❥ Final.

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'Cause mama I'm in love with a criminal
And this type of love isn't rational, it's physical
Mama please don't cry, I will be alright
All reason aside I just can't deny, I love the guy
Mama I'm in love with a criminal
And this type of love isn't rational, it's physical
Mama please don't cry, I will be alright
All reason aside I just can't deny, I love the guy

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Aunque le había dicho a Dazai que se reuniesen fuera de lo que alguna vez consideró su casa, no se habían reunido hasta después de que Chuuya estuviese casi en la frontera de Cone Street hacia la ciudad, dónde un auto sin placas de color negro se había detenido cerca de donde él estaba caminando en silencio y con las manos metidas en sus bolsillos.

No sabía qué era más humillante: el hecho de que había tenido que llamar a Dazai estando, nuevamente, en un estado deplorable y posiblemente sea objetivo de sus burlas en un futuro, o que tuvo que agachar la cabeza al momento de salir de su casa para evitar sentirse juzgado más de lo que ya estaba siendo juzgado en ese momento.
Sus vecinos cercanos habían escuchado la confrontación incluso fuera de su casa, provocando que éstos se asomasen por sus puertas y ventanas con tal de saber qué es lo que estaba ocurriendo.

Por sus rostros, pudo notar Chuuya, que habían escuchado todo. Lo poco que logró alcanzar a ver fueron rostros con asombro, decepción y enfado; al parecer muchos se lo esperaban, otros, los más cercanos a él, jamás creyeron que algo así pasaría en la casa de los Ozaki. Solían haber sido tachados como los más tranquilos en cuanto a problemas se trataban; se amaban unos a otros y se apoyaban. Kouyou había hecho de su vida agradable y acogedora a pesar de su poca economía.

Eso sólo enfureció más a Chuuya, él no era el malo de la historia ¿Verdad?
Sin intenciones de levantar la mirada, sólo se pudo limitar a acomodarse el sombrero sobre su cabeza, alisar su chaqueta y caminar en línea recta hasta las escaleras que conducían a la parte exterior del cráter. Quizo huir de ahí lo más pronto posible.

Deteniéndose frente al auto negro, sólo tuvo unos segundos para asegurarse de que el que estaba dentro de él fuese alguien dentro de la mafia que conociese o bien, algún chófer especialme avisado para recogerle.
Lo sorprendente de aquél pequeño vistazo no fue el hecho de no ver ningún chófer dentro de este auto o algún adulto en particular con experiencia en las carreteras, si no que el mismísimo Dazai estaba frente al volante de éste, sólo.

Suspirando, decidió ni siquiera molestarse en preguntar. Estaba agotado y sinceramente ahora mismo sólo quería intentar ahogarse en cualquier cosa lo suficientemente espeza como para desaparecerlo por unos momentos.
Abriendo la puerta del copiloto, se dejó caer con pesadez sobre el sillón de éste y cerró la puerta sin delicadeza a su lado, soltando un jadeo lleno de estrés. No parecía tener intenciones de hablar ahora mismo.

Así que decidiendo ni dirigirle la palabra, Dazai sólo se pudo dedicar a soltar el freno de mano, mover la palanca del freno y pisar el acelerador con suavidad para que el auto comenzase a caminar nuevamente. El rostro del moreno indicaba que quería decirle algo, pero la mirada perdida en la ventana de Chuuya decía que solamente quería unos minutos de silencio para poner en orden su caos interno. Dazai, milagrosamente, se lo permitió.

Unos minutos pasaron para que Chuuya por fin despegase la vista de la ventana y se acomodase en su asiento, subiendo ambas piernas al sillón y abrazándolas mientras veía hacia el frente. Las farolas nocturnas que funcionaban a base de energía solar, eran las únicas que lograban reemplazar la luz lunar por mucho, llenando las calles de un color cálido o frío, según del tipo de luz de aquella farola.
Estirando un poco sus brazos hacia adelante, observó por el rabillo del ojo a su conductor.

▩⃪ꦽ🌹Criminal🌻ꦼ̸ SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora