"Amantes Compartidos" (Riker Lynch y Tu) (HOT)

Capitulo 17: Ellington Ratliff

NARRAS TÚ:

Habían pasado días, ya me encontraba mejor. Riker no me dejaba sola en ningún momento, si salía nos íbamos los dos. Me sentía realmente segura a su lado. Las marcas de mi cuerpo habían desaparecido completamente. Aunque todavía no he tenido de nuevo actos sexuales con Riker. No se me da miedo. Esta noche es noche buena. Apenas son las 8 de la mañana, e iríamos al aeropuerto a recoger al amigo de Riker. “¿Estas lista amor?” dijo Riker desde la sala. “Si ya voy” dije poniéndome mi chamarra. Hoy hace mucho frio. Subimos a su auto y nos dirigimos al aeropuerto, mientras conducía Riker tomo mi mano delicadamente. Me encantaba eso.

- ¿Y el cómo es?  - pregunte curiosa.

- Pues es de mi altura, caballo castaño…

- ¿De donde lo conoces?

- Desde siempre, vecinos, compañeros de escuela...

- ¿O sea que son unidos?

- Si claro - sonrió.

Llegamos al aeropuerto, estaciono el auto y bajamos. Entramos tomados de la mano, había muchas personas, recibiendo gente y algunos queriendo un boleto para viajar y ver a su familia por las fiestas. Había tanta gente, tantos chicos. Que me sería difícil saber cuál de todos es el amigo de Riker… Nos quedamos en medio del aeropuerto Riker miraba para todos lados, sin soltar mi mano.

“Riker y ¿Como se llama?’…”Bueno él se llama…”

- Riker!! Amigo!! - inmediatamente volteamos.

- Hey!! - se acercó a él y se abrazaron - Tenía mucho de no verte amigo

- Ya se…. Me extrañaste… - dejo sus 4 maletas en el piso - Hola - me sonrió.

- Oh si… - me tomo de la cintura y me acerco a ellos -  ____ él es mi amigo Ellington Ratliff…

- Mejor conocido por Riker como Ratliff…

- Oh si…

- Un placer - sonreí levemente. 

- Bueno - tomo dos maletas - Vamonos porque el aeropuerto se llena de gente

- Claro…. Escogí un día muy raro para viajar… - dijo Ellington.

- Y ¿Ya desayunaste? - caminábamos hacia el auto. 

- Si comer una bolsita de cacahuates de las que da el avión es desayuno….. Pues creo que si -bromeo el castano. 

- Okey creo que debemos alimentarlo - le adverti a Riker.

- Si…

Subieron las maletas en la cajuela del auto. Y pronto íbamos camino a nuestra cafetería favorita. Ellington miraba la ciudad desde los asientos traseros. “Debo de acostumbrarme a mi nuevo hogar” dijo sonriente. Una vez que llegamos a la cafetería los tres nos sentamos en una mesa pegada a la ventana. El realmente estaba sorprendido del gran lugar. De las increíbles vistas de este lugar. Pedimos algo para comer. Y mientras comíamos platicábamos sobre diversos temas.

- ¿Y tus padres? - pregunto Riker a su amigo.

- Ya sabes… no creen conveniente que haya venido.

- ¿Por ella?

- Si… - movió su comida de un lado a otro.

Clave mi mirada hacia él, intentando entender la conversación. Ellington volteo al sentir mi mirada.

- Amm… bueno ___… yo he venido a buscar a una chica aquí

- Oh vaya… - dije entendiendo.

- ¿No has dado con ella Riker?

- No… he estado ocupado… - sentí que me miro de reojo.

- Bueno, como quiera ya estoy aquí para hacerlo yo mismo…

- Cualquier cosa ya sabes que te ayudare…

- Con rentarme la casa con eso basta

- No claro que no…. Te la presto, pero tu pagaras la luz y el agua - bromeo Riker.

- Está bien…. Gracias como quiera, ahora solo falta conseguir trabajo para mantenerme

- Asunto arreglado

Lo vio confundido.

- No, no Riker ya es mucho - dijo Ellington.

- Nada de peros, trabajaras conmigo y te callas

Después de eso, llevamos a Ellington a la antigua casa de Riker. Era la primera vez que yo veía esa casa, un piso pero con muchas habitaciones. Todo estaba amueblado y no faltaba nada, tal como lo había dicho Riker. Los chicos fueron a inspeccionar la casa, mientras yo me quedaba en la sala.

NARRA RIKER:

- ¿No crees que es demasiado Riker? - puso una maleta en la cama.

- Entiéndeme Ratliff… - baje un poco la voz para que ____ no oyera - Deseo verlo muerto

- Te entiendo de algún modo, pero es algo arriesgado... y ¿Si ___ se entera?

- Le jure que el pagaría por lo que le hizo Ratliff… y eso hare…

Se quedó pensando por un momento.

- Lo hare contigo o sin ti - dije firme.

- Está bien… te ayudare, por todo lo que estás haciendo por mi…

- Entonces pasare por ti a media noche ¿Está bien?

- De acuerdo.