El Purrlion que me había intentado robar la comida, me miró sorprendido.
- ¿Cómo has podido? - dijo con un acento parecido al francés - Eres como yo.
- ¿Cómo tú? - le respondí con cierto brillo en la mirada.
Él habia dicho que era igual que yo, ¿había gente como yo? ¿Cómo era eso posible?
- Si tontainas, eres de tipo siniestro cómo yo, y los pokemon de tipo sientro no somos capaces de lanzar muchos ataques de tipo psíquico, y mucho menos el ataque psíquico. Si fueras un Umbreon o algo así...
- ¿Tipo... siniestro? - pregunté girando un poco mi cabeza - ¿Psiquico? - volví a preguntar girando la cabeza hacia el otro lado.
- ¿No te han explicado la compatibilidad entre tipos? Que pena me das. Así no te va ir nada bien en la vida. - dijo con su acento característico, que se daba un aire al francés.
- Esto... - pensé antes de preguntar - ¿Tú me lo podrías explicar? - dije no muy segura de mis palabras.
- ¿Yo? - dijo un tanto sorprendido - Bueno, esta bien, pero a cambio tienes que decirme como lo has hecho.
- ¿El qué?
- Lanzar un ataque psíquico.
- Pero si yo no lo he hecho, ni si quiera se eso de los tipos que me has contado - le contesté un tanto confusa.
- Bueno, si tu lo dices. Anda acercate a mi que te lo explique, no puedo dejarte por ahí sin que sepas esto tan básico.
Estuvimos un buen rato para aprenderme todos los tipos de pokemon que existían, la compatibilidad entre tipos y los efectos de cada uno.
Me puso como ejemplo los tipos agua, planta y fuego. Me dijo que el agua gana al fuego, pero que pierde contra el planta, y que este último, era débil contra fuego. Otro ejemplo que me puso, fue que los pokemon de tipo fuego no pueden ser quemados, y los de tipo eléctrico no podían ser paralizados, y cosas así. También estuvo un buen rato para explicarme un nuevo tipo de pokemon que había salido recientemente,contra el cual eramos débiles, el tipo hada.
Mientras me explicaba todo esto, le invité a comerse conmigo las bayas naranja que había intentado robarme, y con un tono vergonzoso en la cara, aceptó.
Iba dibujando cosas en la tierra para hacermelo más fácil de comprender, e hicimos un par de pausas para ir al lago a beber y a darnos un chapuzón.
Cuando terminó de explicarmelo todo, se quedó un rato mirándome extrañado, hasta que al final soltó:
- ¿Tú eres un Zorua no?
- Si... si, eso creo - dije dándome una vuelta con la mirada a mi cuerpo - ¿Por?
- ¿Sabes lo que es un pokemon shiny?
Cuando dijo esas palabras me quedé petrificada en el suelo, y agaché mi mirada, avergonzada.
- Si. - dije triste y seria.
- Pues quería decirte... ¿¡QUÉ PASADA NO!? Osea, osea... ¿¡QUE FUERTE NO!? - dijo eufóricamente, a la vez que daba grandes saltos a mi alrededor - Al principio no me había dado cuenta, con todo el lío de las bayas, los tipos, y eso, no me había fijado pero ahora...
- ¿Por qué te alegras tanto? - corté fríamente con mi mirada todavía hacia el suelo - ¿Te alegras de mi desgracia?
- ¿Desgracia? Tía si ser shiny es lo más, eres diferente del resto, destacas y además los pokemon shiny suelen ser más fuertes.
- Pues a mi ser así no me ha hecho más que traerme desgracias...
Un par de lágrimas comenzaron a chocar contra el suelo.
- Mi mamá me abandonó porque no me quería, porque era diferente, y porque por mi culpa había tenido que dejar a los suyos. Ser así es una maldición. No tienes ni familia... ni amigos.
- Zorua... veo que tu también has sufrido mucho. - me respondió en un tono de complicidad - Se como te sientes. Mira, si eso fue lo que pasó, no le des más vueltas a la cabeza, - dijo en un tono más amigable - los que te dicen eso es porque te tienen envidia, seguro. Además, ¿tú cómo sabes que tu mamá dejo a los suyos porque tu fueras shiny?
Cuando dijo eso, levanté bruscamente mi cabeza, y me quedé mirándole un poco embobada y esperanzada.
- Además... yo soy tu amigo.
Cuándo pronunció esas últimas palabras, una fuente de lagrimas comenzaron a salir por mis ojos.
- ¿De verdad? - dije temblando.
- Si. - dijo con una sonrisa en la cara.
Sin pensármelo mucho, le di un gran abrazo, y me quedé abrazándolo por un buen rato.
No me lo podía creer.
Al fin tenía un amigo.
ESTÁS LEYENDO
Pokemon Ilusión: De Zorua a Zoroark
De TodoSiempre he sido distinta. Nunca he sido capaz de encajar con los demás pokemon, y mi relación con los humanos nunca ha sido agradable. Todo lo de mi alrededor me causa problemas, y parece ser, que yo soy un problema para los demás. Soy una pequeña Z...