▩⃪ꦽ🌹Criminal🌻ꦼ̸ Soukoku

❥Capitulo 7.

He is a villain by the devil's law
He is a killer just for fun, fun, fun, fun
That man's a snitch and unpredictable
He's got no conscience, he got none, none, none, none.

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Su pecho subió y bajó con suavidad. Realmente no sabía qué es lo que estaba haciendo, no sabía cómo había llegado hasta éste punto y más sin embargo, lo estaba aceptando; no de manera voluntaria, pero tampoco involuntaria, era un punto intermedio realmente extraño.

El cuero entre sus manos esperaba ansiosamente por ser colocado alrededor del delgado cuello del menor, más el pelirrojo dudaba mucho en ponérselo. Tenía las iniciales de la Port Mafia, no estaba nada seguro en sí ponérselo y llevarlo como si nada frente a todos o dejarlo y tirar todo a la mierda. No quería abandonar a su madre, tampoco quería dañar a Dazai ( de alguna extraña manera ) ¿Qué hacer y qué no hacer? Shakespeare jamás mencionó algo así.

Suspiró y prefirió guardarlo. Pensó que sería una mejor idea si se lo ponía luego de perder a Alcott de vista. Ahora la cuestión era, hacer que la joven dama se apartase de su lado. Si tuviera uno, ahora mismo estaría sacando su móvil y buscando en Yahoo respuestas "cómo desaparecer de la vista de Alcott para ir a la mafia", si había algo así, agradecería a quien sea que lo haya hecho.

Se vió al espejo por última vez y revisó que su cabello estuviese bien peinado, realmente su vestimenta no le importaba mucho ( realmente sí ), pero ganas de ponerse otra ropa no tenía, así que optó por irse vestido con la misma ropa de ayer; sí, lo sabía, era repugnante, pero, más de alguna vez debiste habérte colocado la misma ropa dos veces. No era motivo para decir "sucio" o "bañate, hueles a Otaku".

Escondiéndolo bien, guardó el collar dentro de sus bolsillos, acompañados con algo de dinero ¿Decidió conservarlo? Sí, no era tampoco tan idiota como para no aprovecharse de la situación ( realmente sí lo era, incluso llegó a pensar en quemarlo ). Tampoco podía dejar el dinero a la vista en su cajón de ropa interior, su madre a veces lo abría para poner la ropa limpia de nuevo allí. No era buena idea llevarlo, pero tampoco dejarlo. Pensativo, optó por guardar un poco en una caja y esconderlo debajo de un tablón viejo de madera, el cual, al ser lo suficientemente viejo, podía moverse de lugar y volver a colocarse, dejando un espacio en él. Tenía varias cosas guardadas ahí, un lápiz, un pañuelo, un raro dibujo y una libreta de secretos. En una bolsa negra, metió el dinero que guardaría ahí mientras que el resto se lo quedó él.

Se mordió el labio, su cuerpo comenzó a temblar un poco debido al frío que inundó su cuerpo.
¿Realmente estaba entrando al mundo de la mafia? ¿Es ésto lo que el destino le tenía previsto? ¿Es acaso justo? Se abrazó a sí mismo, no era momento para tener crisis. Debía ser puntual. Suspiró y se relajó, bien, ya estaba listo.
Era momento de ir a trabajar.

La madera vieja rechinó al momento de ser pisada, llamando la atención de las personas que abajo se encontraban.

──── ¡Oh! ¿Ya estás listo? ──── cuestionó su madre tan pronto al verle.

Asintió con una sonrisa ──── ¿La señorita Alcott ya vino? ──── cuestionó.

──── así es, no te preocupes, no llegó hace mucho ──── confirmó, dándose la vuelta y entregándole una pequeña bolsa de plástico con lo que parecía ser una merienda envuelta en una servilleta ────. Ten, te hice un pan para que lo comas en el camino. No es mucho, pero es para que no vayas con el estómago vacío.