Siempre.

Don Carlos nunca miente.

Después de pelear tanto como lo habíamos hecho en los últimos días, cambiantes, deprimentes y luego radiantes; uno de esos días que me dejó hablando sola por teléfono, me recoste a meditar. Es algo extraño, no había sentido tanta paz desde hacía mucho. Y bueno, me puse a hablarle a mi abuelo, y de la nada, como siempre, escuchaba su voz, lo veía. Comencé a hablarle, a decirle lo que estaba pasando, aunque el lo sabia ya.

Y recuerdo perfectamente que al tiempo que yo terminé de hablarle, dijo.

—No deje nunca que ese pelado se vaya de tu vida, es la persona que debe quedarse, pero, no sabe como lidiar con su coraje, debes luchar con él, ante todo. Como yo con tu abuela, nunca nos separamos, y ella no me dejó a pesar de mis errores.

Y desperté, volví a mandarle un mensaje y esperé inútilmente, ya que no contestaste, peleamos el día siguiente y arreglamos.

Por las tardes, quería llamarle, decirle que no podía mas con las peleas, escaparme a verlo, arreglar todo y siempre estar con él, pero, nunca tuve suficientes palabras para decirle, así que cada vez que me llamaba, para cualquier cosa, para soltar miel, para pelear a veces, para todo tipo de cosas, y a mi me encantaba, me encantaba que siempre al Final de cada día, después de cada batalla con mi familia, estaba el, y aunque me cansaba mucho, de pelear también con él, me alegraba siempre poder escuchar su voz y tranquilizarme un poco... Así que eso me hacía feliz, y bueno, todo iba perfecto, eran cosas que pasaban en las relaciones, peleas, miel, de todo.

Y siempre tuve la idea de que si era la persona correcta, ibas a superarlo todo, pero me invadía muchísimo miedo de que se fuera, de que me dejara y volver a todo aquello que me atormentaba, y bueno, un día, mientras hablábamos bien, (je erre erre), estaba nerviosa, estaba contenta, estaba eufórica, todas esas sensaciones que daba hablar con él de eso, y de repente, en una de esas cuando parábamos , sentí muchísimo miedo, de que me dejara, un miedo enorme, y en mi mente lo único que pude decir fue "si va a dejarme, quiero irme primero,para siempre" y entonces dejé de respirar, me costaba mucho trabajo. Me latía el corazón a mil por hora, me sentía encerrada, débil, y entonces supe que iba a morirme, eso crei. Nunca había sentido algo de ese tipo, así que me solté a llorar, y me dificulte más respirar. Tiago estaba del otro lado del teléfono, no lo escuchaba con claridad, y no paraba de decirle que lo amaba, y era verdad, lo sentía cada vez que lo decía. Lo escuchaba tenue. Y eso me daba más miedo aún, algún día dejarlo de escuchar, estaba en un momento horrible, cada pensamiento que tenia me decía que era la peor persona, no podía dejarlo, no estaba segura si después de irme, lo extrañaría, y ¿cuanto daño le causaría? No era capaz de hacerle algo así, y entonces tuve miedo en serio, no miedo de esos por las alturas, ni a las arañas, ni a estar encerrada, no. Tenia miedo de verdad,y cuantomas le decía que lo amaba, dejaba de escucharlo y en seco, paré. Y le hablé a mi abuelo, lo busque lo mas que pude, no supe si estaba dormida, si estaba meditando, o si me desprendi del total. Y cuando estaba ahí, me dijo

—¿quieres irte? Lo hará, no es algo que yo sepa, pero lo piensa, y debes decidir entre quedarte para luego caer, o irte ahora, Aurora. No te des por vencida.

Y deje de tener miedo, porque no quería irme, y no quería que se fuera, me sentía fatal, pero estaba con él, lo escuchaba, escuché su voz de nuevo, me decía que me amaba y no me importaba si iba a sufrir luego, me amaba, lo sabia en ese momento. Lo decía de verdad....

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Y después de ese día, todo estuvo mejor, estuvimos sin peleas, y aunque a veces se sentía, no me importaba en absoluto.

Aunque después, me llené de rabia, Joana de nuevo, le hablaba, me había mentido. Y no supe qué hacer, así que simplemente lo deje ir, a mi ira. Se iba.

Y mis celos;estúpidos celos estaban ahí.

Y nunca me imaginé que llegaran tan lejos.