La persona que amo.

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Yato miró perplejo aquella luz, parecía más bien una estrella muy pequeña. El dios estaba perplejo y de pronto lágrimas brotaban de sus ojos sin que él pudiese controlarlo.

-¿Qué es eso?- dijo Yukine algo fastidiado.-Jeee, dime ya qué es.

-Es... un alma.

Yukine se acercó, miraba a Yato y a la luz sucesivamente.

-Estamos en un hospital, es normal, abundan los Ayakashi ¿No?

-No es un Ayakashi...-Miró a Yukine, estaba llorando-Te diré lo que es si prometes no alterarte... Podrías lastimarme.
El joven asintió.
-Es una mujer joven... Muy joven y hermosa... H-Hiyori... Es Hiyori..
Bajó la mirada al pronunciar su nombre. Yukine estaba perplejo tratando de contener sus emociones para no dañar al dios.
-Eso significa que ella...
-Ella quería seguir viviendo... No se fue, eso habría sido lo correcto... Ella no...
El Tesoro Divino rascó su cabeza confundido. Ambos contemplaban la pequeña luz con curiosidad.
-Yato...-dijo Yukine algo inseguro.
-Huele bien...
Era una voz extraña, distante a los chicos.
-Huele bien... Es como nosotros...
-Mierda-gritó Yato.
Una multitud de Ayakashis se abalanzó sobre la puerta. Yato retrocedió de inmediato cubriendo la luz.
-¿Qué esperas? ¡Llámame!-gritó Yukine- Anda.
-Es arriesgado, ¡crea una barrera!
-¡¿Una barrera?!
-Yukine, es una orden-Amenazó.
Yukine con un simple movimiento de su mano creó el límite que los separaba de los Akayashi. Yato no se arriesgaría a perder a Hiyori una vez más.
El dios se colocó frente al alma de Hiyori y pronunció con firmeza:
"Tú sin dónde ir ni dónde volver, te daré un lugar al que pertenecer. Mi nombre es Yato. Tomando un nombre permanecerás, con este nombre te haré mi sirviente"
-¡Apresurate!-Gritó Yukine, los Akayashi se amontonaban tras el límite. Se preguntaba, al igual que Yato, si eso era lo correcto.
-Con este nombre y significado usaré mi vida para hacerte un Tesoro Divino. -Al decir estas palabras comenzó a trazar un símbolo con ambos dedos-.Como nombre Megune, Como tesoro divino Meki- suspiró con tristeza-, ¡Ven, Meki!
La luz se expandió abarcando toda la habitación. Yato se tiró al piso, podía ver los últimos recuerdos de Hiyori y en la gran mayoría se encontraba él.
-¡Yato!
Hiyori se había transformado en una bufanda, una simple bufanda igual a la que Yato usaba hace años.
Podía sentir a Hiyori, estaba con ella nuevamente. No se movía, sólo trataba de controlarse.
Los Akayashi derribaron la barrera, Yukine corrió hacia Yato. No podía hacer otra barrera, su dios no respondía.
-!Seki¡

La muerte de Hiyori (Noragami Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora