𝚟𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

2.6K 226 94
                                    

Diego

Ver a Bambi sana y salva fue la mejor wea de mi día. Me preocupé caleta. La última vez que me asusté así fue cuando mi abuela enfermó y estuvo grave en el hospital.

De verdad me estay importando. ¿Yo te importo a ti?

Cuando fijé mi vista en la persona que estaba sentada a su lado, me fui a la mierda. ¿Qué chucha hacía acá? Todos los recuerdos me llegaron de golpe. Recuerdos que obviamente no quería que estén presentes.

-Diego-pronuncia incómodo e incrédulo de verme frente a él.-¿Cómo estás?

Suelto una risa amarga.

-No preguntís weás por una falsa amabilidad o educación, ambos sabemos que en realidad no te interesa, no hace falta de que actúes como si te importara.

Me da una mirada dolida.

-Sí me importa-murmura.-Erís mi hermano menor, mi único hermano.

Porque ella ya no está.

-¿Hermano? Yo no tengo ningún hermano. Estay confundido.

-Erís mi familia-se para y trata de acercarse a mi.-No te comportís así, no ahora, por favor.

-¿Y cómo debo comportarme?-lo enfrento.-Ilumíname, Daian.

-Es muy reciente todo esto... no quiero pelear contigo ahora-se le cristalizan los ojos.

-Tú y tu dolor que se vayan a la mierda.

Salgo de esa casa. Estar ahí con él, me asfixia, me descompone la wea.

¿Yo debo comportarme bien para no herir sus sentimientos? Ridículo. A él no le importó cómo me sentí o estuve yo durante todos estos años. Y ahora, porque entiende y está viviendo lo que es sentirse solo, ¿cree que puede venir a reclamarme algún tipo de amor? No estoy pa' su webeo.

A mi también me duele. Y entiendo que le duela, pero no tiene derecho a exigirme o pedirme nada.

-¡Diego!

Voz culiá molesta. Por favor, cállate.

-Déjame solo-intento sonar calmado.-No debe ser una tarea muy difícil de cumplir para ti.

-No pensé que te vería aquí.

-Créeme que si hubiera sabido que ibai a estar, ni cagando venía.

Mentira.

Por ella sí lo hubiera hecho.

-¿Cómo está mi abuela?-ignora mi comentario.-¿Le contaste?

-¿Qué wea? ¿Un día amaneciste interesado por la vida de personas a las que ignoraste por años?-colapso por su hipocresía.

Yo soy un penca culiao, pero por lo menos digo lo que pienso con mis verdaderas intenciones.

-Estoy intentando acercarme.

-Y yo no te quiero cerca mío.

-Falleció-suelta.

Me mira esperando una respuesta o reacción de mi parte, pero yo me quedo igual, intentando demostrar calma.

-¿No vay a decir nada?

-¿Debo decir algo?

-¡Era tu mamá! ¿Cómo podís ser tan egoísta? ¡Yo soy tu hermano también! ¡Tu familia! ¡Reacciona, weón!-me grita mientras le corren lágrimas por su cara.

Me cayó como patá en los cocos cuando me dijo egoísta. Ni debería juzgarme.

-Lo siento por ti. Fue tu mamá, debe ser difícil.

amor capucha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora