santa tell me

737 97 53
                                    

14 de diciembre. 10 días para Nochebuena.

Minho y Jisung habían salido juntos varias veces y el peliazul se sentía realmente cómodo con el contrario.

La Nochebuena estaba cada vez más cerca y Han estaba muy emocionado. Minho no entendía por qué si él ni siquiera lo celebraba junto a alguien, solo con su gato. Hasta que se le ocurrió una idea.

- Yo celebraré Nochebuena contigo, Sunggie. Los dos solos en tu casa. - Claro, la suya no le iba a gustar al más bajito porque no estaba decorada con temática Navideña.

- No hace falta, sé que no te gusta celebrar la Navidad. -

- Por ti siempre puedo hacer un esfuerzo. -

Han se lanzó a abrazarlo, logrando así asustarlo.

- ¡Gracias, Hoho! Eres el mejor amigo. - Auch, aquello le había dolido al pelinaranja.

- De nada, supongo. - Dijo con una sonrisa incómoda.

Cuando Lee se fue, Jisung miró por su ventana y suspiró.

- Santa, dime. Suponiendo que existes, claro, ¿a Minho de verdad le importo? No quiero enamorarme si el año que viene ya no estará conmigo... -

El pelinaranja salió del edificio y miró hacia la ventana de Jisung, para luego despedirse e irse. Han sólo sonrió como un tonto enamorado y volvió a suspirar, sonrojándose.

16 de diciembre. 8 días para Nochebuena.

Jisung llevaba un gran abrigo, una bufanda y unos guantes. Esperaba tranquilamente a Minho, ya que habían quedado para cenar.

A pesar de ir muy abrigado aún tenía frío, y se sorprendió cuando sintió otra chaqueta rodeando su cuerpo.

- Buenas noches, Jisunggie. - Sonrió al escuchar aquella agradable voz.

- Hola, Hoho. - Volteó sonriendo. - ¿No deberías tomar tu chaqueta en vez de dármela a mí? Hace frío. -

- No, estoy muy bien. -

Mentira. Tenía un poco de frío, pero al saber que este tipo de tiempo le afectaba más a Han, decidió darle su chaqueta también.

- ¿Nos vamos? - Preguntó Minho. Jisung asintió varias veces.

Lee se fijó mejor en el rostro de Jisung mientras caminaban. Sus mejillas y su nariz estaban rojas a causa del frío. Sonrió por lo tierno que se veía.

- Te pareces a Rodolfo el reno... - Susurró.

- ¿Qué? - Preguntó Han.

Minho se sonrojó por lo que acababa de decir. ¡Había hecho una referencia a algo navideño!

- Na-nada. -

- Dijiste que me parecía a Rodolfo el reno. - Respondió el contrario con una sonrisa.

- ¿¡Si ya sabes lo que dije para que lo preguntas!? -

El peliazul comenzó a reírse y el pelinaranja bufó totalmente sonrojado.

...

Ambos chicos cenaban tranquilamente, charlando de temas triviales y riéndose de vez en cuando por algo que dijese el contrario. Pero una pregunta de Minho hizo que Jisung se sorprendiera.

- ¿Tú crees en el amor, Sunggie? -

- Eso... ¿a qué viene ahora? -

- Vamos, contesta. -

- Yo... cada vez menos. Soy muy enamoradizo y siempre tengo que decepcionarme. La Navidad pasada me enamoré de un compañero de trabajo, y el veinticinco me desperté sin él a mí lado y con un mensaje de que me dejaba. ¡Sólo duramos veinticuatro días! - Jisung comenzó a comer más rápido. Minho lo miraba con sorpresa al ver como no paraba. - Ahora quiero encontrar a alguien a quien entregarle mi corazón. Y... que no sea un idiota. -

- Espero ser ese alguien que buscas, Jisunggie. -

El de mejillas de ardilla comenzó a toser. Se había atragantado con la comida al escuchar aquello.

- Honnie, yo... ¿te gusto? -

- ¿No es algo obvio? Sólo soportaría todo esto de la Navidad por alguien a quien amo. -

Han se sonrojó completamente y no pudo evitar que una sonrisa tonta se asomara por sus labios. Le gustaba al chico que le gustaba, ¡genial!

- Tú también me gustas. - Soltó sin más.

Lee abrió de más los ojos, sorprendido por aquella declaración.

- ¿E-en serio? -

- ¡Claro! ¿Crees que podría haber aguantado al Grinch en persona si hubiese sido otro chico? - Dijo ofendido.

Lee rió levemente y el peliazul no tardó en volver a sonreír.

- Te quiero, Sunggie. -

- Y yo a ti, Hoho. - Al ver el dinero de la cuenta, Jisung miró a su acompañante. - Pero pagas tú. - Dijo con una sonrisa tímida.

Minho sonrió divertido y negó con la cabeza, para luego sacar su cartera y dejar el dinero de la comida.

- De todas maneras, creo que te dije que invitaba yo. - Dijo Lee felizmente.

- Sí, es verdad... -

...

Caminaron juntos (y tomados de la mano) hasta la casa del peliazul, dedicándose alguna que otra sonrisa enamorada en el camino.

- ¿Quieres pasar a tomar algo? - Preguntó Han.

- No, yo me iré a mi casa. Estoy bien. - Dijo Lee. - Aparte, me dijiste que hoy limpiaste y no quiero mancharte las sábanas. -

Jisung tardó en entender a lo que se refería pero luego se sonrojó completamente y el pelinaranja comenzó a reírse.

- Adiós, Sunggie. -

- Adiós, Minhonnie. -

Y Minho no se fue de allí hasta que Han se despidió de él por la ventana, haciéndole saber que había llegado sano y salvo.

Last Christmas🎄MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora