una complicada historia

Fin de la Guerra: Retorno

A pesar de acabar con los Demonios del Hielo. Vegeta recorrió el universo con el resto de sus soldados para eliminar por completo el imperio de Freezer y su familia.

No sin antes percatarse de que Bulma se encontrara bien.

Al marcharse estaba mas que decidido a levantar a su gente y así formar otro imperio no tan autoritario.

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Al terminar de aniquilar a la mayoría del séquito de Freezer en tan solo tres meses su primera parada fue Namek.

Sin ningún acompañante relato las buenas noticias al Gran Patriarca. Este último eufórico por la noticia llamo a sus hijos de las siete regiones que traían con ellos siete esferas anaranjadas con un conjunto de estrellas diferente en su interior.

Al juntarlas el mas joven del grupo empezó a recitar en su lengua natal un conjuro. De repente el cielo en dicha región se oscureció y de las esferas salio un místico ser que concedía deseos. Tres deseos para ser exactos.

Vegeta quedo impresionado de las habilidades de los Namekusejin. Prometió nunca mas dudar de las esperanzas de Kakaroto nuevamente.

-Que esta esperando Rey Vegeta- dijo el Gran Patriarca -Pida sus tres deseo. Este es nuestro agradecimiento por acabar con Freezer-

Su primer deseo fue pedir el retorno de su planeta, el segundo deseo fue la resurrección de los sayajines caídos a manos de Freezer y su hombres, pero el tercer deseo fue difícil, no tenia idea de que pedir. Observo atentamente a cada Namekusejin que se encontraba y vio en sus rostro un poco de miedo.

-Gran Patriarca...- dijo -Esta esferas son importantes para ustedes?-

-Así es- respondió -este secreto se nos fue encargado por los dioses para que lo mantengamos protegido ante cualquier invasor-

-Nunca las han utilizado, verdad?-

-No, eres el primer ser en utilizarlas desde que yo las cree?-

-Si murieras, que pasaría con las esferas?-

-Las esferas que invocan a Porunga serian nada mas que piedras, claro si no cedo las esferas del dragón a uno de mis hijos-

-Entiendo, sabias que Freezer las buscaría al enterarse de dichos objetos. Por eso me ayudaste a derrotarlo-

-Tienes mucha razón-

-Sabes que no soy mejor que Freezer?-

-Lo sé, pero también no eres tan malvado como para morder la mano de tus aliados-

-Hmm. Estas en lo cierto. Sin su ayuda no hubiera sido capaz de vencer a Freezer-

-ENTONCES...- interrumpió Porunga -CUÁL ES TU ÚLTIMO DESEO?-

-Deseo que todos los sayajines que estén en Namek, Tech-Tech y Tierra sean enviados al planeta Vegita a excepción de Kakaroto y mi hermano Tarble-

-ESO ES MUY FACIL!-dijo Porunga mientras se iluminaban sus ojos.

-Gran Patriarca! Prometo guardar este secreto asta de mi propia raza!- dijo Vegeta antes de desaparecer.

-Te creo, Rey Vegeta-

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Al abrir sus ojos se encontró con un ecosistema conocido por él y los suyos. No había duda, estaba de regreso en su hogar.

Voló como el resto de sus compañeros de viaje a la ciudad central del planeta y en el balcón principal estaba su padre con el resto del consejo, Napa Radiz y Bardok.
Al frente del gran palacio se encontraban sayajines guerreros, científicos, familias al fin completas y compañeros de batalla. Todos gritando de dicha de volverse a ver. Aunque el por qué era un gran misterio, fue lo que menos importo.