Don't Wanna Be ⸺skz x changbin。2019

Capítulo 02: No puedo

Jeongin sintió que el cuerpo entero le temblaba cuando Changbin retiró el dedo de su boca y se lo quedó observando, analizando la extensión rojiza por la presión y mojada de saliva mientras mordía casualmente sus labios inferiores, Jeongin desvió la vista por un momento sintiéndose atrapado dentro de su propia caja torácica.

―Me falta el aire ―dijo Jeongin, abriendo la tienda y sacando medio cuerpo fuera de ella.

Changbin apoyó la mano sobre la pantorrilla del pálido, preguntando en voz baja si estaba bien, puesto que no había oído lo que este murmuró antes de salir tan apresurado; no obtuvo una respuesta rápida.

―¡Innie! ―exclamó Changbin un minuto después, haciendo que el mayor ingresara a la tienda nuevamente―. ¿Estás bien? ―preguntó con su voz aniñada, abultando los labios y lanzándose sobre el ajeno, pecho a pecho.

Jeongin se quejó en voz alta y trató de quitar a su menor de encima, mas los ojitos felices del rubio sólo hicieron que se quedara congelado y dejara que este hiciera lo que quisiera con su rostro.

A Jeongin no le gustaba que alguien le tocase demasiado, que le hicieran mimos o le molestasen, pero Changbin era la gran excepción. A veces, también lo eran su madre y su hermanos, pero eso era todo.

La boquita de Changbin estaba abultada y mojada; dejaba cortos besitos en sus mejillas, mimándole ante la idea de que estuviera enfermo.

Y vaya que Jeongin estaba muy enfermo, el calor subía por su rostro debido a que Changbin se veía sumamente apetecible ante sus ojos.

―¿Estás bien? ―preguntó Changbin nuevamente, incorporándose.

―Sí ―dijo Jeongin en voz baja, admirando al rubio de piel apenas bronceada.

Todas esas vacaciones yendo a California y el surf habían hecho maravillas en el cuerpo de Changbin.

Hacía tanto tiempo que no tenían un momento a solas así, que Jeongin se sentía un poco abrumado. Quería tomar al menor en brazos y abrirle las piernas, pero no podía hacer eso... o recibiría palizas y reproches. Definitivamente no quería arruinar nada con su sol.

Aunque Jeongin había tenido un enfrentamiento con algunos de sus amigos, estos habían hablado una noche (mientras Changbin, Sana y Momo dormían) sobre quién les gustaba y la mayoría se sorprendió al darse cuenta de que hablaban de la misma persona; ahora, los varones estaban en una guerra sobre quién "desfloraría" al rubio atolondrado. Jeongin quería golpearlos a todos, aunque Yeji y Ryujin se encargaron de decir que les romperían los huesos a golpes si hacían algo de eso. Nadie volvió a tocar el tema desde esa noche.

Aunque Jeongin sabía que tenía cierta ventaja.

―Es sólo que estoy algo mareado por el viaje―dijo Jeongin, fingiendo irritación al acariciar el puente de su nariz.

―Oh, ¿quieres una pastilla? ―preguntó Changbin con dulzura, acunando las mejillas del mayor; él solía ser el encargado de llevar los medicamentos.

―No... Mejor vamos con los demás, puede que ya estén listos para la fogata ―murmuró Jeongin, sintiendo que si no salía de ahí pronto se lanzaría a los brazos de su chico.

Porque puede que ni Changbin ni los demás aún lo sepan, pero ese chiquillo atolondrado era suyo.

―No ha oscurecido aún, Innie. ―Vio por el mosquitero―. Creo que todos están descansando un poco en realidad ―rio.

Jeongin se mordió los labios cuando Seo no estaba viéndole, el menor era tan inocente, puro y estrujable que Jeongin no podía creer que se juntara con ellos, teniendo en cuenta que Seungmin y Minho eran tan serios (aunque Seungmin era realmente pervertido), Yeji daba tanto miedo, y el resto fuera una panda de raritos medio chiflados.