❥Capitulo 6.

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But mama I'm in love with a criminal
And this type of love isn't rational, it's physical
Mama please don't cry, I will be alright
All reason enside I just can't deny, I love that guy

Su mirada aún estaba fija en el pavimento, totalmente perdido en sus pensamientos. Simplemente se dejaba guiar por su memoria y por el camino que antes había recorrido con el joven mafioso. Ni siquiera se había fijado en la hora porque, ahora mismo no le importaba.
Las palabras del moreno le habían marcado bastante ¿Proteger o no proteger? Prácticamente eso fue lo que le dió a entender. Es increíble el cómo vió a uno de los más temidos deshacerse frente suya ¿Porqué le habría dicho todo eso? ¿Fue acaso una mentira? ¿Un método para engatusar para que diga que sí sin rechistar? Dios, si creyó que era un idiota, un imbécil sin inteligencia alguna, ahora mismo podía tragarse sus palabras. Si lo manipuló, la forma en que lo había hecho fue tan perfecta que ahora se sentía mal si no asistía. ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir? ¿Debía solo escapar y ya?

Se restregó el rostro con la mano e intentó alejar cualquier pensamiento hacia el mafioso de su mente. Louisa de seguro debía estarle esperando, quizás sí compraba un Frappé en aquella cafetería sonaría más creíble que fue por eso y no por otra cosa.
Asintió ante su propio pensamiento y entró en ésta. La campanilla que antes intentó evitar, se hizo sonar, sintiéndose extrañamente acojido y seguro dentro de ese lugar.

La persona a cargo, tan solo escuchó a alguien entrar, alzó su mirar y sonrió. ¡Por fin un cliente!, Pensó.

──── buenas tardes... ──── susurró algo incómodo.

──── ¡Hola! Bienvenido. Es un gusto, soy Karma y hoy, yo le atenderé ──── exclamó el chico con felicidad que en él era casi nula. Este día no habían tenido clientes y el que se acercara uno, lo consideraba un regalo.

──── uh... ¿Vende Frappés? ──── cuestionó mientras ojeaba el lugar. La cafetería era pequeña, cuatro mesas y una pequeña barra era lo que se podía observar, pero eran tan cómoda que lo consideró acogedor. Le gustó éste lugar.

El chico asintió ──── así es. Vendemos Frappés de chocolate con café, Frappé de caramelo y Frappé de oreo con leche ──── mencionó, recordando lo que había memorizado ──── ¿Deseaba alguno?

Asintió ──── Chocolate y café, por favor.

──── enseguida ──── tan pronto dijo aquello, se retiró hacia la cocina que a un costado estaba. Pasando primero por las puertecillas de madera que dividían la cocina con la barra.

No pudo evitar pensar que el cabello de aquel chico le recordaba mucho al suyo, claro que, un poco más oscuro y un estilo tirando al corinto, pero manteniendo su escensia anaranjada. No recordaba haber visto a alguien igual más que a su madre, aunque el de ella era un poco más ¿Fucsia que rojo? Tal vez, no lo recordaba. Realmente nunca prestó atención.

Una mentira. Alguna mentira. Por más que le doliera, debía volver a mentir. No sabía cómo, ni tampoco sabía cómo explicarle de dónde salió el dinero ni el porqué saldría más seguido ahora ¿Decía la verdad? No, claro que no. Si lo hacía, su madre no dudaría ni dos veces en ir a buscar a aquel muchacho y enfrentarlo cara a cara; es lo último que deseaba.

▩⃪ꦽ🌹Criminal🌻ꦼ̸ SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora