una complicada historia

Quinto Ataque: Lo que siento

Había pasado un mes y durante esos días todo estaba tranquilo o eso parecía.

En el taller de tecnología robótica una pobre mujer seguía pensando en todo lo que hizo, después de que el príncipe siguiera con el trato.

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Al día siguiente del beso, Bulma no paraba de pensar en ese sabor tan característico de los labios del Príncipe Vegeta. Si pudiera describir en una palabra lo que sintió esa seria Pasión, y no de aquellas características del deseo carnal. En los labios del príncipe esa palabra tenía mucho más significado que un diccionario.

Pero aún seguía confundida, pero no a los sentimientos del príncipe. Con el beso de esa noche todo había quedado más que claro. Estaba confundida en como haría al cosas ahora (terminaría con Yamcha solo para estar con el príncipe. Seguiría con él para alejarlo y salvar a su padre de la mano del rey. No se quedaría con ninguno de los dos y cumplirá con el acuerdo del príncipe como una muñeca hasta que este regresara a su planeta)

Todo era confuso para Bulma, pero más sus sentimientos. A Yamcha ya no lo quería como antes y si se casaba con él la fidelidad no duraría ni cinco días; si elegía a Vegeta no había duda de que serían felices a su manera, pero el rey no acepta ni aceptaría esa unión, su padre y su planeta pagaría las consecuencias, y más adelante ella. La tercera opción era la peor de todas porque a ella no le gustaba estar sola.

Tanta era su preocupación que todo el día cometió varios errores dentro en el laboratorio. Su padre se dio cuenta de su falta de concentración que decidió darle el día libre.

Bulma tomo su descanso para ir al centro comercial más grande de la ciudad. Dio vueltas por todos los establecimientos, pero no tenía ganas de comprar nada, hasta que vio a su actual novio compras un juego completo de joyas. Eso le llamo mucho la atención, quería acercarse pero en ningún momento lo hizo, solo se quedó observándolo, aun cuando lo vio salir de la tienta no se aproximó y decidió seguirlo.

Yamcha al salir de la joyería, también entro a una floristería y una dulcería. Bulma seguía sus movimientos de cerca, estaba claro que Yamcha quería impresionar a alguien. Al salir del centro comercial era de noche y Yamcha condujo hasta un restaurante de gran categoría.

Al entrar indico al mesero su reservación y este lo condujo a su mesa. Bulma se quedó en su auto ya estacionado en la calle del frente, donde se veía claramente a Yamcha, vio entrar a una mujer esbelta, de cabello castaño claro con un hermoso vertido ceñido al cuerpo y mucho más joven que ella.

Esta mujer se reunió con Yamcha y entre ambos se dieron un beso en los labios. A Bulma le dolía ver que la engañaba, pero no le molestaba. Se quedó observando a su pareja infiel y a su "sexi" acompañante, hasta que ellos se decidieran marchar.

Y así fue, después de la coquetería y una exquisita comida la pareja decidió salir del establecimiento. Bulma los siguió. La pareja se dirigieron a un hotel muy conocido por Bulma. Ella y Yamcha estuvieron juntos por primera en la habitación más exclusiva de este.

Ya registrados se dirigieron a su habitación, Bulma aprovechando el momento se acercó al recepcionista, para saber el número de la habitación. Al principio no se la quiso dar, pero con una fuerte suma de dinero de parte de Bulma le dio toda la información.

Bulma no sabía si estaba triste o molesta. El muy sínico pidió la misma habitación en donde ella se había entregado a él y con las mismas condiciones que ella misma preparo. Cada vez se acercaba a la habitación solo faltaba dos pasos, pero se detuvo. De que valía recriminar su infidelidad si ella ya lo sabía. Además ya no le importaba, después de todo era una habitación donde estaba una rata del desierto apareándose con alguien de su misma especie.