Y bueno, habíamos vuelto a hablar y de nuevo como antes estábamos bien, ese día, estaba con mi abuelo y por la noche cuando ya no había nadie, hablé con él. De todo lo que había pasado; fue muy difícil porque a decir verdad, él sabia todo y yo tuve que contarle que me había dejado porque le gustaba otra chava y que se había enojado por mis celos y todo lo que paso. Cuando acabe, el solo me miró quieto y me dijo
-él no sabe lo que hace, y debe aprenderlo pronto. No se merece que cualquier pelado haga lo que quiera con usted. -estaba enojado.
-Lo extraño, mucho. Y si te vas a México de nuevo me voy a poner mal y todo va a caerse de nuevo-le conteste
Y no dijimos nada. Me miraba y yo estaba sentada frente a él en el sillón. Pasaron como unos veinte minutos en los que sólo cambiaba de canal, hasta que salió selena e hizo un comentario de ella. Entonces en ese momento me dio mucho pánico por algo y no sabia por qué.
Algo no iba bien, siempre que se iba me decía que iba a regresar pronto y esa vez no me dijo nada, pero no lo note del todo.
Al día siguiente fuimos y pasamos toda la tarde con mi tía y mi abuelo, como despedida. Tiago y yo hablamos pero no era nada importante en si, porque no dijimos nada de estar juntos. Sin embargo, sabía que estaba diferente de nuevo, que me quería y que no pasaría nada malo después.
El vuelo de mi abuelo era a las once. Así que desde las diez comenzaron todos a despedirse y me dio mucha ansiedad porque de verdad no me gustaba lo que sentía, un nudo en la garganta. Yo no me separaba de él y mientras lo abrazaba, olía su aroma y me tranquilizaba aunque no del todo. Como siempre lo abrazaba por atrás, el tomaba mi mano y la besaba. En una de esas veces, me acercó a él y me susurró-nunca, nunca te olvides que tú siempre vas a ser la consentida - y me dieron muchas ganas de llorar.
-te quiero, abuelo-y lo abracé muy fuerte. Queria llorar y no pude evitar que una lágrima me saliera. Y llegó el momento de que se fueran, subieron al coche y se fueron. De nuevo.
Yo iba ya de camino a mi casa y en el carro comence a llorar, porque sabía que nada estaba bien y que algo malo iba a pasar, entonces llena de ese presentimiento, fingí que nada pasaba y solo así seguí.
Tiago y yo hablábamos más. Y muchas cosas pasaban, no era como antes pero igual me gustaba hablar con él. Muchísimo y más en esos días.
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Siempre.
RomanceEsto es un regalo para la persona que quiero en mi vida por siempre, perpetuamente. A la persona que logró cambiarme, Jesús Santiago Chávez Rojas. A otros lectores; gracias por leerlo. Es la historia que paso hoy en día, con el que creo es el amor...