Cap 12

222 15 0
                                    

. Una princesa entre tinieblas .

De: Priss

Capítulo XII: Las palabras que ella quiere escuchar.

============================================================

~ ¿Me dirás de qué demonios quieres hablar?.

~ Espera y lo sabrás.

Rukia arqueó una ceja. Ichigo la guiaba, tomados de la mano; le había dicho que había algo importante que quería tratar, pero tenía que ser en la habitación de ella.

~ ¿Lista?.

Kuchiki alzó el rostro al escuchar la voz de Kurosaki y afirmó en silencio, mientras se preguntaba qué demonios traía entre manos este hombre.

Apenas él abrió la puerta, Rukia pudo recibir un suave y agradable olor que inundaba toda la habitación.

~ ¿Qué es?.

~ Velas aromáticas, la recamara está repleta de ellas.

La pelinegra guardó silencio. Aunque le gustaba el aroma, hubiese querido poder ver el espectáculo de aquellas lucecitas.

Estarían solos el fin de semana y ambos habían acordado que este sería el momento adecuado. Ella estaba lista y ansiosa, pero también nerviosa, tanto que no se percató del momento en que Ichigo cerró la puerta. Luego, el pelinaranja encendió el equipo de audio, entonces una bonita melodía comenzó a escucharse. Rukia no tardó en reconocerla.

~ ¿Te gusta?.

Preguntó el pelinaranja, acercándose a ella y abrazándola desde atrás.

~ Más te vale no haber revisado mi celular, fresa curiosa.

Kurosaki rio ligeramente. Bueno, él tuvo que aburrirse escuchando la lista de canciones que su chica tenía en el bendito aparato, esperando encontrar las más adecuadas.

~ No tenías por qué hacerlo.

~ Dijiste que querías que fuera especial.

~ Pero. . .

La voz de Rukia se apagó cuando los labios de Ichigo se posaron sobre los suyos, ahogándola en un beso largo y profundo.

Sin romper el contacto, el pelinaranja la recostó suavemente sobre la cama e inmediatamente, él sobre el pequeño cuerpo de la chica. Ichigo abandonó su dulce boca, deslizando los labios por su cuello, mordiendo, haciéndola gemir mientras le susurraba lo encantadora que era.

Intranquila, Rukia deslizó las manos por las cobijas, notando algo extraño.

~ ¿Qué es esto?.

Preguntó ella, rompiendo el encanto. El pelinaranja la miró, entrelazando sus manos, sonrió.

~ Pétalos de cerezo. La cama está cubierta de ellos.

Rukia podía imaginar lo hermoso que debía ser. Era un lindo detalle, lástima que no pudiese verlo.

~ ¿Cómo hiciste para. . . ?

Una vez más, la jovencita no pudo continuar pues Ichigo estaba impaciente y ella hablaba demasiado.

Se besaron con pasión y las manos del pelinaranja ya se habían colado bajo la blusa de la chica, palpando sus pequeños senos. Rukia tuvo que romper el beso para gemir suavemente. Respiraba agitada, se sentía extraña y sofocada, pero quería más.

El pesado cuerpo de Kurosaki no la dejaba siquiera moverse, pero no quería que él se alejase de ella. Estos sentimientos eran tan complicados y tan intensos, que Rukia no se dio cuenta de en qué momento ambos quedaron desnudos de la parte superior de su cuerpo.

Una princesa entre tinieblas (versión Bleach)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora