Prólogo

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Era de noche. La luna brillaba con mucha fuerza. El cielo estaba lleno de estrellas, que envolvían a la luna. Habían nubes en el cielo. Una bandada de Pidgeots surcaba el cielo. Había pokemon en mitad de un extenso campo, que quedaba bañado por la luz de la luna. Era un Zoroark, tumbado y durmiendo plácidamente. De su larga melena, se asomaron dos pequeñas orejas, y acto seguido un pequeño hocico. Era uns Zorua, pero era distinta a los de su especie. Las partes de su cuerpo que tendrían que ser rojas, eran azules, y tenía un tono de negro mas claro de lo habitual. Es, lo que los entrenadores pokemon llaman, shiny.

Se acurrucó más al lomo de su madre. La pequeña cría de Zorua, comenzó a olfatear una mariposa que pasaba por ahí. La mariposa se alejó, y Zorua saltó de su madre para perseguir a la mariposa, pero antes de que pudiera tocar el suelo, ágilmente Zoroark la agarró con suavidad, y le volvió a depositar en su pelaje.

- Te he dicho que no debes alejarte de mi sin mi permiso, - dijo su madre a la pequeña Zorua en un tono firme, pero dulce - sobretodo ahora en la noche, que acechan muchos peligros de los que aún no eres capaz de defenderte.

- Ya lo se, - le respondió a su madre, con una sonrisa - pero esque esa mariposa eran tan bonita.

- Mi pequeña Zorua - dijo su madre acariciándola - ya tendrás tiempo para explorar lo que quieras más adelante, pero ahora tienes que dormir.

- Vale - dijo Zorua alargando la a - buenas noches mamá. Te quiero...

Zorua no había terminado de decir esas palabras, cuando Zoroark, se puso en alerta, y se levantó bruscamente del suelo, haciendo que su cría se callera al suelo.

- ¿Mam..?

- Vete. - cortó fríamente Zoroark.

- Pero...

- ¡Qué te vayas he dicho! - gritó la madre de Zorua, asustándola y haciéndole llorar.

Zorua corrió hacia al bosque, llorando. Echó la vista atrás, y vio a su madre de pie, como si estuviera acechando. Siguió corriendo hacía el bosque, y cuando llegó a este, se escondió entre unos arbustos, y siguió llorando con más intensidad.

- No me quiere... me ha echado de su lado porque no me quiere, ¿por qué?

Zorua se durmió entre sollozos. A la mañana siguiente, Zorua se levantó con los ojos rojos de tanto llorar.

Comenzó a andar por el bosque, hasta que se encontró con tres catepries, que nada más verlo, salieron corriendo.

Anduvo por el bosque hasta que llegó a un pequeño lago. En él, vio su imagen reflejada en el agua. Puso una expresión de horror en su rostro cuando se dio cuenta, a pesar de no haber visto nunca a alguien de su especie, de que no era igual a ellos. Notó que era diferente al resto. Notó que aquello que veía reflejado en él iba a ser algo que lo iba a perjudicar de por vida.

En ese momento, se dio cuenta de que era un pokemon shiny.

Secó sus lágrimas y se dijo a si misma:

- ¿Quién necesetia a nadie? Uno solo puede salir adelante perfectamente. No necesito ni familia, ni amigos.

Y tras decir eso, se sumergió en lo mas profundo y oscuro del bosque.

Pokemon Ilusión: De Zorua a ZoroarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora