Segunda batalla: Mi querido mundo

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Ya nadie podía hacer nada, solo había pocos sayajines. La mayoría se estaban recuperando en un área científica oculta en las montañas rocosas a 15 km del castillo.

El más joven de los dos príncipes a duras penas logro recuperarse. A lo lejos se podía ver y sentir el inmenso poder de Freezer y la fuerza de su hermano mayor.

Tarble a pesar de no tener un gran poder era consiente de la gran diferencia de fuerza que existía. Temía por su hermano y su planeta, pero qué podía hacer?

Muchos sayajines dudaban de las capacidades del segundo príncipe, pues nunca pudo demostrar a su gente, mucho menos al consejo, su liderazgo y fortalezas.

Para muchos era un niño con un titulo sin validez, pero eran pocos los que tenias el privilegio de verlo en acción.

Tarble a diferencia de su padre y hermano, jamás actuó sin pensar en las consecuencias de sus actos y los posibles pasos de su enemigo. En este momento una solución era vital para los sobrevivientes.

Tuvo que pensar en una solución rápidamente. Tenía pavor al tan solo imaginar cual seria el próximo movimiento de Freezer.

Pues Tarble siempre se informaba de todo aquel cuyo poder podría destruirlo todo y a todos.

En su cabeza era una idea descabellada, pero no tenia elección. Tenían que partir rápido de planeta con los pocos sobreviviente que resistirían el viaje. El mayor dilema era a donde ir.

La tierra era un lugar donde se podría estar seguro por un tiempo, pero los recursos de la misma no abastecería la alimentación de la población aunque era mínima.

Los recursos alimenticios de la tierra se acabarían en tan solo uno o dos años. Hay que destacar que un sayajin come 100 raciones de comida al día como mínimo y podría generarse una guerra innecesaria donde se perdería mas recursos y vidas.

Vio mas opciones en el mapa estelar y encontró el planeta Namek y el planeta Tech-Tech.

Ambos eran las dos mejores opciones. Namek era un planeta con una gran cantidad de recursos hídricos y la mayoría de sus especies animal, vegetal y social se alimentaban de ella. Mientras que Tech-Tech era un poco mas pequeño, pero sus recursos tecnológica eran mayores que otros planetas. Además su población era menos problemática que los Namekusejines, pues al ser estos un tipo de guerreros y poseer un ki mas distintivo de otras especies, provocarían mas conflicto que los mismos terrestres.

Para Tarble ir a Namek por un tiempo para pedir asilo fue lo primero y una ves establecidos, viajar a Tech-Tech seria un poco mas tranquilo al pedir ayuda tecnológica.

El tiempo de abordaje a las nave era el problema mas grave. Muchas de estas estaban inhabilitadas o descontinuadas por su tiempo de uso, si decir que muchas era mas lentas tanto al cargar combustible, personas y recursos, retrasando el despegue.

No le toco mas opción que llamar a los mejores científicos y tecnólogos del planeta y hacer una llamada de emergencia al planeta Tierra con el ultimo dispositivo de comunicación que todavía poseían en la base.

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En la Tierra, en dicha empresa de tecnología. La heredera se encontraba intranquila. No sabia nada de sus huéspedes y prometido, que tuvieron que partir hacer 3 días. No sabia nada y los nervios de su amiga embarazada no le ayudaban.

Milk ya cumplió con 8 ½ meses de embarazo y se sentían muy mal con la situación. Aunque contaba con la ayuda de su padre, la señora Brief y Bulma. Los temores la empeoró mas de lo que imaginaron los presentes.

El doctor Brief tenia que dejar mucho de sus inventos, para chequear al pequeño ser que todavía se seguía formando.

Fue más o menos las 10 de la noche cuando escucharon un sonido. Al parecer alguien trataba de comunicarse desde otro planeta con ellos con mucha dificultad de recepción.

Bulma fue rápidamente a contestar.

- Hola... Pueden escucharme... Probando.. Probando...- decía una voz masculina.

- hola, si se los escucha no tan fuerte, pero con claridad...-

-Soy el Príncipe Tarble desde el Planeta Vegita. Necesito hablar con la señorita Bulma-

- Aquí estoy que se le ofrece, paso algo con el Príncipe Vegeta?-

-Señorita Bulma. Siento no haberme presentado en persona cuando llego a mi planeta, pero la situación es muy grave. Tan solo quedamos 300 de mi especies. La mayoría mujeres y niños. Necesitamos su ayuda-

-... En que le puedo servir- dijo sin mas Bulma, dejando su temor a un lado.

- en este momento me encuentro con los mejores especialistas de tecnología en mi planeta, para poder ajustar y mejorar las naves que disponemos. Mientras hablamos mi hermano y sus hombres están enfrentando a los soldados de Freezer.-

Bulma empezó a temblar al oír esas palabras. Quería saber todo, mas nunca se atrevió a interrumpir a Tarble.

-... Tenemos muy poco tiempo y me costo mucho decidir el destino de mi gente- continuo Tarble -Señorita Bulma al ver que mi hermano llego antes de lo previsto. Solicito su ayuda en mejorar el rendimiento de las naves, pues muchas de ellas no han sido utilizadas desde hace mas de diez años-

-... No se si pueda hacerlo. Con el poco tiempo que queda no seré de mucha ayuda. Aunque al ir a su planeta estudie el funcionamiento de las naves, tan solo cree otras individuales para mayor velocidad-

-Mis especialistas arreglaron la mayoría de las naves y las abastecieron de alimentos suficientes, pero nuestro destino debe estar a unos cinco días de distancia- Explicó

-A que planeta desean ir Príncipe Tarble?-

-Al planeta Namek. No es muy lejano como la Tierra, pero tardaríamos a lo sumo una semana y media llegar-

-... De acuerdo llame al jefe de desarrollo para poder indicar que cambios deben hacer según cada nave-

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Pasaron mucho mas tiempo del esperado, con suerte lograron terminar las especificaciones de Bulma en tan solo dos hora.

Las naves que sufrieron pocos cambios fueron las primeras en partir con el último consejero, las mujeres, los niños y un científico a cargo. Sin dar importancia a la clase social que pertenecía.

Después siguieron algunos científicos entre los de segunda y tercera clase.

Las mejoras de Bulma, solo dieron la capacidad de viajar en una semana. Pues eran mejoras de improvisto que forzarían mas los motores de las naves y pondrían dar problemas al aterrizar.

Pero para todos la prioridad era sobrevivir o morir en el intento. Así que sin más todos fueron rumbo al Planeta Nameku.

En la última nave los científicos mas destacados, los guerreros de primera clase apenas recuperados, junto con el Príncipe Tarble fueron los últimos en partir.

Pero antes de hacerlo sintieron un gran temblor en el suelo.

El príncipe Tarble solo miro al horizonte donde pudo ver un gran resplandor.

-Hermano Vegeta? - Dijo sorprendido al ver una silueta a lo lejos.

una complicada historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora