Una feria. Un asalto. Un Salvador y una carrera de motos, fue lo único necesario para hacer que la vida de Chuuya cambie por completo.
❥ Song-fic basado en la canción de Britney Spears "Criminal".
❥ Contenido BL, por favor, si no te gusta, puedes r...
El sonido del zapateo sobre la madera vieja podía escucharse en casi toda la casa. Kouyou ya llevaba un tiempo preguntándose el porqué de aquél ruido o más bien, el porqué Chuuya hacía tanto ruido. Desde que lo vió entrar a la casa luego de ir a ver a su hermana, pudo notar a simple vista que estaba nervioso ¿Habrá discutido con la niña? Por lo general se pone así cuando hay algo que le incómoda, debe salir o simplemente no le gusta estar mal con la menor, ella era casi como su estabilidad emocional; él daría todo por ella, estaba segura. Luego le preguntaría, por ahora, debía enfocarse en el almuerzo. Hoy almorzarían un delicioso ramen con limón ( aunque en realidad no es nada más que sopa y fideos instantáneos ).
El sonido de las gradas de madera crujir luego de un tiempo preparando la comida se hizo presente en aquella sala/comedor/cocina, mostrando a un arreglado y algo fastidiado Chuuya, el simple hecho de ir al centro de la ciudad le mezclaba miles de emociones. Nunca había ido, así que no era de extrañar que se sintiera de esa manera.
Kouyou observó un poco asombrada y a la vez emocionada; no creyó que su hijo aceptase tal invitación, creyó que se quedaría encerrado en su habitación pensando quién sabe qué como siempre lo hacía, pero hoy estaba ahí, vestido de una manera sencilla y casual para poder asistir a aquel evento de año nuevo. La ropa que llevaba era abrigada y a la vez fresca, el toque ideal para él, en su opinión. Aunque creía que era mucho solo para ir a orarle al templo, ver los fuegos artificiales de las tarde/noche y regresar, pero estaba bien, si su hijo estaba cómodo así, no le diría nada.
──── Chuuya, esos pantalones son muy ajustados. Quítatelos. ──── o tal vez solo actuaría como cualquier mamá sobreprotectora y muy controladora con respecto a la vestimenta de sus niños.
──── es lo único que tengo. ──── mencionó mientras se sentaba en el sofá y actuaba como si no le importara o más bien, como si no supiera lo que causaban esas prendas.
──── pues búscate algo menos ajustado. ──── ahora le veía con los brazos cruzados. No estaba enojada, tampoco pretendía estarlo, Chuuya no era del tipo de niños que no hacían caso, eran rebeldes y al final terminaban siendo unos matones. Él era todo un ángel.
Resopló y elevó la chaqueta con felpa ──── esto me cubrirá bien la parte de atrás mamá, tranquila.
No era la respuesta que buscaba, pero al menos no estaría presumiendo su muy femenino cuerpo. A veces se preguntaba si se conseguiría alguna mujer con eso; sabía que aún estaba en crecimiento, vamos, tenía quince años, aún le faltaba mucho por crecer, pero su hijo era demasiado hermoso para este mundo.
──── la señorita Louisa te acompañará. ──── informó antes de darse la vuelta y continuar preparando el "ramen". Pudo escuchar cómo el pelirrojo soltó un suspiro de alivio, si creía que lo iba a dejar ir solo, estaba muy equivocado.
──── está bien.
──── ¿Vas a almorzar? ──── cuestionó mientras le mostraba uno de los platos hondos donde obviamente serviría los fideos.
Negó con suavidad. ──── no gracias, no creo que mi estómago lo soporte.
──── procura comer algo mientras estás allá ¿De acuerdo? No quiero que te desmayes a mitad del camino por eso. ──── mencionó con preocupación.