Capítulo IX

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—Alyssa, te estoy hablando, sube al auto

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—Alyssa, te estoy hablando, sube al auto.—moví mi cabeza tratando de despejarme, estoy tratando de asimilar las cosas.

—Ve a comprar algo aquí al seven, necesito despedirme de alguien.—señale al fondo, ahí estaba mi objetivo el auto de Ares.

—Ya vuelvo.

La seguí con la mirada hasta que no escuche más su camioneta, mire hacia los lados para que no me viera nada y camine hacia el auto.

Hice lo que pude, conseguí una piedra y destroce el recipiente del líquido de frenos.

Perdoname Alessa, pero lo tengo que hacer.

Cuando logre hacer que tiré la mayoría, me seque las manos en mi ropa, y a lo lejos escuche la camioneta, corrí hacia la puerta, subí al coche temblando, ¿que le digo?...

—¡Vamos a cenar!.—exclame ¿qué más hago?

—¿Porque tienes las manos llenas de aceite?, mira tú ropa ¿eres mecánica acaso?.—maldita sea, que estúpida fui.

—A-ah pues es que a un compañero de tu universidad tuvo complicaciones y me acerque ayudar.

—¿En qué ayudarías?, tengo entendido que no te agrada ese tipo de cosas.

Sospecha mucho, es obvio. Es intuitiva y audaz, pues estoy hablando de mi misma, que inteligente soy.

Mire por la ventana, mientras veía a los carros pasar, cuando nos acercabamos a un semaforo, sabía que en cuanto parara, me cuestionaria.

—¿Qué inhalaste?.

—De la barata, pega más duro.

No me juzguen fue lo único que se me ocurrió.

Ya debe de ir Ares a mi casa

—Less, ¿me puedes dejar a mi casa?, tengo ya sueño.-no tengo idea de donde vivo.

Pasamos entre caller y calles, se hacía más noche y no tengo idea de cual es mi casa.

Pues Alyssa no existe, yo la cree para averiguar todo lo que hacía Alessa.

Finalmente paramos y me baje, cuando la vi alejarse, inmediatamente me convertí en humo hasta saber lo que ella pensaba.

El tiempo pasó rápido deje a Alyssa, cuando arranque y mire por el retrovisor ya no había nadie, que veloz.

—Concuerdo contigo.
Te necesité hace unos 45 minutos ¿Dónde estabas?
—Estaba escribiendo

Le mentí, sabía lo que iba a pasar.

Vidas cruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora