Una princesa entre tinieblas (versión Bleach)

Cap 10

. Una princesa entre tinieblas .

De: Priss

Capítulo X: El momento que ella desea.

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Rukia dio un paso hacia atrás, tratando de alejarse del muchacho frente a ella. Quizá no podía ver, pero si podía sentir las "indecentes" intenciones de Kurosaki.

Sin hablar, sin poner en claro lo que estaba pasando entre ellos, Ichigo acortó la distancia que lo separaba de la pequeña ojivioleta, la rodeó suavemente con sus brazos y la besó. Ella suspiró entre el beso. ¿A quién engañaba?, adoraba a este hombre y necesitaba sus labios, sus caricias.

Rukia enterró sus suaves manos en los cabellos naranja e Ichigo profundizó el beso, forzando la boca de la chica y penetrando en ella, rozándole la lengua con la propia.

~ I-Ichigo, ¡ no !.

Kuchiki jadeó, más no rompió el contacto entre sus labios, no podía, no quería.

Cuando finalmente se separaron, el pelinaranja la miró fijamente mientras se preguntaba: ¿por qué no podía detenerse ya?. Desde la primera vez que la besó, solo buscaba la oportunidad de estar con ella a solas y colmarla de besos. Era como si su dulce boca lo hubiese embriagado, volviéndolo adicto a ella.

~ Te quiero, princesa.

Le decía en susurros, para luego besarle la frente.

¿Por qué había dicho esas palabras?. No estaba seguro, solo sabía que estaba encantado con esa chica, que la necesitaba y que no quería soltarla jamás.

~ Ichigo, hay que regresar.

~ Ah, sí. . . la bendita cena.

El pelinaranja tomó la mano de Rukia, depositando un beso en la palma de ésta, luego, sin soltarla, se dirigieron al comedor, esperando que la familia no se diese cuenta de lo que había entre ellos dos.

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Rukia esperaba ansiosa, aunque tratase de negárselo a sí misma. Esperaba por él, como lo había venido haciendo desde hace ya varias semanas. Comenzó después de la primera vez que Ichigo  la besara. . . y ahora era una rutina que repetían noche a noche.

Él iba a su habitación, donde se encontraban sin que los demás miembros de la familia si quiera lo sospechasen. Y en la oscuridad, besos y caricias llovían envolviendo a los jóvenes en el más hermoso secreto de sus vidas.

La pelinegra escuchó cómo se abría la puerta; su corazón pareció dar un vuelco. Sabía de quien se trataba; su loción, el sonido de sus pasos al andar, su presencia, TODO. A excepción de su rostro, no había nada de él que ella no conociese.

~ ¿Estás dormida?.

Y su voz tan varonil, tan incitadora.

~ Ie. . . sabes que no.

Rukia se sonrojó, quería a ese hombre, lo quería y lo deseaba. ¿Para qué seguir negándolo?, si sentía que él le significaba todo en la vida.

"Genial, ahora resulta que soy una pervertida."

Pensaba ella, quien se estremeció y dejó escapar un suspiro al sentir cómo Ichigo se sentaba en la cama junto a ella para luego besarla y acariciar sus negros cabellos. Kuchiki jadeó al sentir la lengua del pelinaranja en su boca, buscando la propia y entrelazándose con tranquila pasión.