Desde la muerte del vicecanciller Vasek Leko, por todo el planeta aumentó el número de soldados que patrullaban las calles y la violencia con la que estos actuaban ante los Lawless y, en menor medida, los Humble. Los segundos aplaudían las palizas que daban los soldados, estaban seguros de que si tenían que usar la fuerza era porque el receptor se lo merecía. "Sabían" que lo que el ejército estaba haciendo, incluyendo el maltrato a los de su propia clase social, era por el bien del planeta. Tenía que pasar algo mucho peor, no bastaba que algunos sufrieran violencia extrema, para que el colectivo más maltratado de Orfeo se diera cuenta de que algo no estaba yendo bien. Y es que, desde que les dijeron que los Lawless habían tomado las armas, se sentían tan amenazados por ellos que creían que el ejército dominado por el gobierno era su única protección.
Lo irónico de la situación era que los que empezaban a plantearse cada acto del gobierno, eran algunos Royal. Por encima de todos, los de baja calificación, quienes no se veían beneficiados por ninguno de estos actos y a quienes salía más rentable llegar a perderlos. Cada vez había más gente así, aunque la amenaza del castigo que sufrirían por quejarse, hacía que la mayoría no se atreviera a hablar. Además, los que sí se atrevían, cambiaban de discurso muy pronto, en cuanto pasaban por el proceso de reprogramación. Es decir, el gobierno no estaba demasiado asustado de este conato de revolución.
La tranquilidad provenía, además de por la posibilidad de controlar el miedo ajeno, de uno de los Royal que había cambiado su discurso después de la reprogramación. Novak Leko se había convertido en una de las mejores armas que el gobierno tenía para terminar con esta pequeña revolución de la clase alta. Había sido nombrado vicecanciller de Ciudad Central tras la muerte de su hermano, y había empezado la gran campaña mediática que había desembocado en el aumento de soldados patrullando todas las ciudades de Orfeo en busca de enemigos del planeta. Con una imagen mucho más cuidada, pese a seguir con la cabeza afeitada tenía una arreglada barba y una complexión más parecida a la de un hombre de su edad, Novak aparecía en pantalla como el majestuoso futuro del planeta. En cada aparición, convencía a todos los que le oían hablar, de quien era el enemigo y que había que hacer para acabar con él. Su palabra se convirtió en ley.
Pero esa no era la única razón por la que el antiguo Lawless se había convertido en un arma para el gobierno. El cargo clasificado que había tenido antes de cambiar de bando, el cual retomó después del proceso de reprogramación, era el de comandante de las tropas de Orfeo. Él era el encargado de organizar, independientemente de la ciudad, las misiones de búsqueda y captura de los enemigos del planeta. Aquellos Lawless peligrosos para el gobierno y aquellos Royal que empezaban a hacerse preguntas que no deberían hacerse. Gracias a su pasado perteneciendo a ambos bandos, Novak conocía a muchos de los que ahora tenía que buscar, y por tanto estaba aún mejor cualificado que antes para retomar esa labor. Labor que en realidad era la única que llevaba a cabo, pues el puesto de vicecanciller sólo era de cara al público, donde no hacía otra cosa que hablar ante las cámaras y difundir temor entre la gente.
Una de esas misiones, las que supervisaba como comandante, se suponía que iba a acabar con el único Royal de alta calificación que estaba a favor de los Humble. O por lo menos, esa eran las sospechas del nuevo vicecanciller Leko, sospechas más fundada. El servicio de inteligencia del ejército de Orfeo, después de que su superior les mandara investigar a causa de un aviso anónimo llegado a su oficina, había llegado a creer que sabían quién se había convertido en el mayor benefactor de los Lawless, ahora que Novak había dejado de ser uno de ellos.
–Ésta no va a ser como las anteriores misiones que habéis realizado –le explicaba Novak al escuadrón de soldados encargados de llevarla a cabo–. Para empezar, ni siquiera podemos estar seguros de que ésta sea la persona a la que buscamos, ningún informe puede asegurar que esté ayudando a los Lawless. Además, desde que nuestro gobierno tuvo a bien... –dejó claro con la pequeña pausa, que no estaba muy de acuerdo con eso–, usarme como imagen contra los enemigos del planeta, nuestro objetivo a estado bastante más distante conmigo que antes. Con lo que no he podido acercarme lo suficiente para intentar sonsacarle información y no tenemos más que sospechas con las que trabajar.
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Hipoxia - Parte I (El pueblo)
Ciencia FicciónPrimera parte de la historia de Orfeo, un planeta en el que el oxígeno es un bien preciado que se a de ganar y la diferencia entre las dos clases sociales que lo habitan ha crecido tanto que se ha hecho insalvable. Cuando las libertades comienzan a...