Prólogo

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Desde el 2019 supe que tú eras mi vida, ahora que partiste no puedo verle el color a la tinta con la cual yo te describía con tanta armonía.

Me enamoré perdidamente e hicimos una promesa la cual no pude cumplir.

—Bonita, se que partiré de este mundo muy pronto, ¿Recuerdas aquella promesa cuando yo tenía 27 años?.—su mano toco mi barbilla para que lo mirara a los ojos.

Aprete los labios y asentí con la cabeza, era tan difícil verlo tendido en nuestra cama, sin color alguno pero sus iris siempre brillantes demostrando el amor que me tenía.

—No me pidas que lo cumpla porque yo sin ti soy nadie.—aseguré haciendole frente.

Por su parte se rio de mí aunque con dificultad, con sus dos manos toco mis mejillas y las apreto con dulzura, nunca perdía el encanto este hombre.

—Ese es el problema hermosa, que tú piensas que no eres nadie, cuando eres una persona tan extraordinaria, nunca olvides que te amo hasta el infinito. —Beso el dorso de mi mano mientras yo suspiraba.

El calor de su cuerpo se estaba alejando... Me levante de su lado y salí de la habitación teniendo un nudo en la garganta.

Tú partiste este día, lo que no tenías en cuenta era en que yo también morí a la par tuya.

La diferencia es que mi corazón sigue latiendo.

Vidas cruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora