Capítulo 19

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*Una semana después*

Una semana había pasado desde los sucesos que marcaron a todos de por vida. Soobin no se acuerda de lo que pasó mientras estuvo bajo los efectos del medicamento y presenta lagunas en su mente. Taehyun está estable, pero aún se encuentra en coma en el hospital. Namjoon tiene daño permanente en su hombro y una gran cicatriz que recorre su hombro y espalda, pero su brazo pudo ser salvado.

Jake y Jaden están viviendo con Namjoon temporeramente mientras se les puede conseguir un hogar sustituto. Beomgyu se la pasa en el hospital constantemente vigilando a Taehyun, en espera de que despierte. Jackson regresó a su país, pero espera regresar pronto y establecerse (de nuevo) en Nassim.  

Mark aún está un poco traumado por todo lo que pasó, pero se mantiene fuerte para ayudar a Soobin en su recuperación. Hueningkai está recibiendo ayuda psicológica para superar lo que vivió y poder independizarse y volver a tener una vida normal.

Todos están recuperándose a su paso, sin embargo, todos están a la espera de los resultados de la autopsia de Sirok. Todos menos Jungkook, quién nadie sabe de él desde aquella noche. Quizás sea que tiene cargos contra la justicia o tiene miedo que lo arresten por haber sido miembro de la mafia Sirok. La razón real nadie la sabe, pero las sospechas no se quedan atrás.

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*Mark's POV*

Estoy preparando el desayuno antes que Soobin se levante. Me siento estresado porque no sé que pasará con él. No quiero que tenga que pagar por algo que hizo inconscientemente. Sé que la magnitud de la situación es grandísima, pero lucharé hasta lo último para que no tenga que ir a la cárcel o, en el peor de los casos, a un centro psiquiátrico. 

*ring ring*

Mi celular comienza a sonar, sacándome de mis pensamientos. Apago la estufa y tapo los omelets con la tapa del sartén. Limpio mis manos con un papel toalla y contesto la llamada.

"¿Hola?", aclaro mi garganta.

"Buenos días. Llamamos del centro forense, ¿usted es Mark Tuan?", se oye como la voz de una chica.

"Soy yo; dígame.", peino mi cabello hacia atrás.

"Necesito que venga personalmente al centro, ya que tenemos información que no se le puede ser dada por teléfono.", mi cuerpo comienza a ponerse tenso.

"No se preocupe, iré para allá.", cuelgo la llamada sin dejar que terminara de habalar.

Agarro mi abrigo, cartera y llaves. Le dejo una nota sobre la mesa a Soobin indicándole que regresaba pronto. Cierro la puerta y bajo las escaleras rápidamente. Corro hacia mi auto y me monto en él. Sin mirar quién va a mi lado, acelero y me arranco hacia mi destino.

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*treinta minutos después*

Llegué al centro forense y la repcecionista, quién era la que había hablado conmigo, me atiende en la entrada. 

"Sr. Tuan, que bueno que llega.", nos saludamos con cortesía. "Puede pasar a la oficina del Dr. Kim.", me dirige hacia la entrada.

Le agradezco por su ayuda y me dispongo a tocar la puerta. 

*toc toc*

"Puede pasar.", escucho decir de adentro.

Abro la puerta y veo al Dr. Kim sentado frente a su escritorio, hojeando unos papeles. Es un doctor bastante joven, tiene cabello negro, de tez blanca, más o menos de mi estatura. Lleva puesto una bata blanca, unos espejuelos redondos, una camiseta de rayas, corbata negra, pantalones negros y zapatos de vestir.

"Que bueno que llega.", coloca los papeles sobre su escritorio. "Tome asiento.", sonríe.

"Bueno, Dr. Kim...", me siento en el mueble.

"No tiene que ser tan formal.", ríe. "Puede llamarme Seokjin."

"Okay...", aclaro mi garganta. "Seokjin, vengo por los resultados de la autopsia.", entrelazos mis manos. 

"Sobre eso...", el semblante de su rostro se torna serio. "Choi Yeonjun, alías Sirok, murió por asfixia y no por la caída."

Estoy un poco asombrado por la noticia, no era la que esperaba.

"Es posible que se haya ahogado con su propia sangre, aunque es muy poco probable.", lame sus labios. "Para serte sincero...", suspira. "Estoy casi seguro que a alguien le convenía que estuviese muerto."

"¿Está seguro de lo que dice?", me cuesta creerle. "¡Nosotros lo vimos caer!"

"Lo vieron caer, pero su atención estaba completamente en Choi Soobin.", refuta. 

"Lo que importa aquí es que está muerto.", cruzo mis brazos. "¡Pagó por todo el daño que nos ocasionó!"

"¡HAY UN ASESINO ENTRE USTEDES!", golpea el escritorio con sus puños.

"Mire...", me levanto de mi asiento. "Le agradezco que me haya dado esta información, pero no sé que pretende con esto.", camino hacia la puerta. "Que tenga un buen día.", salgo de la oficina.

Salgo de allí embalado, sin ni siquiera despedirme de la recepcionsita. No quiero tener que volver allí más nunca. ¿Por qué? Porque sé quién lo hizo; lo tengo todo muy claro. 

Me monto al auto, lo enciendo, pero me quedo allí estacionado, analizando todo. 

*Flashback*

   "¡Iré en breve, cuando termine mi cigarillo!", exclama mientras saco la cajetilla de mi bolsillo.

*Fin del Flashback*

"Es Jungkook.", poso mi mano sobre mis labios. "Él fue el que se quedó afuera mientras nosotros volvimos al edificio."

Eso explica por qué no hemos recibido ningún tipo de contacto de su parte desde entonces. La pregunta aquí es: ¿por qué lo hizo?

"No puedo decirle nada de esto a los chicos, sino las cosas se saldrán de control.", suspiro. "Seré yo quién encuentre a Jungkook y lo confronte.", abrocho el cinturón de seguridad. "Necesito encontrar las piezas que faltan para culminar este rompecabezas de una vez y por todas."


Sangre de Felino (Soobin x Beomgyu, TXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora