Juguemos a un juego llamado Amor - SaneKana

Capitulo 2

— Kyaa~ — El grito de alegria de la chica a mi lado hace que me tape los oídos — ¡Nemi mira, mira! —

Íbamos en mi auto rumbo al lugar donde habíamos alquilado la cabaña.

La nieve aún no empezaba a caer, pero estaba bastante nublado y frío.

Ella apuntaba hacia algunos ciervos que habían en los bordes de la carretera.

Según el GPS llegaríamos en 5 minutos a nuestra cabaña. Ya habíamos recibido las llaves del lugar, así que sólo deberíamos llegar y entrar.

Aunque el alquiler por un mes salió muy caro.

Entre grititos de alegría y explicaciones algo nerdas sobre la fauna y flora del lugar por parte de Kanae — Que maldita sea, lo entendí todo — Llegamos a la cabaña.

— Es más bonita de lo que esperaba — Kanae mira por fuera del vidrio del auto — Está haciendo frío ¿Tienes bufanda? —

Niego con mi cabeza, no necesito eso.

— ¿Bajarás todo el equipaje, no? Yo miraré donde poner todo, usa mi bufanda por favor — Se quita su bufanda y me la pone el cuello, sonríe y mira satisfecha mi situación — Bien, te espero dentro —

Dicho eso, ella sale del auto y entra a la cabaña.

No puedo evitar oler profundamente la fragancia que emanaba esa bufanda.

Sacudo mi cabeza y salgo del auto.

Abro la parte de atrás del mismo y saco todo lo que pueda llevar del equipaje.

Kanae ya había abierto la puerta así que solo era empujarla, dejo el equipaje dentro y vuelvo a llevar lo que falte.

Hice dos veces más eso y luego cierro la puerta.

Poco a poco la nieve empezaba a caer.

Eran casi las 11 de la mañana, pero estaba todo bastante oscuro gracias a las nubes que cubrían el cielo de manera espesa.

Puedo oír los pasos de Kanae corriendo, llegan hasta mí y me mira preocupada.

— Solo hay una habitación —

¿Eh?

[ • • • ]

— Bueno, llegué a un acuerdo y nos saldrá un 10% más barato ¡Bien! — Hago las cuentas en mi cabeza y sonrío victorioso.

— Entonces... ¿Dormiremos juntos? — Ella miraba el suelo y jugaba con sus dedos.

¿Juntos?

Espera ¿Dormiríamos juntos?

— ¿Ah? — Algo desconcertado exclamo.

Kanae suspira — Bueno, somos novios así que no hay nada malo ¿Verdad? — Sonrie y me guiña un ojo, yo alzo una ceja, ya sé que sigue.

Tal y como me esperaba ella se agacha sosteniendo su estómago.

— M-M-Me-Me dejé llevWar, p-pordón — Lo de siempre.

Suspiró y camino a su lado.

Me agacho y pongo mi dedo índice en su frente, empujó su cabeza hacia atrás y me acerco mucho a ella.

Mi aliento choca contra su cara y vuelve a mí, estamos a no más de 4 centímetros.

— ¿Puedes tolerar que estemos a esta distancia? — Me acerco aún más, sin llegar a besarla ni nada por el estilo.

Noto como el color rosa que antes tenía se vuelve un fuerte rojo.

— Uh... Ah... Ehh... Mm... — Sin palabras, claro, era la primera vez que me acercaba tanto.

— Entonces lo mejor... — Ella termina por cerrar el espacio que nos separa, une sus labios con los míos y los mueve de manera nerviosa, luego se separa abruptamente.

— ¡u-Uw...! ¡Dón! ¡E-Edón! — Se tapa su cara con sus manos y empieza a disculparse.

El sentimiento de hormigueo llena todo mi estomago y empieza a formarse en mi garganta.

Ahí se fue mi tercer beso.

¿Tercero? Sí, el primero fue muy raro...

[ Graduaciones de Universidad ]

— ¡S-Sa-Sanemi! — Una voz conocida me llama.

Se acerca corriendo a mí y se para al frente.

— ¡Y-Yo...! — Estaba que temblaba, era Kanae, ya se me había declarado dos veces y no le había respondido — ¡Me gustas! — De la nada se acerca y pone sus labios sobre los míos.

— ¡ONEE-CHAN! — Con un sonido como "PlugWah" Kanae es arrastrada por el cuello de su toga por parte de su hermana menor.

¿Qué mierda acababa de suceder?

[ • • ]

Ah pero si hablamos de besos raros, sin lugar a duda el que ella misma me dio el primer día de trabajo.

[ Primer día de trabajo ]

— ¡Sa-Sanemi! — Yo que caminaba de manera despreocupada por los pasillos del vacío instituto la volteó a ver.

— Kanae, buenas... — Ella se acerca y me mira fijamente.

— ¡Come! — De la bolsa que llevaba consigo saca un Ohagi, oh, esos son mis favoritos.

— Ah... gracias — Sonrío y recibo el ohagi, me lo echo a la boca y...

— ¡Si te lo comes me debes un beso! — Me apunta de manera acusadora.

— ¿Mm? — Dejo de masticar.

— ¡Y-Y si no te lo comes te besaré! — Cierra sus ojos.

¿Espera... qué?

Me acaban de estafar ¿No?

— P-Pero... — Intenté decir algo, pero ella ya estaba muy cerca mío — K-Ka- —

Sí, me estaba besando.

Unos dos segundos después, se dio la vuelta y salió corriendo.

Me quedé parado, mirando para dónde se había ido, realmente ella era... algo.

[ • • ]

Suspiro y me acerco a ella.

Algo que había aprendido de las anteriores veces es que luego de besarme termina haciendo alguna estupidez.

La primera vez se "Castigó por ser una mala persona" barriendo su casa, las calles de los alrededores y dándole todos sus ahorros a sus padres, aunque al final los vecinos le dieron una propina por limpiar las calles y sus padres le devolvieron el dinero.

La segunda vez se "Castigó por ser una estafadora" haciéndole a todos los profesores un regalo, al final todos creyeron que era un regalo de presentación.

Lo último que quería que hiciese era... no sé, salir a limpiar la nieve que empezaba a caer como castigo por ser una aprovechada o algo así.

Me vuelvo a acercar a ella y le doy un beso, o bueno, el intento de uno.

Siento mis pies débiles ¡Maldición! Estaba muy nervioso.

Me levanto y empiezo a caminar hacia la habitación, abro la puerta y luego de entrar la cierro.

Entonces mis pies fallan y caigo de rodillas.

Oh maldición ¡¿POR QUÉ ESTABA TAN NERVIOSO?! ¡Ella me besó primero!

Suspiro y me siento en el suelo.

Ahora entendía por qué ella hacía esos "Castigos"