Una princesa entre tinieblas (versión Bleach)

Cap 2

. Una princesa entre tinieblas .

De: Priss

Capítulo II: El que no quería una hermana.

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Su conciencia simplemente no lo dejaba en paz y de por sí ya tenía suficiente con que Kaien, enfadado, no le dirigiese la palabra o que su padre le echase en cara lo mal que trató a Rukia.

"¿Cómo iba yo a saber que la enana era ciega?."

Pensaba el muchacho.

¿Acaso su padre tuvo el tiempo para decírselo?, no !!. El muy infeliz solo les mencionó que la niña era distinta a las demás y que debían tratarla con mucha delicadeza.

Ahora Ichigo se sentía mal, muy mal. No debió hablarle de esa manera, pero estaba enojado.

~ Vaya, sí que soy patético.

Kurosaki susurró para sí.

Se estaba comportando como un adolescente, rebelde y necio, que arma un berrinche al saber que su viejo ha decidido rehacer su vida.

~ Maldición, Ichigo, tienes veinticinco años, madura.

Se decía a sí mismo, tratando de encontrar una buena razón para justificar su comportamiento.

La verdad es que estaba celoso.

Para Zangetsu, incluso para Masaki, su madre, Kaien siempre fue el preferido. Bueno, el primogénito siempre goza de ciertos beneficios.

Quizá lo puso violento el ver como su viejo hacía hasta lo imposible por ser amable con Rukia, removiendo unas cuantas heridas y recuerdos de su niñez.

Tal vez el pelinaranja no quería consentir a esa chiquilla, ni que la familia entera la tratase con guantes de seda; tal vez le dolía que su padre la tratase mejor de lo que jamás lo trató a él. Tal vez no le gustaba que ella y Kaien se llevasen tan bien, mucho mejor de lo que con él, siendo su hermano de sangre y gemelo, se llevaban.

O tal vez, quizás, estaba celoso de que a Rukia le hubiese simpatizado Kaien y no él. . . tal vez sí quería una hermanita, tal vez quería ser el hermano mayor que la cela de todo y de todos.

"O tal vez, simplemente. . ."

Ichigo sacudió la cabeza, queriendo deshacerse de todas esas locas ideas que le habían llegado a la cabeza.

Entonces echó un vistazo al patio de la escuela; ya era hora de la salida y no la veía por ningún lado. Ichigo estaba a punto de irse, creyendo que ya no la encontraría, pero la vio. . . caminando sola.

Y una vez más, Kurosaki se preguntaba si acaso la pelinegra en verdad no podía ver, pues ésta andaba sin compañía alguna, cómo si nada; caminando segura y a ciegas.

~ Maldición, eso es imposible.

Ichigo susurró para sí.

~ ¿Segura que no estás fingiendo?.

Preguntó él, acercándose a ella y andando a su lado.

Rukia se giró, ligeramente sorprendida. Para su desgracia, reconocía esa voz y ese tono cargado de fastidio, ese hombre solo podía ser. . .

~ Ichigo !.

Se formó un silencio entre ambos. La ojivioleta no comprendía porque se sentía nerviosa estando con este hombre, más recordando el mal rato que él le hizo pasar, frunció el ceño. La humillación al recordar sus palabras la hizo mostrarse tal cual era por primera vez desde que perdiera la vista.

~ ¿Qué quieres?.

~ ¿Qué?, ¿no puedo venir a la escuela por mi hermanita?.

~ Baka !.

Rukia siguió su camino, intentando ignorar al muchacho, pero él la tomó con fuerza del brazo, impidiéndole dar siquiera un paso.

~ Te llevo a tu casa.

Lo escuchó decir; sintiéndolo tan cerca que la hizo estremecer.

Kuchiki nunca se había sentido tan insegura ante ningún hombre, pero él. . . tal vez era que no podía verlo, que no sabía cómo reaccionar, tal vez era su fuerte voz varonil que la hacía dudar en sus palabras. Más entonces la mujer curveó las cejas con enfado.

~ ¡ No quiero tu lástima !.

Le dijo indignada y negándose a cualquier tipo de ayuda que el pelinaranja le quisiera brindar.

~ ¿De qué estás hablando?, solo quiero disculparme por lo de la otra vez, nada más.

~ Bien, ya lo hiciste, ahora déjame en paz.

~ Espera.

Rukia se había soltado del agarre del muchacho, cosa que no duró mucho, pues este volvió a sujetarla del brazo.

~ Déjame hacer algo para compensarte. Te llevaré a casa.

~ ¡ Suéltame, no me toques !.

La pelinegra casi gritó, forcejeando con el que pronto sería su hermano. Estaba confundida, su pobre mente era un enredo de emociones y sentimientos.

Se sentía humillada, dolida, sorprendida por la repentina amabilidad de Ichigo; enojada porque no la dejaba en paz, desesperada porque quería alejarse de él. Y todo ese remolino de emociones era culpa del pelinaranja.

Rukia estaba dispuesta a gritar, más justo en ese momento. . .

~ Oye, ¿qué le haces a Rukia?. ¡ Suéltala !.

Le exigía un muchacho de cabello rojo, quien lo apartó bruscamente de la pelinegra.

Ambos jóvenes se miraron con seriedad, más el brillo de la ira se desbordaba en los ojos de cada uno de ellos.

~ Renji !.

~ ¿Quién es él, Rukia?. . . ¿te hizo daño?

~ No, no importa. ¡ Vámonos !.

~ Pero, Rukia, él. . .

~ Vámonos !!.

La pelinegra jaló a su amigo con mirada suplicante, ansiosa por irse de ahí.

Así, se alejaron dejando a Ichigo tragándose su coraje; furioso con la chiquilla de ojos violeta y, aunque no lo aceptara, celoso del pelirrojo.

Preguntándose quién demonios era él y por qué le tenía tanta confianza a Rukia.

.

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. . . . C o n t i n u a r á .

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MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTE FIC:

HimaUzumaki

melchuu1234

Gioloki951

Maeda Ai

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Ichigo tenía que arrepentirse por ser un maldito con Rukia.

Ahora comienza a cuestionarse qué siente por ella. No quiere admitir tan fácilmente que ella le gustó mucho a pesar de que apenas la ha visto un par de veces 0v0 .

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NOTAS de la primera versión.

Hao, Anna e Yoh. . . ¿hermanastros?.

Bueno, para este fic quería que fuesen medios hermanos, pero como que las cosas hubiesen sido más difíciles.

Como sea, me gustó la parte en que Hao no sabe ni lo que siente ni lo que quiere.

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