🌸 𝙴𝚁𝚁𝙾𝚁/ 𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽 [Mini Fic]

𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 1/10 🌸

Gotas de lluvia caían y se perdían en su totalidad al momento de reunirse con el suave y verdoso césped. El cielo estaba completamente cerrado, nublado y el viento era frió, fuerte, este les revolvía el cabello provocando un poco de malestar en sus ojos.
Personas sumidas en llanto admiraban con melancolía aquella lápida de quien alguna vez estuvo vivo, arrepintiéndose de cosas que no hicieron, pidiendo que ya se encontrara en un lugar mejor.
Pero entonces, aquellos sollozos fueron reemplazados por un silencio infinito, mientras abrían paso, a quien era el hijo.

—Mira nada más—susurró aquel chico peli negro acercándose con lágrimas bajo sus ojos—¿Quién se ha atrevido a dejarte flores?

Todo los presentes pensaban que estaba roto por dentro, que tenía el corazón hecho pedazos.
Incluso su amigo desde pequeños lo creía, pues posicionó su mano con delicadeza sobre el hombro para hacerle saber que él le brindaría todo el apoyo que necesitase.

—¡Cómo si te las merecieras!—exclamó tomando desprevenidos a los espectadores—¡Maldito viejo! Ojalá te estés quemando en el maldito infierno—gritó haciendo saltar a su amigo—¡No puede ser que hasta muerto me hagas la puta vida imposible!

—Min—interrumpió el chico a su lado.

Después de todo, ese no era el comportamiento adecuado en un entierro. Más si el difunto, es tu padre.

—¡Ya decía yo que no podría librarme de tus estupideces tan fácil!—continuó quitando el gran ramo de flores y azoto el florero.

—Yoongi, creo que...

—Pero sabes que... ¡Muerto el perro se acabó la rabia! Así que, qué bueno que te moriste desgraciado—gritó aún más fuerte.

Y como si de un niño haciendo berrinche se tratase, comenzó a pisar aquellas flores de color blanco.

—¡Min!...

—Cállate que aún no terminó—le contestó volviendo a dirigir su vista a la lápida, mientras regulaba su respiración—Pero...escucha esto en donde sea que estes—se aclaró la garganta—Quién ríe al último, ríe mejor—suspiró—Por eso, te perdonó, qué tengas buen viaje, ¡Hijo de...

—Señor, ¿Qué pasó?—interrumpió una tercera voz llegando a su lado.

—¿Qui...Quién es usted?—preguntó volteándose a mirarlo mientras sorbía su nariz.

—Soy el cuidador del cementerio—le aclaro acompañado de un mueca —No puede venir y romperme los floreros o quitarle las flores al difunto joven.

—Una disculpa—mencionó avergonzado mientras hacía una reverencia—Yo, ahorita lo ayudó a recoger.

—No se preocupe, sólo no lo haga la próxima vez que lo visite.

—No volverá a pasar...

—Min—volvió a hablar su amigo

—Agh ¿Qué quieres?—preguntó el peli negro ya totalmente fastidiado.

—Debemos irnos, el abogado llamó hace poco, nos está esperando en la empresa.

—Lo que me faltaba—exclamó mirando a su alrededor. Todas las miradas de desaprobación estaban sobre el.

No conocía ni a la mitad de esa gente.

—Solo...vámonos de aquí, que los mosquitos me están picando

Mencionó aún con las miradas sorprendidas de quienes asistieron a lo que fue.
El funeral de su padre.