Al día siguiente, Haneul se levantó más tarde lo normal, al momento sea sentarse frotó con delicadeza sus ojos, debido a que estos habían amanecido un poco rojos e hinchados producto de su llanto.Cuando salió de la habitación se encontró con un apurado Min.
— Arreglate, iremos a un lado — Dijo únicamente, la menor hizo caso y luego de unos quince minutos salió totalmente arreglada, a excepción de su cabello, el cuál había decidido dejar secar al aire libre, además de que no le daba tiempo a secarselo. — Vámonos — Hizo énfasis en a, logrando sacarle una pequeña risa a la menor. Juntos se dirigieron hacia el auto.
Minutos más tarde llegaron a su destino, era un enorme edificio que desde afuera se llegaba a nota lo lujoso que era. Se bajaron del auto después de estacionarse y con rapidez Min corrió a los ascensores, teniendo detrás a Haneul.
Al llegar al piso indicado, también corrió con fuerza hacia el departamento, del cuál salió un chico asustado que se chocó bruscamente con la chica, quién se quejó al sentir un fuerte dolor en su brazo izquierdo.
Eso provocó que el más alto corriera más asustado, con los nervios a flor de piel y cuándo entró, un grito se escuchó por todo el piso.
— ¡Se-yeon! — Se tiró a su lado sin saber que hacer, acunando el rostro de la más pequeña mientras apretaba la herida intentando parar la gran cantidad de sangre que salía de ésta, al lado de ella yacía otra chica, quién observaba todo asustada.
Haneul entró luego de unos segundos, y cuando vió el gran charco de sangre que comenzaba a esparcirse por todo el lugar, su corazón dió un vuelco. No. No era posible.
Todo pareció quedar en cámara lenta frente a sus ojos, Min sostuvo con firmeza a Se-yeon y bajó corriendo en dirección al auto, dispuesto a llevar a la chica al hospital.
La imagen se repetía constantemente, mientras sentía como era zarandeada por la chica frente a sí tratando de sacarla de su mundo.
No podía repetirse, no.
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Mantenía su cabeza recostada entre sus piernas, sintiendo como su respiración se volvía pesada cada vez que esos horribles recuerdos regresaban a su cabeza, abrazaba sus piernas al recordar tal acto atros.
— Haneul... — Levantó la mirada en encontrando así la de Cha Min, quién le dió una pequeña sonrisa.
— Oppa, ¿Cómo está Se-yeon? — Se levantó hasta quedar frente a él, teniendo que levantar la cabeza por la notable diferencia de estatura.
— Ya despertó y está mejor, quiere verte vamos... — Agarró su mano entrelazando sus dedos y juntos caminaron hacia la respectiva habitación donde yacía Se-yeon, al entrar en ella pudo notar el tenso aire que emanaban las personas que estaban dentro.
— Unnie... — Susurró sintiendo sus lágrimas caer de sus ojos, las cuales fueron limpiadas por los pequeños pulgares de la más baja.
— Estoy bien cariño — Sonrió forzado, sentía aún la anestesia pasear por su cuerpo. — Los reuní aquí porque quiero confesarte todo Mi-do — Miró a la mujer delante de ella, quién solo le dirigió una mirada confundida al escucharla.
Haneul por su parte dirigió su mirada hacia su alrededor, vió los tubos con suero y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, miró la camilla, la intravenosa y el monitor.
No.
No podía soportarlo más.
Debía irse. Debía salir de allí o se rompería delante de todos sin explicación alguna.
A paso rápido caminó hasta la puerta para después abrirla de golpe y correr hacia la sala de espera, sentándose en las sillas con las manos en la cara, su respiración se agitaba a cada segundo.
Estaba exhausta, no quería correr más, quería enfrentar sus miedos, pero no pudo. Simplemente no podía seguir rodeada de ese ambiente, de todas esas personas. No podía más.
— ¿Que pasó? — Min sostuvo su rostro entre sus grandes manos, la menor respondió con un sollozo, estaba harta de llorar, su vida se había vuelto una mierda.
En pocos días había llorado lo que en toda su vida no había llorado, en pocos meses su vida se derrumbó, le atormentaban pesadillas y vivía con miedo. Miedo a ser encontrada por él nuevamente, miedo de que toda la historia se repitiera.
Sentía que no podía más con esa carga, poco a poco la había carcomido y finalmente, acabado con su corazón. Que ahora se encontraba destrozado y sin ánimos de seguir.
#Storytime... (Pa distraernos un rato, léanlo todo 😂)
Hace como unos dos años me gustaba un chico, yo era aún más tímida de lo que soy ahora y pues un día (cuándo aún era nuevo) me pusieron a recoger el dinero de las copias, yo estaba bien nerviosa y cuando pase por su puesto me dio un moneda (de la cuál si tenía cambio) y yo bien roja por tener que pedirle eso dije que no había cambio y que le dijera a la maestra.
Después de eso al notar como me ponía nerviosa cuando él se acercaba comenzó a aprovecharse de eso, comenzó a burlarse de mi con otras "amigas" que les vi su doble caras, parecen monedas.
Entonces un día estaba celosa y le conté a una amiga y ella después de prometerme que nunca le diría a él, le dijo y yo me dí cuenta porque ni esperó minutos fue enseguida (¡Literalmente!).
A lo lejos pude ver como el se reía y me veía con una sonrisa de suficiencia, ¿Y adivinen que logró eso? Sip, mi depresión creció.Después de eso no nos hablamos y de vez en cuando nos rozabamos, el decía que no podía estar con una pelaita (se creía muy madura el niño) pero decidí ignorarlo y logré superarlo.
Y este año se comenzó a comportar raro, una amiga aún le habla y estábamos en una especie de talleres de experimentación y le dijo a ella que me pidiera permiso para estar el en el equipo, yo dije que si sin ponerle importancia.
¿Adivinen quien me comenzó a escribir hace un mes, intentando sacarme tema de conversación? ¿Adivinen quien buscaba llamar mi atención haciéndose el guapo? Pues si, él, ¿Le presté atención? No, no se la di. Al parecer con el tiempo se rindió y dejó de escribirme, yo me relajé más, ¡No podía creer su hipocresía!
Fin del #StoryTime 💖.
Espero les haya gustado mi desgracia amorosa 😒😂.
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DON'T FEAR ME, LOVE ━━ SEOK JI WOOK | ABYSS.
FanfictionNo me temas, amor, solo quiero protegerte. Alejarte de mis demonios... Mantenerte a salvo, pero... ¿Sabes? saber que esa mirada que me vuelve loco y esa sonrisa, desaparecen cada vez que me acerco siendo reemplazadas por una mirada de temor, rompe...