"Vuelve a mí, Incluso si este mundo desaparece.
Aunque deba esperar mil vidas, lo haré, sólo por ti.
Esta es mi eterna promesa, la cual ni el ser más poderoso logrará quebrantar.
Renace, amor".
Te amo, Jinyoung".
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Resultó una verdadera odisea llevar al CEO a casa, pues el tipo estaba demasiado borracho y flechado por la imagen de Jinyoung. Lim creyó estar bajo un sueño paradisiaco en el cual besó, apasionadamente, a su adorado amor- Te-Te extrañé, cariño...- gimió el pelinegro cerca del cuello ajeno. Descargar eléctricas inutilizaron el cerebro de Park- Por favor...- masculló; ni siquiera pudo controlar el propio cuerpo, siendo llevado al regazo de Lim. Experimentó un sentimiento que lo fundió contra el fornido cuerpo- ¡Piensa Jinnie! BamBam en tanga...- decretó en el interior.
Besos robados, un trasero apretado, lascivamente, y el hecho de cargar a Jaebeom, al departamento de los Park, resultaron simples dificultades para Jin. Sin embargo, yacer en su propia cama, capturado bajo un provocativo y sexy cuerpo, fue más de lo que podía resistir. Suspiró, sin duda, aquel trabajo lo iba a matar o volver demente.
- Señor, por favor...- trató de alejar a Lim, recostándolo en la mullida cama.
- ¡No! Jaebeommie quiere estar con Jinyounggie- las mejillas del castaño se tiñeron de rojo carmesí.
- ¿Está bien, señor? Enloqueció...- el mayor colocó el dedo índice en los carnosos labios de Park.
- Duerme conmigo ¿Sí? - expuso, haciendo un mohín- Jinyoung...- formuló, para luego lamer el labio inferior del castaño.
- Us-Usted no puede...- ni siquiera terminó de articular el discurso, cuando fue arrastrado a los brazos del CEO.
- Jinnie...- el secretario dejó de luchar, dejándose acurrucar por aquel malhumorado sujeto.
La escena era tan correcta y anhelada. El sueño se hizo cargo de la pareja, Park jamás pensó que podría tener un descanso reparador como aquel y mucho menos estando con el hombre que lo despreciaba. Cuando se dio cuenta de la situación, el miedo se hizo cargo del castaño y, aún más, al recibir la llamada urgente de Mark demando la presencia urgente del castaño, ya que la celebración del aniversario de la compañía iba a ser en algunas horas y el mayor deseó llevar a cabo su plan de transformación de oruga a príncipe perfecto.
Un alivio recorrió su cuerpo, al verse lejos del CEO y camino a la cita con Tuan.
En cuanto a Jaebeom, reposaba en la cama del castaño, cómodo y feliz. La tranquilidad era palpable en el rostro del gumiho, mientras en su cabeza la hermosa imagen de Pak lo hizo sonreír dormido; sin embargo, todo murió cuando un extraño hombrecito, de gran barriga, lo despertó violentamente y siguiendo las indicaciones dadas por ¿Jinnie? - Por favor, Bam. El señor Lim debe ir a casa, puesto que se le considera la estrella de la noche- rogó el castaño, sacando un bufido en el menor.
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