscal.

— Haneul — Susurró viéndola detalladamente.

La mencionada por instinto tembló en sus brazos, intentando separarse.

— S-Suelteme — Evitó su mirada, fijandola ahora en el agarré que ejercía éste en su brazo derecho.

— ¿Me tienes miedo? — Observó los pasillos, que por suerte estaban solos. La ya dicha pregunta rondaba su cabeza desde el momento en que vió y sintió como era evitado por la chica, cuando vió aquel día que aquellos ojos que para él son la perdición, ahora lo veían con un temor indescifrable, se sintió terrible y más aún al momento de gritarle, sin embargó sus ganas de protegerla eran mayores.

Haneul no respondió, siguió evitandolo hasta que él la empujó dejándola ahora empotrada en la pared, mientras que otra de sus manos se colocaba en su cuello, sin querer lastimarla.

— Mirame — La chica negó. En ese momento el entendió que había cometido un error.

Ahora la chica que consideraba un milagro en su vida, estaba temerosa de él, fue como recibir un castigo. — ¿Me tienes miedo? Prometo no hacerte daño si me miras a los ojos... — Dijo intentando persuadirla, mientras su voz pasaba de un tono severo a un tono suave, que demostraba, que quería consentirla, cuidarla.

Luego de unos segundos los cuáles para él se hicieron eternos, lo miró a los ojos, los orbes de la chica estaban cristalinos y demostraban temor. — Perdón — Susurró. Acercó su rostro a la chica, sintiendo en su interior un huracán de emoción, estaba decidido a hacer esto

Colocó de manera delicada la mano en la pared donde estaba recostada la chica y posó sus labios sobre los de ella, formando un beso, que estaba cargado de amor.

Haneul estaba paralizada, no podía creer lo que estaba pasando, poco a poco sus ojos se cerraron y siguió el beso, mientras sentía la sonrisa de Ji Wook en medio de éste.

Se separaron por falta de aire luego de unos minutos y él de inmediato quiso abrazarla, acariciando con una mano su cabello y con la otra su cintura — Perdóname, yo solo quiero protegerte de él — Susurró inaudible. Cerró sus ojos, mientras sonreía, pensando que al fin había logrado que Haneul lo perdonara...

Oh, que equivocado estaba...

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Le agregué algunas cosas para alargar la historia ❤️.