S E I S

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*necesito que vengas a mi casa, parece que entraron a robar*

Envío el mensaje y observo a mi padre, está amarrado a una silla y me mira con odio profundo.

"ahora sí, empezaras a odiarme"

— ¿Qué pasa padre? —sonrío sarcástico—. ¿Ya no eres tan valiente sin tu cinturón al pegarme?

—deja la malditas estupideces Léx—dice—. Suéltame para poder irme, te prometo que olvidare todo este teatro.

—la única forma que tu salgas de aquí es en una bolsa negra con tu cuerpo dirigiéndose a la morgue—dejo de sonreír y lo miro directamente a los ojos.

Los suyos se abren sorprendidos pero rápidamente se recompone y me da me sonríe burlona.

— ¿y crees que tienes las agallas para asesinarme?

—Dímelo tu—saco el arma y le rozo el hombro con la bala, la sangre sale de la herida en segundos. Mi padre suelta un alarido de dolor y cerró fuertemente los ojos.

— ¡bastardo! —me grito y luego abrir los ojos, no solo había odio en ellos sino que el comenzaba a creer que esto iba muy en serio.

"¿lo disfrutas Léx?"

...

Me rio, luego escucho unos neumáticos y sonrío mas. Mi otra presa ha llegado.

—Cállate—tomo un trozo de cinta adhesiva y se lo coloco en la boca—. Si no quieres que te corte la lengua es mejor que te calles.

— ¿Garrett?

Los escucho y lo sonríe a mi padre que me ve con miedo.

"eso es, témeme"

— ¡ayuda! ¡Ayuda por favor!

Escucho las pisadas venir hacia el granero. Me coloco cerca de la puerta. El entre y cuando ve a mi padre queda confundido.

— ¿Garrett? ¿Qué ha pasa-?

No hay tiempo a reaccionar cuando lo golpeo con unos de los tubos cerca de mí. El cabello salta asustado cuando el cuerpo del amigo de mi padre cae al suelo.

No dejo de sonreír y observo a mi padre.

—comencemos a jugar.

—comencemos a jugar

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Estaba satisfecho.

Mi padre y su amigo se veían vulnerables y asustados. La satisfacción crecía en mi pecho, estaba satisfecho pero no me iba quedar con solo esto tan pequeño.

Necesito más.

—L-Léx por favor—sus era temblorosa, el miedo lucia en su expresión—. Hablemos yo...

—no, hablar ayuda en nada padre, no cambia nada—utilice sus palabras.

Me incline hacia el frente y lo mire directamente a los ojos.

—Voy hacer que pidas que te mate de una buena vez—susurre y el tembló, preso del pánico que le causo.

De la nada tocan la puerta del establo y mi vista se fija allá. Mamá entra y abre los ojos sorprendida al ver la herida mi padre y al amigo de él.

— ¡Lorein! ¡Ayúdanos, llama a la policía!

Mi madre lo mira y su mirada vuelve a estar fría.

— ¿y desperdiciar la oportunidad de verte sufrir?—Niega, una sonrisa en su rostro aparece llena de burla—. Que te maten de la forma más fea Garrett.

Observo a mamá. Ella se acerca y se planta junto a mí, mi padre nos ve sorprendido pero luego hay enojo.

—zorra...

Mamá se acerca y le da una bofetada fuerte que hace que su rostro se gire. Silbo encantado, jamás había visto a mi mamá así.

Ella no solo le da esa bofetada sino que le da un golpe fuerte en la cara y mi padre suelta una maldición.

— ¿quieres matarlo, verdad? —ella me mira y asiente—. Hierve agua y tráela aquí.

No dice nada más y sale del granero. Mi padre la observa irse y me rio, el vuelve a ponerme atención.

— ¿Qué, no te lo esperabas? —Me acerco y le aprieto fuerte el hombro herido, él grita y le doy una bofetada—. ¡Deja de gritar!

El muerde su labio cuando aprieto más fuerte, la sangre sale y me mancha la mano. Me aparto y observo al amigo de mi padre, él se estremece pero me mira sin parpadear.

Camino hacia una pequeña mesita donde dejé el cuchillo y me acerco de nuevo con él. El abre los ojos con temor y niega con la cabeza.

—Debo agradecer algo—lo observo a los dos, coloco el cuchillo en la garganta del hombre pero no corto, él no va a morir de esta forma tan simple. —. Tú me ayudaste a salir padre.

El aunque todo el miedo está en su mirada me ve prestándome atención.

—VD es la droga de los locos—expreso. El cuchillo lo bajo y esta tan afilado que da un corte que en microsegundos se llena de gotitas de sangre—. Solo apresuraste el momento.

Sonrío cuando el temor en más fuerte en sus facciones. De la nada la puerta se vuelve abrir y mi madre entra con un balde metal con el agua hirviendo que le pedí. Me alejo y busco tranquilamente donde el caballo toma agua y lo coloco frente a mi padre. El agua llena el bebedero.

Miro a mi padre y luego a mi madre quien está de brazos cruzados viendo a mi padre con odio. Vuelvo mi vista a las dos personas que tengo atadas y sonrío.

Hoy extingo mi venganza.

La Compañía De Léx ✓ 0.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora