Cap 5

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. Una princesa entre tinieblas .

De: Priss

Capítulo V: Nunca como un hermano.

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Poco más de un par de meses desde que vivían "en familia" y las cosas no iban muy bien que digamos.

Se reunían por las noches en casa para cenar, pero solo eran Zangetsu y Shirayuki los que conversaban. Kaien muchas veces intentó sacarle algunas palabras a la joven de ojos violeta, con no muy buenos resultados.

Pero hoy, el mayor de los gemelos no los había acompañado, pues, según él, había tenido algo más importante que atender.

~ Se volvió a ir con sus amigos, ¿verdad?.

La voz del Zangetsu sonó seria, tan solo para ser seguida por un largo suspiro de resignación.

~ Si ya sabes, ¿para qué preguntas?.

Ichigo habló sarcástico, irritado con su hermano por supuesto, pero más consigo mismo. ¿Por qué no podía seguir el mal ejemplo de su despreocupado hermano y negarse a seguir con esta farsa?.

El pelinaranja alzó la mirada como buscando una respuesta. . . y la encontró.

Era por ella, porque contaba las horas para poder verla, porque le había prometido protegerla, después de todo ahora es su hermano mayor y debía comportarse como tal, ¿verdad?. . .

"¿Verdad?."

Ichigo giró el rostro, apretando los dientes.

Sus pensamientos tenían un sentido totalmente distinto al que él quería imponerles. Así que, molesto consigo mismo, se puso de pie y abandonó el comedor, disculpándose por estar cansado.

Zangetsu se rascó la cabeza mientras miraba a su hijo salir del lugar.

Él nunca estaba cansado a pesar de participar en los proyectos en los negocios familiares. Lo que su padre no sabía era que Ichigo en verdad estaba cansado, cansado de trabajar el doble con tal de mantener la mente ocupada y sacarse de la cabeza a la enana. Pero no podía. . .

Y al final del día, aunque se proponía llegar tarde a casa y no cenar con la familia, simplemente las tremendas ganas de verla eran más fuertes que la razón y su fuerza de voluntad.

~ Lo único que quiero es cuidarla de lejos y saber que ella está bien, solo eso.

En todo esto pensaba el pelinaranja cuando, desesperado por no poder pensar en otra cosa, ni mucho menos conciliar el sueño, abandonó la cama y se dirigió a la cocina.

Necesitaba algo fuerte y bien frio, pero el que se quedó frío fue él al encontrar allí a su tormento.

Ichigo tardó en reaccionar, necesitaba grabarse cada detalle de Rukia, quien parecía no haberse percatado aun de su presencia.

La chica vestía una pequeña camiseta y pantaloncillos que dejaban al descubierto sus perfectas piernas.

Ahora, Kurosaki la veía más frágil y delicada, ella era tan delgada que parecía que se iba a romper; mientras que la luz de la luna, que se filtraba por algún ventanal, iluminaba su hermosa y blanca piel, dándole a la mujer un aspecto sinceramente divino.

~ ¿Asaltando la nevera a media noche, enana?.

La pelinegra jadeó al escuchar esa voz, en parte porque se creía sola y también porque se trataba precisamente del menor de los gemelos.

Una princesa entre tinieblas (versión Bleach)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora