08

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-No.

____ los sorprendió a los dos apartándose de él con fuerza sobrehumana. Retrocedió y casi se cayó de la cama, casi reptó. Aterrizó de golpe en el suelo con el trasero, mirando a Harry en un estado de profunda consternación.

Una rubia peligrosa. Saber lo que era ella le había enfriado la sangre de repente. La cínica falta de confianza de Harry era su mejor protección contra sus propios deseos desenfrenados.

Harry se sentó muy serio. Le dirigió una mirada asesina.

Se inclinó y le extendió una mano, pero ella retrocedió arrastrando el trasero por el suelo.

—¡No me toques!

—Ya es un poco tarde para eso, ¿no ____?

Él le estaba mirando los senos desnudos, así que ____ agarró la camiseta y se tapó con ella.

—Nunca es demasiado tarde para decir que no.

—A riesgo de que me acuses de no ser un caballero, eso no es cierto. Hay un definido punto de no retorno tanto para los hombres como para las mujeres... Y nosotros no hemos estado muy lejos de alcanzar el nuestro —dijo sin retirar la mano—. Deja que te ayude.

Ella no confiaba en sí misma lo suficiente como para permitir que la tocara, así que, primero, se puso de rodillas y luego de pie. Él se bajó de la cama, pero no trató de abotonarse la camisa. Había algunas marcas en su cuerpo que ____ reconoció horrorizada como las que le había dejado con los dientes al morderlo en el frenesí de la pasión. También había arañazos. Como atontada se dio la vuelta y se puso la camiseta antes de volver a mirarlo de nuevo.

—Creo que ahora deberías irte.

Se dirigió al salón y descolgó su chaqueta. Luego volvió al dormitorio y se la ofreció.

—¿Por qué? ¿Te he ofendido?

Ella no podía dejar de mirar su pecho desnudo, pero no dijo nada.

—¿He sido demasiado rudo? Debería haberte prevenido de que soy un poco primitivo haciendo el amor, tal vez porque el resto de mi vida es demasiado civilizada. De alguna manera, tú me haces sentir más vulnerable, me haces desprenderme de toda clase de control o inhibición.

—Eso es porque realmente no confías en mí. ¿Cómo podrías? ¡Soy una rubia! —dijo con el mismo tono de voz que habría utilizado para anunciar que era la novia de Satán.

—Ya me había dado cuenta.

—Claro que sí. Tal vez ese sea el problema. Tal vez haya sido mi cabello lo que te ha disparado. Estábamos hablando de lo mucho que te han desilusionado las rubias teñidas y tú estabas recordando. Luego viste esas fotos del libro y, bueno, tal vez no estés tan curado de tu... debilidad como te creías.

Aquello sonaba muy débil incluso para sus propios oídos, pensó ____ mientras él se empezaba a abotonar la camisa.

—Es una teoría interesante. Por supuesto, no explica tu comportamiento. Te derretiste en el momento en que te toqué. Hasta que sentiste miedo y te echaste atrás.

—Eso no es lo que sucedió...

—Oye, que yo estaba allí, sé lo que sucedió y por qué.

Harry tomó su maletín y se dirigió a la puerta.

—Afróntalo, ____, nunca has sido y nunca serás una persona que acepte riesgos. No tienes el temperamento necesario para vivir en el filo de la navaja. Siempre se te ocurre una razón lógica para retroceder. Estás tan ocupada huyendo que ni te has molestado en mirar a tu alrededor para ver que aquello que te da tanto miedo es sólo una quimera.

RubiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora