Preludio: En las estrellas confío

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Han pasado varias noches desde el primer sueño. Sueños vividos de un campo cubierto de agua hasta los tobillos y un vasto cielo estrellado.

-Buena noche- El sonido del silencio era ensordecedor, todos los días miraba hacia arriba esperando respuesta de su sueño - ¿Algún día me dirán quiénes son? – aun en silencio -Cada noche es la misma... - se giro para ignorar las bellas estrellas y se topó con una pequeña cuna de madera. El soñador contuvo la respiración, reconocía la cuna, pero no sabía cuánto tiempo estuvo ahí. Se acerco para ver el interior y vio una pequeña bebe dormida. -Te conozco- dijo el soñador, conteniendo la emoción. Tomo a la beba en sus brazos con cuidado y le quito la manta que cubría su cara para dejar ver una bella niña de pelo negro. Su piel era blanca como la nieve y suave como el algodón -Mi pequeña estrella, mi Nova... - exclamo el soñador.

La bebe abrió los ojos para observar a su padre, sus ojos estaban adornados con estrellas, como si el universo iniciara en su mirada -Alestar... Motum- Dijo la beba con seis voces distintas -Dionadir Moor te espera- el soñador dio un par de pasos atrás hasta que sintió que topo con algo. Un árbol tan grande como una montaña estaba ante su presencia. Alestar se quedo sin aliento, la presencia del árbol era como un inmenso peso sobre su pecho. Un fuerte dolor se hizo presente en su sien derecho y el sabor a sangre se hacia notar en su boca -Recuerda quién eres...- ordeno el árbol. Alestar estaba en una pesadilla. Había fuego alrededor y Alestar se negaba a soltar a su bebe -No te preocupes, Nova... papá está aquí- La bebe lloraba, sus lágrimas eran estrellas fugaces -Recuerda lo que paso... lo que paso en Silvernight- las voces retumbaban en la cabeza de Alestar y este no sabía lo que ocurría.

El fuego, los gritos de auxilio, el dolor en su cuerpo, todo era muy real para un sueño. Tomo fuertemente a su bebé para mantenerla a salvo, pero sintió el peso de algo que no era su hija. Volteo a verla solo para ver que era una piedra lodosa. La soltó e intento hablar, pero salió un escupitajo de sangre en su lugar. Intento respirar y el dolor en su pecho era insoportable. No pudo contener el llanto. Las memorias se escapaban con cada gota de sangre que emanaba de su sien. Se dejo caer al suelo boca arriba para ver las estrellas una vez más - ¿Algún día sabré quiénes son? - se preguntaba a si mismo mientras el ruido de aquel caos se hacía más distante Una mujer se acerco a el mientras intentaba respirar. Dijo algo que no pudo escuchar, pero sabia que intentaba ayudarlo. Un par de hombres en armaduras plateadas se acercaron para ver al moribundo Alestar. Decían algo mientras ponían gasas para detener el sangrado de su cabeza y pecho, pero el sabia que no iba a morir, aun no.

-En las estrellas confío- dijo a si mismo mientras sonreía al cielo estrellado -Sólo en ustedes...-

La mujer y los soldados apresuraron sus esfuerzos para salvarle la vida a Alestar mientras que a sus espaldas, el fuego consumía su pequeño poblado hasta los cimientos.

La sombra del rey: Los Caminos de Gaia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora