Don't Wanna Be ⸺skz x changbin。2019

Capítulo 07: El dilema del príncipe

Sólo había pasado una semana desde el campamento donde Changbin liberó su sexualidad de una manera descabellada ―si hubiera comido algo cocido por Seungmin, habría creído que fue culpa de la mariguana―. Al principio, se sintió un poco mal e ignoró totalmente a Hyunjin y a Jeongin porque no sabía qué decir; además de tomar distancia con Felix debido a ese encuentro tan extraño (cuando pensó sobre ello sólo pudo sentir náuseas).

Lo primero que hizo al llegar a casa fue llamar a Wooyoung, le contó absolutamente todo con lujo de detalles y Changbin podría jurar que Wooyoung se echó a llorar de la emoción y no por las cebollas que estaba cortando. Después de cenar, cuando ya tenían unas copas encima, cerca de las dos de la madrugada, la realidad le dio una bofetada y Changbin se arrepintió de lo que había hecho.

Se había acostado con sus amigos, no fue sólo un beso, fue mucho más que eso. No es que romantizara su virginidad, no creía eso ya que era sólo un constructo social. Pero eran sus jodidos amigos.

Y ya no había adónde huir, sus amigos estaban en su casa porque los viernes son viernes de juntarse a beber, y esos días no se podían cancelar. Changbin estaba un poco nervioso.

―Dwaekki, ¿pasa algo? ―preguntó Minho en voz baja al notar que Changbin no había tomado ni un sorbo de su bebida.

Hyunjin se hallaba del otro lado de Minho, por lo que pudo escuchar la pregunta. Changbin desvió la vista al notar que ambos estaban mirándole.

―¿Tienes sueño? ―rio Hyunjin, un poco más alto.

Aquello llamó la atención de sus amigos; todos miraron al anfitrión con curiosidad. Chan incluso revisó la hora, por si era demasiado tarde y debían acostarse ya, sin embargo, apenas era media noche.

―No, no es nada ―contestó el príncipe rápidamente, bebiendo todo el líquido de su vaso de un solo trago―. ¿Jugamos algo?

Jisung soltó un pequeño gritito que llamó la atención de todos y corrió a su mochila, de donde sacó una baraja de cartas. La mirada pervertida del pequeño no pasó desapercibida para nadie.

―¿Jugamos ese juego donde nos quitamos la ropa?

Changbin soltó una carcajada y asintió varias veces mientras aplaudía, pero luego recordó que eso no sería una buena idea y su mueca tembló.

―Espero que nadie tenga puesta una tanga esta vez.

Aquel comentario de parte de Minho hizo que todos soltaran una carcajada estruendosa, exceptuando a Changbin, quien lo miró seriamente. ¡Eso sólo había sido de una vez!

―¿Qué es lo que quieren apostar? ―preguntó Seungmin abriendo las piernas para que Jisung se sentara entre medio de ellas, donde había estado durante toda la noche.

―Apostemos algo interesante ―Jeongin se acercó más a la ronda―. La última vez sólo era dinero.

―¿Y si hacemos que el ganador sea un Rey? ―preguntó Hyunjin frunciendo el ceño―. Ordenar al resto por determinado tiempo. Sin límites.

―Eso sería peligroso, ustedes son una mierda a veces ―rio Changbin, mirando a Minho para que supiera que hablaba de él.

―Pero sería genial, yo me presto. ―Felix alzó la mano como si fuera una votación, al mismo tiempo que aceptaba tomar uno de los brownies que Seungmin le ofrecía y que había ayudado a preparar.

―También yo, hagan lo que quieran conmigo. ―Jisung movió sus cejas de manera sugestiva.

Seungmin miró a Jisung como si estuviera loco, pero igualmente terminó aceptando. Changbin vio que casi todos hacían lo mismo, sólo faltaba que él y Chan decidieran.