El nombre Léx es extraño y su portador igual de extraño.
Pero ¿no da curiosidad por qué Lex se volvió un asesino?
veremos todo lo que pasó entes de del 29 de septiembre del 2020.
«a veces nosotros mismos nos destruimos»
Léx, el asesino del pueblo Bl...
— ¡¿acaso tratas de envenenarme?! —escucho los gritos de mi padre. Tomo una almohada y la coloco en alrededor de mis orejas tratando de aplacar el ruido.
Pero sigo escuchando los ruidos; los golpes, los gritos de mi mamá y los innumerables insultos que salen de la boca de mi padre.
¿Por qué todo se volvió así?
"puedes pararlo Léx, sabes que puedes"
No voy a matarlo, es mi padre. No puedo.
"ambos sabemos que es lo que deseas"
No, no es cierto.
"lo es; quiere ver el terror en su cara cuando lo cortes, quieres torturarlo y que sienta mucho dolor"
...
"porque lo odias Léx, odias al desgraciado que te corta el cuerpo y golpea a tu madre"
Lo odio.
Lo odio, lo odio, lo odio.
"puedes parar todo, solo mátalo..."
Puedo parar todo...
"déjame tomar el control y toda esta pesadilla va a terminar"
¿Lo prometes?
"lo prometo Léx"
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Camino hacia la cocina. No hay nadie, seguro están en la habitación. Entro y voy directamente al cajón de los utensilios donde ahí, brilla por el metal un cuchillo para carne.
Una sonrisa cruza mi rostro y lo tomo subiéndolo hasta poder ver mi reflejo en el mismo.
—Léx...
Me tenso al escuchar una voz femenina.
Maldición.
No la toques a ella.
"no lo haré"
Me giro y no trato de esconder el cuchillo, ella lo ve primero y luego para la vista a mi cara mirándome detenidamente.
—tú no eres mi Léx—dice y sonrío.
—Claro que si mamá—ella sigue mirándome detenidamente y luego pasa su vista de nuevo al cuchillo que aprieto en mi mano. Me observa y dura un tiempo sin contestar hasta que solo entra completamente a la cocina, va a al refrigerador y toma un vaso con agua.
—Garrett saldrá en una hora por una emergencia en su trabajo—toma un sorbo del agua y me vuelve a mirar, fría e indiferentemente—. Solo haz lo que tengas que hacer.
Su respuesta me complace. Salgo de ahí y de nuevo entro a mi habitación. He esperado tanto que Léx me escuchara que no desperdiciare esta maldita oportunidad.
No quiero recordarme de lo que haremos.
—oh no—niego divertido—. Te vas a recordar de todo Léx, porque voy hacer que lo disfrutes.
"ya no más, no más malditos maltratos, no más de esta mierda"
Fui al armario y tomo la ropa más negra y sin algún estampado que encontré. Me la coloco y cuando termino de subir el cierre de mi suéter observo la hora en el reloj: 9:43pm.
Escucho la puerta de la habitación de mis padres abrirse y luego volver cerrarse, los pasos al bajar la escalera resonaron. Después, la puerta principal. Camine hacia mi ventana y lo vi, llevaba su traje de policía y se preparaba para salir en su camioneta.
Cuando entra y ve que el auto no funciona sale y lo revisa. Una sonrisa cruza mis labios. Perfecto.
Vi que tomo la linterna junto con el arma y salió de la propiedad caminando. Salí del cuarto y me sobresalte cuando observe a mi madre estar frente a la puerta de brazo cruzados. Me hizo una seña y desapareció y luego volvió con un revolver en la mano.
—Está cargada—me avisa—. Sé que sabes cómo usar un arma, has visto a Garrett millones de veces.
La tomo en mi mano y la guardo en la cinturilla de los pantalones, mantengo el cuchillo en mi mano y cuando estoy a punto de salir su vos me detiene:
—intenta hacer que sufra.
La miro y sonrío. Quiere vengarse igual, ella también quiere esto.
No contesto y me apresuro a irme, salgo de la casa y camino. De lejos observo la linterna y me apresuro ya que esta algo lejos. Camino tranquilamente cuando ya estoy a una distancia prudente. De repente noto como se tensa y sé que se ha dado cuenta. Me coloco por los árboles y me camuflo perfectamente cuando él se gira rápidamente y apunta, también alumbrando con la linterna.
— ¿Quién anda ahí? —sonrío, estúpido. — ¡si no sale dispararé!
Camino con cuidado, sin dejar que algún sonido me delate. Me voy acercando a el poco a poco, sigilosamente.
De la nada, la linterna empieza parpadear y el suelta una maldición. Sonrío, justo como lo planee. Me acerco por detrás de él cuándo está completamente concentrado en la linterna, saco el arma y le doy un fuerte golpe en la cabeza dejándole inconsciente.
