Capítulo 18

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- No quiero regresar a Los Ángeles, Juls...- decía la rubia acurrucada en el pecho desnudo de la chica de ojos cafés.- Quiero quedarme contigo y hacer el amor en este piso 18 por toda la eternidad.

- Yo también quisiera eso, Val... Pero te prometo que no estaremos separadas mucho tiempo, ¿ok?- decía la veterinaria acariciando suavemente la espalda desnuda de la modelo.

- ¿Pacto?- dijo la chica de ojos azules levantando su dedo meñique.

- Pacto.- respondió la morena entrelazando su dedo meñique con el de la rubia.

- Aún así... Podemos aprovechar el tiempo y hacer algo...- dijo la rubia con sus ojos llenos de deseo.

- ¿Ah, si? ¿y qué quieres hacer?- preguntó la morena fingiendo inocencia.

- Ya verás...- dijo la modelo levantándose de la cama totalmente desnuda.

Juliana la observó con labios entre abiertos y mirada hipnotizada, la rubia salió de la habitación y caminó hacia la cocina, sacó un frasco de chocolate que estaba en el refrigerador y se regresó a la habitación.

Tomó una de las sábanas y comenzó a envolver las manos de la morena con toda la intención de atarla a la cama.

- ¿Qué haces, Val?- La morena sentía una mezcla de nerviosismo y excitación a la vez.

- Algo que lleva días rondando en mi cabeza- respondió la rubia mordiéndose el labio.

Terminó de sujetar las manos de la veterinaria y las ató a la cabecera de la cama, poco a poco retiró la sábana que cubría el cuerpo desnudo de la morena y se sentó a horcajadas sobre el vientre de la chica de ojos cafés, tomó el frasco, lo abrió, y hundió dos dedos dentro del chocolate, Juliana se sentía como en otra dimensión, ver a Valentina así era como estar en el cielo y a la vez arder en el mismísimo infierno. La rubia sacó sus dedos empapados de chocolate y los deslizó sobre el cuello de la morena, pasó suavemente su dedo índice por los labios de la veterinaria y volvió a empapar sus dedos, colocó un poco de aquel contenido sobre los pezones de la chica y luego trazó una línea recta desde el estómago hasta el clítoris de la morena, en el cual colocó algo más de chocolate.

La chica de ojos azules dejó el frasco a un lado y subió hasta los labios de la morena para devorarlos con pasión sintiendo el sabor dulce del chocolate, lamió y mordió el cuello de la veterinaria donde probablemente amanecería una marca, la chica de ojos cafés sentía su entrepierna totalmente empapada, su excitación era cada vez más grande.

La rubia descendió dejando besos húmedos hasta llegar a los pezones erectos de la morena los cuales comenzó a succionar con lujuria, haciendo que la veterinaria gimiera en repetidas ocasiones.

- ¡Ah!- Escuchar gemir a Juliana era música para los oídos de Valentina.

Una ligera capa de sudor cubría sus cuerpos, la rubia descendió pasando su lengua desde el estómago de la morena hasta llegar al clítoris de Juliana donde lamió y succionó como quiso mientras la morena arqueaba la espalda producto del placer que sentía.

- ¡Oh, Dios! ¡Ah! ¡Ah!- El pecho de Juliana subía y bajaba rápidamente debido a su agitada respiración.

La modelo seguía moviendo su lengua por todo el centro empapado de la veterinaria, paró un segundo solo para alzar su cabeza y decirle a Juliana:

- Vente para mí, hermosa.- Y comenzó a mover su lengua con mucha más fuerza y velocidad en el centro empapado de la morena.

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Sí, así!

Amor en el piso 18 (juliantina/camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora